HAIKU: EL DIVERSO (Y DIVERTIDO) ARTE DE LA BREVEDAD

Bandera de Japón, patria del haiku

Carmelo Urso

El haiku es una forma poética brevísima que tuvo su origen en Japón hacia el siglo VII de nuestra Era. En sus primeros tiempos, tenía carácter cómico: según algunos cronistas, la palabra haiku deriva del vocablo chino haika –que literalmente significaría “algo divertido”. Los occidentales solemos relacionar la poesía con lacrimosas declaraciones de amor y largas solemnidades épicas; en Oriente, en cambio, las verdades más solemnes suelen expresarse con una mezcla de irónica concisión, exquisita levedad y serena sabiduría.

No detallaré aquí la extensa genealogía del haiku. Simplemente, señalaré algunos puntos útiles para practicar este ameno género poético. En la escritura actual es importantísimo dominar el arte de la brevedad. Al lector de hoy, habituado a un vertiginoso ritmo de vida, le abruman los textos sobrecargados. Además, las herramientas contemporáneas de comunicación nos exigen ser rápidos, eficaces, concisos: por eso, no es de extrañar que los slogans publicitarios, los mensajes de texto (sms) y los tweets de 140 caracteres sean, de algún modo, sucesores del milenario haiku.

Empecemos con su estructura; en el haiku clásico suele ser rígida; un poema consta de  tres versos: el primero de cinco sílabas; el segundo de siete; el tercero de cinco. Este trío de versos nunca constituye una frase corrida: una pausa sintáctica, denominada kire, divide el poema en dos imágenes contrastantes. La rima, máxima aspiración de ciertas formas poéticas occidentales, está deliberadamente prohibida en el haiku.

Tres años atrás, los tocones del bosque árboles eran

Veamos un ejemplo:

Tres años atrás,
Los tocones del bosque
Árboles eran.

Carmelo Urso

Este texto está dividido en tres versos que cumplen –con rigor- la estructura silábica de 5-7-5. El kire está marcado por la coma del primer verso. Hay dos imágenes  contrastantes: la de los tocones actuales y la de los árboles que alguna vez fueron. Ambas imágenes –o mejor, ambas realidades- están separadas por tres años de distancia. No incluí metáforas ni adorné con adjetivos las escuetas palabras del texto: sin embargo, éstas (apenas nueve) relatan una anécdota que la imaginación podría alimentar –¿es acaso la historia de una tala, de una quema, de un deslave?

Sopor de siesta...

Otro ejemplo:

Sopor de siesta.
Ordeña mi bostezo
Tibias lágrimas.

Carmelo Urso

Al contar las sílabas de cada verso, constatamos el patrón 5-7-5. La pausa sintáctica está determinada por el punto del primer verso. Las lágrimas, usual símbolo de llanto, aquí en cambio representan esa plácida pereza que experimentamos al comenzar o concluir una siesta. Esta imagen contrasta con la del enorme bostezo del poeta –sólo un bostezo muy grande es capaz de arrancarnos lágrimas.  Un escritor del Japón medieval no habría tolerado la frase “ordeña mi bostezo”, pues en el haiku clásico están prohibidas las metáforas. Este poema aspira a lograr cierta forma de humor –pero no sé hasta qué punto la consigue.

La recomendación para la persona que se inicia en el arte de redactar haiku, es cumplir con estas reglas iniciales: seguir el esquema de tres versos; respetar el número de sílabas; destacar la pausa sintáctica con un punto o coma; y contrastar, de manera clara, dos imágenes que relaten una historia o una situación sencilla –de preferencia en tiempo presente.

La escritora norteamericana Jane Reichhold recopiló, hace algunos años, la bicoca de 65 normas que, en diversos momentos de la historia, han servido para reglamentar la escritura del haiku. Muchas de esas pautas se contradicen; es curioso que el género poético más breve del mundo sea el que está regido por el mayor número de reglas; durante tres años, escribí haiku ortodoxo, siguiendo ese farragoso código; hoy en día, salvo la regla de los tres versos, incumplo de manera metódica todas las demás: sin embargo, el aprendizaje que adquirí bajo el duro tutelaje de las reglas del haiku me sirvió no sólo para depurar y mejorar mi escritura, sino para templar capitales aspectos de mi carácter y de mi Alma.

10 comentarios en “HAIKU: EL DIVERSO (Y DIVERTIDO) ARTE DE LA BREVEDAD

  1. » Las caras de la luna «.

    Luna nueva,
    corazón sereno,
    espejo del amor.

    Luna llena,
    luz en la poesía,
    fuente de inspiración.

    luna creciente,
    mitad del alma,
    abrazo de dos.

    Luna menguante,
    cuna del amor,
    niño de mi corazón.

    Luna oculta,
    abanico en tus ojos,
    mujer de mi corazón.

    Con cariño y gratitud. Gerardo.

    Me gusta

Deja un comentario