MAYTÉ BONET, DESCUBRIDORA DE LAS «AGUAS DE CAURI»: EL AGUA ES CREATIVIDAD QUE TRANSPORTA, RELAJA Y CURA

Mayté Bonet

Carmelo Urso: Estimada Mayté, siempre un placer saludarte.  Me gustaría que le presentaras a los lectores y lectoras una pequeña semblanza personal: tus orígenes, tu país, tu familia, tu formación educativa y profesional. ¿Por qué resides actualmente en Alemania?

Mayté Bonet: Gracias Carmelo, es un placer contar a tus lectores un poco sobre mi vida y mi trayectoria.

Remontándome 47 años atrás, puedo contaros que nací en Bogotá (Colombia), soy hija de padre español y madre colombiana. Cuando tenía la edad de 3 años mis padres deciden trasladarse a España junto con mis hermanos (yo soy la menor de los tres), concretamente a Asturias, lugar del que procedía la  familia de mi padre.

Mis primeros libros fueron sobre  astrología,  viajes astrales, magia, elementales, colores del aura, los libros de Castaneda, la colección de Lomgsan Rampa; como anécdota debo decir que varios libros de esta colección me fueron prestados por una monja tutora que tenía en el séptimo curso, libros que me siguen guiando en este camino interminable. Posiblemente en la maleta escolar que me traje para esta vida, existan libros de otras épocas que me acompañan desde siempre.

Terminado el bachiller, decido trasladarme a Madrid y estudiar Arte Dramático en el Real Conservatorio. Después, entraría en Radio Nacional de España como productora de varios programas.  Durante ese tiempo compagino los estudios con diferentes trabajos, entre ellos y con 19 años empecé a leer el Tarot a mis amigos y familiares y muy pronto me di cuenta que tenía un don adivinatorio ya que eran muchas las personas que me requerían para leerles las cartas, pues decían que tenia dotes premonitorios y que solía acertar. Este es un periodo de búsqueda, de pruebas, de inquietudes y encuentros en todos los niveles.

Vista de Bogotá, Colombia

Asisto a conferencias que van paliando poco a poco el hambre voraz que llevo por conocer los orígenes de la existencia, la metafísica, la masonería, el mundo de los espíritus, el aura, la lista se haría interminable. Durante esta época de mi juventud me sentí profundamente atraída por «el lado no material de las cosas”, por ejemplo sentir la energía que me hacía vibrar al contacto de algunas cosas y personas.

A los veintitrés años conozco en Madrid al que hoy es mi marido y con quien me case a los 26 años, motivo por el cual me desplacé a Alemania, país en el que vivo desde entonces. Cuando pude soltarme con el idioma, una de las primeras cosas que hice fué sacar el título de “acompañar a morir “ y digo título por que aquí se necesita; te preparan durante un año médicos, enfermeras, psicólogos, y demás personal. Esta ayuda que presto de forma voluntaria, la realizo siempre en  paralelo con cualquier trabajo en el que esté involucrada, tanto con las Aguas como el actual que trata sobre la energía eólica.

Bandera de Alemania

Aquí nacieron mis dos hijos y es aquí donde resido desde entonces aunque todos los años vamos de vacaciones a la casa familiar que tenemos en Asturias. Un lugar maravilloso en la costa bañada por el mar Cantábrico .

Carmelo Urso: Según lo que leo en tu página web (http://www.aguasdecauri.com/) pareces haber transitado diversas sendas espirituales: astrología, alquimia, chamanismo, magia, entre otras. ¿Podrías relatarles a los lectores y lectoras cómo ha sido ese camino que te ha ido llevando hacia el Despertar?

Mayté Bonet: Agradezco esta pregunta porque me ha hecho remontarme en el tiempo y en la primera experiencia paranormal que me ha marcado y que me ha abierto el camino hacia el Despertar que tú mencionas.

Buscando en el bolsillo de la mente, mi primera experiencia fue la visión de lo que creo era un espíritu  (figura alargada, grisácea) recorriendo pausadamente la larga pared del corredor del colegio en el que me encontraba. Es una imagen imborrable, creo que debía de tener cuatro o cinco años. Era un “algo” que parecía una persona pero que en realidad no lo era, puesto que no tenía pies, no caminaba tampoco, se desplazaba a un metro de altura del suelo, y tampoco le veía la cabeza, sino una capucha como de monje que se difuminaba en los extremos: pies y cabeza. La sombra era del color del humo, grisácea con varias tonalidades, y se desplazaba en mi dirección.  Recuerdo que sentí tal pánico que cuando la figura se encontraba a pocos metros de mi, eché a correr en la dirección opuesta y a día de hoy no tengo un solo recuerdo del » después» de ese encuentro.

Creo que a partir de ahí me he sentido profundamente atraída por todo aquello que trasciende los parámetros de lo “normal” en una cultura occidental como la mía. Tanto las cosas que me han llevado a su comprensión como de las que carezco de clarividencia me han ido fraguando. En este sentido y refiriéndome a las que me superan, citaría la complejidad del karma o incluso lo que parece que hoy está “de moda”, las canalizaciones (esas conexiones con entes de otros lugares no terrenales). Son tantas las sendas transitadas que podría decir que todo lo aprendido me ha empujado a crear mis Aguas, a las que he bautizado con un elemento mágico para muchas culturas simbolizado en una pequeña concha, el Cauri.

Concha de cauri

El camino que he elegido seguir es el espiritual, que no sólo se aprende con la teoría o está en los libros, sino en la práctica. Conoces gente que te cuenta, te enseña, te explica su modo de entender las cosas que no son explicables, y te vas haciendo tu propio puzzle en el que las piezas van encajando en el saber que buscas.

Soy de la opinión de que quien elige la senda espiritual no necesita demostrarle al mundo con estudios y titulaciones sus saberes logrados. Un chamán del Amazonas, de Mongolia, de Filipinas no adquiere su sabiduría en la escuela. La hereda o la adquiere y desarrolla en su mismo hábitat. Y esto le pasa a personas que nacen con ciertas predisposiciones o/y  las  desarrollan en la etapa adulta, porque tengo claro que lo que has venido a hacer lo harás tarde o temprano, pero lo harás.

Es mi caso, ha sido con las “Aguas de cauri”, porque me han llegado como una revelación, sin buscarlas,  pero tras un arduo camino por buscar la esencia que les quiero impregnar mediante un proceso de selección y búsqueda de los elementos que las componen.

Carmelo Urso: Antes de que nos hables de las Aguas de Caurí –de quienes te presentas como su descubridora- me gustaría saber, ¿cómo es que tu camino espiritual te llevó a la preparación de elixires? ¿Tenías algún pariente con tales talentos? ¿Es una aptitud innata o la fuiste desarrollando con el tiempo?

Mayté Bonet: El agua ha sido desde siempre un elemento que me provoca creatividad,  que me trasporta, me relaja y me cura. Ver el agua, sentirla, trabajar con ella me da mucha energía y satisfacción. Imagino que los elixires, como material líquido que son, fomentan  éstas vibraciones volviéndolas fértiles y útiles. De hecho uno de los primeros recuerdos que tengo, creo que tenía tres años, es subida a una butaca de madera y jugando con el agua del lavamanos durante horas, juego que duró durante mucho tiempo, de hecho mi madre siempre me lo recuerda.

El agua es creatividad que relaja, transporta y cura

Provengo de una familia mitad española y por parte de madre colombiana, así que el realismo mágico está presente en mi vida con una cosmogonía en la que “el más allá” está presente en lo cotidiano. Desconozco si alguno de mis antepasados tuvo inquietudes alquimistas, pero sí te puedo confirmar que en mi familia hay quien tiene ciertos dones y que tal vez esto haya influido, aunque creo que la búsqueda y el hallazgo de las “Aguas” es algo muy mío, innato. Pero… ¿ya vivido?

Recuerdo en una regresión haberme visto como una mujer chamán en Mongolia. Dentro de la Yurta, había hombres que no permitían la entrada a las mujeres, estaba prohibido. A toda costa yo insistía en entrar, hasta que la visión interior me llevó hacia un árbol del que colgaba un manto lleno de conchas. Me acerque y me cubrí con él porque sabía que era mío, que me pertenecía. Sentí que una extraña fuerza se apoderaba de mí mientras mis manos se elevaban sosteniendo unas pesadas bolas. La Yurta se abrió  ante mí y  los hombres me abrieron el paso. La sensación que me quedó tras esa regresión fue de inquietud.

Vista de Asturias

Soy de la creencia de que el talento nace con uno. Llegamos con un DON (semilla), que plantamos, regamos, abonamos y cuidamos para que se desarrolle. Entiendo que ese Don puedan ser las  matemáticas o cualquier otra disciplina, pero, ¿cómo aprender a ver el aura? Claro que hay técnicas, pero si no tienes el Don por mucha lectura y talleres a los que asistas no conseguirás verlo. Pasa lo mismo con el tarot. Cuánta gente hay que no lo ha estudiado, que ha seguido su instinto y es un buen tarólogo. Una carta casada con otra tiene un determinado significado en el mundo del tarot, pero la interpretación que cada uno le da y el acierto premonitorio que tenga es lo que hace la diferencia. El que tiene el Don de conocer, mover y trabajar con las energías generalmente lo hace en la búsqueda del bien.

Carmelo Urso: ¿Qué son las Aguas de Caurí? ¿Por qué se llaman así? ¿Qué acontecimientos te condujeron a su descubrimiento? ¿Cómo es que en ellas se equilibran los reinos mineral, vegetal y animal? .

Llegamos con un DON (semilla), que plantamos, regamos, abonamos y cuidamos para que se desarrolle.

Mayté Bonet: Las Aguas de Cauri son el resultado de un largo viaje. Comenzaron siendo una búsqueda de materiales por sus propiedades, forma, color, olor, sabor, o significado simbólico que he ido recolectando a lo largo de mi vida. Elementos que de alguna forma me han transmitido vibraciones muy especiales y que he sentido que tenía que recoger.  Hay plantas como la mandrágora que siempre he perseguido y coleccionado y que ahora me dedico a la venta de sus semillas, los tréboles de cuatro, cinco , seis y siete hojas. Quienes me conocen dicen que colecciono todo, y yo contesto que todo menos hombres, jajajajjajajajajajajaja…

Se llaman así por un hecho curioso que aconteció en un viaje que hice hace tiempo al Sur de España, a Sevilla. Y fue un día que por azar entré en una tienda africana. Junto a la puerta de entrada había una figura que me congeló la sangre. Diría que es la mejor talla en madera que he visto nunca. Era la figura de un hombre de un metro de alto, vestido y engalanado de forma festiva y de acuerdo al rango social que ocupaba en la tribu.

Realmente parecía tener el privilegio de estar saliendo del trozo de madera de wengé. Lo cubrían unas telas a modo de ropaje que por un lado sobraban  y por otro faltaban. Lucía un pectoral de piedras multicolores y muchos collares de cauris le cubrían buena parte del dorso. Llevaba una capucha roja adornada de cauris y plumas de vistosos colores a los lados  y en la punta una media luna en marfil. Las telas que lucía a modo de túnica estaban también  bordadas por  miles de cauris  diminutos. Todo él tenía un aspecto solemne y terrorífico, majestuoso y maligno a la vez. Motivo por el cual no lo compré, amén del precio.

Vista de Sevilla

Según la dueña de la tienda, era un mago que representaba  el espíritu guardián de la casa y  los cauris que lo adornaban significaban el poder que ejercía sobre su pueblo. A mayor cantidad de cauris mayor respeto, veneración, culto, magia, sabiduría, poder. Toda la simbología de los cauris quedaba patente en esta talla. Salí de la tienda con un sentimiento extraño, casi de culpa por no haberme hecho con el mago. Desde entonces, la fascinación por los cauris ha estado  presente en mi vida con la profunda convicción de que había dado con algo grande. De hecho, todo lo que he leído sobre este pequeño molusco es que ha sido y sigue siendo venerado por el poder mágico  y protector que le han dado y le dan muchas culturas  que le siguen rindiendo culto.

Para mis Aguas utilizo y combino elementos de los tres reinos porque son nuestra esencia, nuestra composición y en definitiva la rueda de la vida con todo lo que nos rodea. Cualquier desajuste en nuestro cuerpo puede bloquear nuestras energías y como consecuencia los malestares no tardan en aparecer.

La elaboración de las Aguas de Cauri es un proceso muy laborioso, creativo y único que empieza con la selección de todos los elementos que considero son apropiados para la persona que me las pide dependiendo de sus necesidades.  Esto hace que cada botella sea única y que los elementos que se combinan también lo sean. Conviene saber que no todas las personas necesitan una combinación con elementos de los tres reinos, las hay que necesitan más del reino vegetal que del mineral, otras más del animal que del vegetal, y también varían las energías que aportan ciertos colores y olores.

Carmelo Urso: ¿Son para ser ingeridas o para uso externo? ¿Qué dolencias pueden sanar? ¿Qué beneficios traen a quienes las usan? Su uso, ¿tiene alguna contraindicación? ¿Cuál es su modo de administración? Este producto, ¿tiene alguna certificación sanitaria o legal que refrende su uso? .

Mayté Bonet: Las Aguas se usan de modo externo. Aunque sean todos sus componentes materias 100% naturales, la idea es impregnar ciertas zonas del cuerpo de vibraciones y olor.

Yo digo que no son las Aguas las que sanan ( y da igual de qué enfermedad hablemos), sino las vibraciones que contienen, las que logran que la persona se rodee de “otra energía” que es afín totalmente a ella. De aqui la idea de no querer comercializar mis Aguas. Me niego. Cada persona es un microcosmos y las Aguas tambien lo son. No hay dos combinaciones iguales, porque no hay dos personas iguales. Que sea la imaginación de cada uno la que le ponga los límites a sus beneficios.

Si no se es alérgico al agua, entonces cualquiera puede disfrutarlas.

Las Aguas no poseen certificación sanitaria, ni legal por que no las necesitan, ellas ayudan en la  recuperación,  te cambian el “ chip”  y tú mismo cambias y esto no necesito comercializarlo ni que pase por ninguna revisión industrial. Con ello se perdería la magia que precisamente tienen al hacerlas exclusivamente INDIVIDUALES.

La administracción de las mismas es el último paso que doy. Visualizo el problema, visualizo la persona y le comienzo a añadir mentalmente gotas de sus Aguas, logrando ver donde le vibran más: nuca, rodillas, codos, pies, corona, hombros, etc. Ese será el lugar donde la persona tendrá que pulverizar sus Aguas durante un tiempo determinado. Al comienzo puede ser cada dia la primera semana, luego se van espaciando.

Carmelo Urso: ¿Cómo elaboras estas Aguas? ¿Qué ingredientes utilizas para su elaboración? ¿Qué procesos físicos (cocción, refinación, destilación, etc.) se requieren para manufacturar este producto?

Mayté Bonet: Lo primero para elaborar las Aguas  consiste en extraerlas de una fuente, manantial, rio, mar, nieve, lluvia. Esto es lo mas importante, que fluyan. Las Aguas  tienen varias formas de elaboración:  son solares cuando las dejo reposar en horas matutinas al sol. Lunares las que pasan la noche al sereno . Nevadas las que nos caen del cielo en invierno. Y las ondinas, las que dejo vibrando en grandes recipientes musicales.

Mis ingredientes favoritos son las flores, por ser la expresión más sutil de la naturaleza, éstas a su vez se dividen según los colores, número de pétalos y época de recogida.  Acompañando a las flores, están las hierbas, cortezas,  tallos,  raices, semillas de tierra y del aire. También uso piedras preciosas y semipreciosas, plumas de toda clase de aves,  escamas, fósiles, conchas,  nidos,  algas etc. Y también potencian las aguas, los metales :el oro, la plata y el cobre son los más usados.

Mis ingredientes favoritos son las flores, por ser la expresión más sutil de la naturaleza

Después de su recogida en botellas de cristal (nunca de plástico), pasan por lo que yo llamo la olla alquímica.

Esta olla es muy usada en Alemania, para preparar siropes, mermerladas, licores, etc. Está compuesta de tres recipientes que en total forman una gran torre y que para mí es una perfecta olla feng-shui. La parte de abajo está en contácto con el fuego y la de arriba es el metal que contiene el agua, que, a su vez, pasa por un colador el aire evaporando los elementos, la tierra y terminando por destilar la esencia de lo que hallamos querido obtener.

Grosso modo esta es la base de las Aguas de cauri. Luego la intuicción y la videncia  van combinando los elementos, con las diferentes clases de agua dependiendo del pedido individual.

Carmelo Urso. Durante el proceso, ¿recibes orientación de entes espirituales tales como ángeles o maestros ascendidos? ¿Cómo se manifiesta la intuición que te guía mientras confeccionas tales elixires?

Mayté Bonet: No soy la misma cuando estoy trabajando con las Aguas, ni cuando estoy buscando las materias que necesito en las montañas, bosques, rios, mi estado está receptivo al 100%. Capto con los sentidos hasta el roce de un mosquito sobre mi pelo. La visión se agudiza, el olfato parece que se estirara, el tacto  cambia, y el oido es como si se dividiera en dos, puedo oir mi interior  y captar estupendamente el exterior como si tuviera «antenas».

Yo los llamo “ aliados” . Y ellos son las mismas energías de las que están compuestos los elementos con los que trabajo. Las hierbas, las piedras preciosas y semi-preciosas, los metales, flores, moluscos, plumas, raices, etc.,  trasmiten sus energias y te hacen vibrar y con ello logro obtener las combinaciones.

Mira, cuando estoy elaborando para alguien las Aguas, tomo precauciones. No trabajo si estoy enferma, si estoy estresada o he tenido un mal dia. Porque sé que esa misma energía la voy a trasmitir a las Aguas y, si siento que la combinación no sale, comienzo de nuevo, porque debo quedar satisfecha del trabajo que hago.

Si no me tomara tiempo en el monte buscando plantas, cortezas, raices, semillas, hojas, tallos, conchas, preocupándome hasta del mas mínimo detalle, por ejemplo que tengan buena energía, que las flores sean las de más arriba porque han recibido mas luz solar, o que los tallos y cortezas no estén dañados o tengan mejor olor, sería un trabajo absurdo llegado el momento de la elaboración, porque no encajarían todas las partes. Mi YO no me lo permite. Soy limpia, clara con mis Aguas. Y tanto participa esa mezcla en el trabajo como el estar pendiente de los colores etéricos que van surgiendo de los elementos, sus energías, sus vibraciones, es como una orquesta que tienes que dirigir. Todo debe encajar. Muchas veces sucede que según estoy escogiendo un elemento determinado, y a la vez visualizando a la persona, llego a percibir los bloqueos que ésta tiene. Esto lo recibo sintiendo esas vibraciones que capto y que me dicen del estado de la persona.

Carmelo Urso: ¿Las Aguas de Caurí tienen alguna similitud con otros sistemas terapeuticos de origen espiritual, tales como el Aura-Soma o las terapias florales ?

Mayté Bonet: Sí,  entre tantos métodos que han salido en las últimas decadas, existe un cierto denominador común entre ellos:  todos trabajan liberando energias negativas y reincorporando vibraciones nuevas, positivas, cambios. Quienes no estén en esa linea, de nada les servirá probar aqui y allá. El cambio es mental, los métodos que se utilicen varían, pero el núcleo es el mismo, se trata de cambiar el –Chip mental-.

Carmelo Urso. ¿De qué manera pueden obtener los lectores y lectoras este producto?

Mayté Bonet: La página de las Aguas de Caurí está en plena renovación, proximamente se podrá leer  en tres idiomas, hasta ahora estaba escrita sólo en español.

En la página hay un correo electrónico, al que los lectores podrán escribir que es : maite@aguasdecauri.com

Carmelo Urso: Un mensaje final para los lectores y lectoras de En Tiempo Presente.

Mayté Bonet: El mensaje que me gustaría dejarles es que elijan el método que elijan hay dos partes que siempre pelean: la cabeza y el corazón, o lo que es lo mismo : lo mental y lo sentimental, éste último en los tiempos en los que estamos es el que más salida tiene.

Gracias Carmelo, me tienes a la orden.

Un abrazo cálido

Mayté Bonet