Eduardo Hernández: Primero quiero decirte Carmelo, que te agradezco mucho esta invitacion. Tres Arroyos es una ciudad de campo, se podria decir, ya que la actividad agrícola-ganadera es la más importante, se parece a muchas otras ciudades de la Pcia. de Buenos Aires. En mi etapa de infancia y adolescencia era una ciudad chica, donde casi todos nos conociamos, hoy ha crecido mucho y cambiado bastante.
Vengo de una familia de músicos, mi abuelo era bandoneonista, tuvo orquestas de tango, las mejores en su época, en que los músicos eran necesarios para que la gente bailara; mi madre era pianista, tocaba en la orquesta de mi abuelo. Para cuando yo nací, mi abuelo ya había dejado la orquesta y tenía un negocio de discos e instrumentos; por supuesto, yo vivía allí, escuchando indiscriminadamente todo tipo de música, de ahí mi gusto tan ecléctico. Comencé tocando percusión en una peña folclórica donde mi madre tocaba el piano. Luego pasé al acordeón, y luego ya vinieron la batería, la guitarra, el órgano y el bajo. El rock, los Beatles pegaban fuerte en esos tiempos, y yo no podía abstraerme a eso. No obstante, consegui vivir la última época de tocar para que la gente bailara, sobre todo en pueblos más pequeños de los alrededores; esto ocurría entre los 15 y los 18 años.
Luego, me fui a la ciudad de La Plata, pero lamentablente no a estudiar música. A pesar de ser tan obvio que lo mío era la música, decidí otra cosa a través de los mensajes subliminales de la sociedad y de mi familia; mi abuelo siempre se opuso a que yo fuera músico a pesar de ser él quien me enseñó y de ser su nieto preferido. Y yo no tenía una fuerza interna suficientemente grande como para seguir el dictado del corazón, que (ahora lo sé) es el único que hay que seguir. Me llevó mas de 20 años entender esto.
Carmelo Urso: A lo largo de tu carrera has hecho desde rock hasta música barroca, pasando por el blues y el folclore. Háblanos un poco de tu trayectoria musical y de cómo las has desarrollado.
Eduardo Hernández: De mis gustos amplios por todo tipo de música dije ya algo antes, el tiempo pasado en la disquería de mi abuelo, o los que me llevaba para escuchar en mi casa, pero tambien debo mensionar que cuando íbamos a Buenos Aires, mi madre nos llevaba al Teatro Colón, a escuchar conciertos, ópera o ballet. Comencé tocando tangos, rancheras, valses o folclore en el acordeón, luego, ya en la adolescencia vino el rock, o como se la llamaba en ese tiempo «música beat»; pasé por la batería, guitarra, órgano y bajo, tocando canciones de los Beatles, Credence Clearwater revival, The Who, Santana, etc. En La Plata (1973) comencé a estudiar flauta traversa y a meterme en el mundo de la música antigua, la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco. Canté en coros que hacian esta música. En medio de esto dejé un par de carreras que nada tenian que ver con la música, me casé, tuve un hijo y puse un negocio de artesanias, donde mi esposa y yo fabricábamos lo que vendíamos. Luego nos fuimos a Ibiza, continuando con la artesania, recién cuando llegamos a Paris en 1978, retomé la música. Primero tocando con grupos de otros latinoamericanos en restaurants » a la gorra». En este período es que comienzo a tocar bossa nova con un grupo de franceses. La bossa ya me había entrado mucho antes, alos 14 años mas o menos; el primer disco que escuché fue uno de Elis Regina y Jair Rodriguez; no podría haber sido un mejor comienzo y ahí cerca dos discos magistrales de uno de los inventores del género: Antonio Carlos Jobim, «Wave» y «Tide», instrumentales, grabados en E.E.U.U. con el aporte de gente como Hermeto Pascoal, Ron Carter, Klaus Ogerman y Deodato, esos discos me han acompañadp toda mi vida hasta hoy.
No fue hasta mucho mas tarde en que conoci al otro inventor de la bossa nova: Joao Gilberto. Es que a una disquería de pueblo no llegaba todo lo que se editaba o se podia encontrar en Buenos Aires. A mediados del ’79 viajé a Barcelona para acompañar a un cantautor uruguayo que como ya hacía mucho tiempo que estaba en España, fusionaba estilos uruguayos con ritmos españoles, con Quintin Cabrera tocaba flauta, acordeon y bajo. En el ’80 integré un grupo para hacer fiestas, pero lo bueno es que se podía tocar de todo, con este grupo toqué flauta, saxo y percusión, hicimos desde un pasodoble hasta temas de Stevie Wonder o Santana. Es en esta época, cuando vivia en La Floresta, en las afueras de Barcelona, cuando tomé contacto con el funk, el grupo The Crusaders comenzó a formar parte de mi vida hasta hoy; asimismo el jazz y grupos como Weather Report o Return Fo forever. Paralelamente comienzo a ser sonidista, algo que me cautivó y de regreso a Argentina se transformó en mi principal actividad, con mis propios equipos, trabajé con gente como Pedro y Pablo, Rubén Rada, Sandra Mihanovich, entre muchos otros.
En el ’84, comencé a estudiar bateria en forma particular y en el ’88 ingresé a una nueva escuela que nace en Buenos Aires: La Escuela de Música Popular de Avellaneda, en donde se estudia tango, jazz y folclore. Al trabajar con Rubén Rada conocí el candombe uruguayo y a esto me aboqué, estudiando los tamboriles. 
Integré el grupo «Guambia» con Cacho Tejera, percusionista, cantante, compositor y líder del grupo. Tambien toqué bastante con otro músico importante en Argentina, Juancho Farías Gómez, hijo de Chango Farías Gómez, algo así como el Piazzolla del folclore. Luego vino la banda «Blues del Sur», hasta 2000 en que terminó (por ahora) mi etapa de baterista. Hacia fines del ’98 comencé con bossa nova en guitarra y canto.
Carmelo Urso: En la actualidad, estás dedicado con fervor al bossanova. ¿Cómo es que un argentino acabó enamorándose de este género tan brasilero? Para aquellos que no conozcan este bella manifestación musical, ¿cuáles son sus principales referentes?
Eduardo Hernández: La bossa nova ha estado presente en los argentinos desde hace mucho, o mejor deberia decir la música brasileña. Al hablar de Chango Farías Gómez, debería decir que pertenece a una generacion de músicos que a principios de los ’60 escuchaban mucho bossa nova, jazz, Piazzolla, Beatles, y que por supuesto estudiaban muy bien todas las raíces folclóricas. Ejemplo de esto es el tema «Bossanostra» creado por el grupo «Les Luthiers», para mí, uno de los grandes orgullos argentinos. A comienzos del ’70 Vinicius De Moraes, Toquinho, Maria Bethania y Maria Creuza hicieron muchos recitales en Buenos Aires y La Plata, yo asisti a uno de ellos. Para los argentinos., Brasil siempre representó una meca de playas, calor, carnaval, música, alegria, garotas, etc. Durante casi todo 2003 viví en Rio de Janeiro y asuguro que es una «cidade maravilhosa». Es un pueblo que admiro muchísimo, por su creatividad -es increíble la cantidad de instrumentos creados por ellos, imposible nombrarlos a todos- su alegria a pesar de la pobreza material, su sentido de equipo, de nacionalismo bien entendido, en fin, tantas cosas que exceden esta entrevista. Sus referentes, como dije antes, Tom Jobim, Joao Gilberto, Elis Regina, Caetano Veloso, Gal Costa, Vinicius De Moraes, Sergio Mendes, Chico Buarque, Djavan, Joao Bosco, Zimbo Trío, etc, etc, etc.
Carmelo Urso: Uno de los temas por los que más se te conoce en internet es por tu Canción del Hooponopono (http://www.youtube.com/watch?v=LA22dKDQXvQ) ¿Cómo fue el proceso creativo que te llevó a componerla? ¿Qué comentarios te hace la gente por esta canción?
Eduardo Hernández: Sabía del Hooponopono desde el 2007, pero recién en febrero de este año, cuando recibí un mail con una entrevista al Dr. Ileakala Hew Len y una meditación de Vivi Cervera, acabó por hacerme un click, y comenzar a practicarlo; luego asistí a un seminario de 2 días en Buenos Aires con Mabel Katz. En realidad yo no creé esta canción, se lo dije a Vivi Cervera, cuando posteó la canción, fue un momento de luz, es cierto, me pasó algo especial, pero yo solo escuché la version de Riuychi Seto en inglés y japonés, y dije, tengo que hacer mi versión en español. Sólo introduje mis palabras en la segunda estrofa, y bueno, sí, la toqué y canté, todo esto en una mañana. Mis amigos de Tres Arroyos, con quienes compartimos esto, se emocionaron mucho, y luego me han llegado muchos mensajes por facebook y el mail de agradecimiento o pedidos para que les envie la canción, cosa que he hecho. Los mensajes son de gente de Latinoamérica, y lo que les ha gustado es precisamente, poder escuchar esta canción en su propio idioma. Y yo digo gracias, gracias, gracias.
Carmelo Urso: ¿Cómo ha incidido el Hooponopono en tu vida cotidiana? ¿Qué aspectos emocionales y espirituales de tu vida te ha ayudado a sanar?
Eduardo Hernández: Me ha ayudado con mi crecimiento espiritul, a «parar el mundo», en palabras de Don Juan, cosa que empecé a hacer en el ’98 cuando comencé a hacer meditación según la orientación de Chopra. O sea, a continuar mejorando mi «estar presente»; además, me encanta su sencillez, creo que las cosas tienen que ser profundas pero simples, en esto del crecimiento personal a veces hay tanta maraña de libros y sanadores o corrientes, que es facil perderse; claro que a medida que uno va recorriendo más y más este camino va sabiendo distinguir a unos de otros, o simplemente, quienes nos dicen 2+2 es 4, esta forma de pensar tambien me viene de la música y de los tantos profesores por los que pasé.
Carmelo Urso: En tu blog http://edubossa.blogspot.com pude verte interpretando una muy buena versión que hiciste de “Los libros de la Buena Memoria” del eximio cantautor argentino Luis Alberto Spinetta (también puede verse en http://www.youtube.com/watch?v=N5iDCLhD0Bg) , cuya obra lamentablemente no es muy conocida fuera de la Argentina. ¿Qué te llevó a hacer este cover? Háblale un poco a nuestros lectores y lectoras de Iberoamérica de la obra del “Flaco”. Por cierto, ¿esos muchachos que tocan en el vídeo contigo son tus hijos?
Eduardo Hernández: No, no son mis hijos, son dos músicos de acá, de Tres Arroyos con los que hicimos algunos conciertos. Spinetta está presente en mi vida y en la de gran parte de los argentinos, desde que sacó el primer disco con el grupo Almendra en 1970; para mi es junto a Charly Garcia lo mejor del rock argentino. Con una poesia y músicas originales y profundas, como es dificil hallar en el mundo, dueño de una obra muy extensa. Desde hace 2 años no estoy abocado con exclusividad a la bossa nova, como lo estuve antes, sino que estoy haciendo una conjunción de todo lo que he tocado o escuchado en mi vida, mas lo nuevo que siempre estoy aprendiendo.
Hay otro tema que hago y que quizas me gusta mas mi interpretacion que la de «Los libros…» y es «Plegaria para un niño dormido» perteneciente al primer disco de Almendra. Esto se puede escuchar en el playlist Edumix que tengo en http://www.goear.com/user/Edubossa entonces en mi show puedo tocar un tango, un blues, chacarera, zamba, bossa, un aria de Bach, Spinetta u otro del rock argentino, jazz, candombe, etc. Pueden bajar de internet una entrevista al flaco buscando Elepé, es un programa que hay o había en televisión (no miro televisión).
Carmelo Urso: Una lista de tus diez canciones favoritas y de tus diez discos favoritos.
Eduardo Hernández: Esto para mí es imposible, es como pedirme lo mismo sobre cine, del que soy amante desde muy chico, no podria; Solo puedo decir algo muy general, pero siempre sera una lista parcial dejando mucho afuera: Bach, Mozart, Jazz, Funky, Cuchi Leguizamon, Rubén Rada, Música brasileña, Horacio Salgan, Piazzolla, Aníbal Troilo, Spinetta, James Taylor, Beatles, percusion africana, música oriental, Raul Carnota, Ennio Morricone, Paco de Lucía, rock inglés, Santana, etc, etc etc.
Carmelo Urso: Si nuestros lectores y lectoras quisieran acceder a tu música en internet, ¿dónde pueden escucharla?
En el sitio que puse más arriba, http://www.goear.com/user/Edubossa
También pueden saber más de mí en el blog
Carmelo Urso: Si alguien estuviera interesado o interesada en contactarte para realizar alguna actividad musical, ¿cómo puede hacerlo?
Eduardo Hernández: ¡Sí, claro!, pueden escribirme a mi e-mail eduher2003@yahoo.com.ar o en facebook.com/edubossa
Carmelo Urso: Un mensaje final para nuestros amigos y amigas que viven a ambas orillas del océano.
Eduardo Hernández: Que siempre tratemos de seguir el camino del corazón, que hagamos funcionar más nuestro hemisferio derecho, y dejemos al izquierdo solo como una herramienta para administrar cosas, no para tomar decisiones. Que sigamos nuestras intuiciones y no las razones. Un libro que resume todo esto como ninguno, y que quizas sea el libro más importante que leí en mi vida, es uno que escribieron una pareja de argentinos que salieron a recorrer toda América en un auto de 1928 y que tardaron mas de 3 años en llegar a Alaska. Para mi son el mayor ejemplo de la ley de atraccion, de seguir sus intuiciones y de seguir un camino con corazón, se llama «Atrapa tu sueño», y aún siguen viajando!!!
Gracias, muchisimas gracias a vos Carmelo y a los lectores de tu blog.
Carmelo Urso 