LA REALIDAD ESTÁ A UNA MÍNIMA IRREALIDAD DE DISTANCIA

La Realidad está a una mínima irrealidad de distancia

Carmelo Urso
entiempopresente4@gmail.com

En agosto de 2008, comencé a escribir una columna digital llamada En Tiempo Presente; al instante de redactar este escrito, posee unos 1.500 suscriptores en diferentes países de Iberoamérica. A diario, desde Trelew o Alicante, desde Lima o mi natal Caracas, recibo cálidas misivas de personas que suelen enseñarme mucho más de lo que les predico. Su entusiasmo y afecto me han inspirado a dar a luz este libro: a todas y todos, ¡muchísimas gracias!

Una vez a la semana, hago circular por correo electrónico un artículo entre lectores y lectoras: algunos nacen de inquietudes místicas; otros (a modo de crónicas) reflejan experiencias de Vida; a veces, intento dar respuesta a preguntas que se me formulan.
Las notas varían en longitud, ímpetu narrativo y profundidad vivencial.

Revisando mi trabajo, percibo la afinidad de tres temas principales: la oración vista como el estado de plena comunicación con el Creador; el Reino de los Cielos que late en cada uno de nosotros –al cual sólo accedemos en el santo instante presente; y la sagrada experiencia del Amor (íntimo linaje que nos hace Uno con nuestro infinito Padre-Madre)

Jesús el Nazareno nos exhortaba hace dos milenios a buscar “el Reino de los Cielos dentro de ti”. En “Un Curso de Milagros” leemos que solemos malentender esa frase: interpretamos “como si algo que está afuera estuviese adentro, lo cual no tiene sentido. La palabra adentro es innecesaria. Tú eres el Reino de los Cielos. ¿Qué otra cosa sino a ti creó el Creador?, y ¿qué otra cosa sino tú es Su Reino? (…) La Voluntad de Dios no tiene límites… ¡y todo poder y gloria residen en ella! (…) Tú eres la Voluntad de Dios porque así es como fuiste creado. Debido a que tu Creador crea a Semejanza Propia, eres como Él (…) Si te niegas esto a ti mismo, le estarás negando a Dios Su Reino, pues para eso fue para lo que Él te creó”.

Esta certeza de que la Divinidad reside en el interior de cada nativo del Universo brilla con luz de sabiduría en múltiples tradiciones espirituales:

“Lo Ilimitado subyace dentro de lo limitado” (Chuang-Tsé, taoísmo).

“Al final, llegarás al conocimiento de ese Ser que está fuera de ti y, al mismo tiempo, dentro de ti” (Upanishads, hinduismo).

“Una sola Naturaleza contiene todas las naturalezas; una sola Existencia contiene todas las existencias” (Yoka, budismo).

“Si Dios no está en tu corazón, no podrás encontrarlo en ninguna parte del mundo” (Even Bojan, judaísmo).

“Cuando de dos hagáis uno, lo interior como lo exterior, y lo que está arriba como lo que está abajo, entonces entraréis en el Reino de los Cielos” (Jesús de Nazareth, Evangelio apócrifo de Santo Tomás, cristianismo).

“El ojo con que yo veo a Dios es el mismo ojo con el que Dios me ve” (Meister Eckhart, cristianismo).

“Aquel que se conoce a sí mismo, conoce a Dios” (Mahoma, islamismo).

“Aquel que se conoce a sí mismo, conoce a Dios” (Mahoma)

Guerras santas, genocidios, centenarias conflagraciones se han suscitado a lo largo de la historia entre corporaciones religiosas que dicen representar al Dios verdadero. No obstante, cuando escudriñamos en cada credo, hallamos en sus textos y dogmas más similitudes que divergencias: suelen reconocer que la Deidad es Una; que Su Naturaleza es el Amor; que Su hogar (o Reino) se halla en el corazón de cada uno de Sus Hijos e Hijas; que la oración (también llamada meditación o contemplación) es el medio ideal para que Creador y criaturas se comuniquen.

Tal espíritu conciliador impregna mis escritos. Reflejan mi propio tránsito por diversos senderos místicos; no me abrogo el papel de guía o gurú: apenas soy un estudiante cuyo entendimiento sigue en construcción.

Al igual que tú, amable lector o lectora, soy peregrino en una aventura infinita: la que nos lleva de regreso a la Conciencia del Padre; he marcado algunos hitos en mi mapa… ¡pero lejos estoy de conocer la totalidad del terreno! Para tu consuelo, te confieso que el trecho recorrido me ha enseñado algo: la Realidad siempre está a una mínima irrealidad de distancia.

3 comentarios en “LA REALIDAD ESTÁ A UNA MÍNIMA IRREALIDAD DE DISTANCIA

  1. Querido Carmelo: te sè decir que me agrada siempre leer tus articulos, me parecen profundos e inspiradores, esta semana tuve el honor de recibir en mi casa a Julio Bevione en Guatemala, y hablamos de ti
    de tu sencillez y tu manera de escribir tan clara.
    desde Guatemala una compañera fiel de viaje, que se hace acompañar por ti.

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    1. Estimada Martha:

      Muchas gracias por tus amables conceptos. El pasado octubre tuve el placer de conocer a Julio en un magnífico seminario que facilitó en Caracas. Su libro para niños, el cual recomiendo a todos los adultos que leen este blog, cautivó a mi hijo y le ha ayudado a superar su miedo a dormir solito de noche.

      Martha, nunca he viajado a Guatemala y me encantaría conocerla. Espero que con la amorosa guiatura del Padre en algún momento nuestros caminos se encuentren y podamos compartir vivencias en persona.

      Un abrazo fraternal desde Caracas,

      Carmelo Urso

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