¿PUEDE EL YOGA CURAR AL CÁNCER?

Nadie duda de que el yoga sea una terapia digna de respeto que sirve para diversos fines no sólo espirituales, sino también físicos.

Tampoco de que pueda ser efectivo como terapia alternativa para mejorar la calidad de vida de pacientes con cáncer, pues hay estudios que lo han probado.

Sin embargo, de eso a que cure esta enfermedad, existe un gran escepticismo, al menos para el gremio médico, que exige pruebas a quienes pregonan el poder curativo del yoga contra este terrible mal que se cobra miles de vidas cada año.

Muchos investigadores han venido analizando desde hace tiempo, el poder curativo del yoga. Un estudio realizado en la Universidad de Alberta (Canadá), reveló que los ejercicios y el yoga ayudan a mejorar la calidad de vida en mujeres que sufren las primeras etapas del cáncer de mama.


Otro estudio llevado a cabo por científicos de la Escuela de Medicina Albert Einstein de Nueva York, determinó que el yoga era especialmente beneficioso para mujeres que no recibían quimioterapia, y descubrieron que el yoga aplicado al cáncer, mejoraba efectivamente los niveles emocionales de las pacientes y su calidad de vida.

Puede el yoga curar el cáncer

Pero si el yoga cura el cáncer o no, se ha convertido en un tema polémico donde defensores y críticos de la medicina tradicional en la India, se aprestan para una nueva batalla “científica”, tras las promesa del yogui más popular del país, conocido como «swami» (maestro) Ramdev, de demostrar en tres años que elyoga puede curar el cáncer (EFE).

El “swami” dijo en recientes declaraciones, “que la ciencia médica moderna está basada en la ignorancia y que los médicos se proponen en realidad mantener a la gente perpetuamente enferma”, ésto junto a su insistencia en la capacidad del yoga para curar el cáncer, le han valido la antipatía del gremio médico.

Según S. Tigarawala, portavoz del yogui,”no se trata de una cuestión de fe, sino que hay estudios que señalan que las células cancerosas mueren en un ambiente oxigenado. Y como mediante el yoga, el cuerpo humano multiplica por diez la cantidad de oxígeno disponible, la terapia de yoga puede curar el cáncer.

El “swami” ha sido retado por la IMA, y su presidente el doctor Ashok Adhaoo, le ha dicho que tendrá que probarlo. “Hemos propuesto a Ramdev que aplique su remedio a sus pacientes, que permita pruebas clínicas de sus métodos y que nos dé un informe en un plazo de tres años», señaló.

Por lo pronto, habrá que esperar un tiempo para saber si las afirmaciones del yogui son ciertas , aunque la verdad del caso es que una cura más contra el cáncer, sería una terapia revolucionaria que salvaría millones de vidas alrededor del planeta.

 

Tomado de http://www.salud.com/cancer/puede-el-yoga-curar-el-cancer.asp

 

 

EL MEDIADOR OMNISCIENTE

Carmelo Urso

twitter:@carmelourso 

 

En un enjundioso libro de 1994 (De los hechizos de Merlin, a la píldora anticognitiva, Alfadil Ediciones), la investigadora venezolana Gloria Martín efectúa una valiosa contribución al estudio de los campos culturales (la “cultura erudita”, la “cultura popular”, la “cultura masiva”).

 

El libro analiza y describe cómo a partir del siglo XVII, la emergente clase dominante (la burguesía) –sobre todo a partir del éxito de la Revolución Francesa (en lo político) y la Revolución Inglesa (en lo industrial)– comenzó un largo y arduo proceso de imposición de su concepto de cultura sobre el resto de las clases sociales. De tal suerte, en un principio, vampirizó a la cultura de las antiguas clases dominantes (la nobleza y el clero) y la cultura popular, tomó los elementos que le servían de éstas y los reelaboró en objetos artísticos (poesías y textos de ficción escritos en la lengua del hombre común en lugar del vetusto latín de los clérigos; obras de teatro que satirizaban la antigua visión teocéntrica del Universo; pintura de temas seglares en lugar de la antigua plétora de temas bíblicos) que legitimaban su visión del mundo, fundada en el liberalismo económico, la preeminencia de la razón humana y la moral puritana del trabajo.

 

De tal suerte, al inicio del cuarto capítulo del libro (El modelo proto/masivo: la cultura de puerta en puerta) Gloria Martín cita al autor español J. Martín-Barbero para elucidar el propósito de este proceso de reelaboración y transformación cultural:

 

“Mucho antes de que la antropología se hiciera disciplina científica, la

burguesía puso en marcha la ‘operación antropológica’ mediante la cual su

mundo se convirtió en el mundo y su cultura en la cultura […] La idea de

cultura va a permitirle a la burguesía escindir la historia y las prácticas

sociales (moderno/atrasado, noble/vulgar) y al mismo tiempo reconciliar las

diferencias, incluidas las de clase, en el credo liberal y ‘progresista’ de una

sola cultura para todos”. (J. Martín-Barbero)

 

Esta reconciliación sólo lo va a ser en apariencia. Así, el campo cultural de la clase dominante –que con los crecientes avances científicos que han traído los siglos va convirtiéndose más y más en clase tecnocrática– ha devenido en una cultura erudita que, lejos de tener un carácter universal, va haciéndose cada vez más y más especializada, cada vez más y más dependiente de la tecnología, cada vez más y más separada del resto de las clases sociales y, por ende, cada vez menos y menos universal… ¡cada vez menos y menos cercana a la realidad cotidiana!

En la otra acera, está lo que suele denominarse como “cultura popular”, esa suma de saberes que la humanidad ha acumulado desde los albores de la civilización y que abarca desde las fiestas tradicionales que signaban el paso del tiempo y las más antiguas manifestaciones de las artes hasta las ancestrales formas de practicar materias tan disímiles como la medicina, la agricultura o la gastronomía. Es esa cultura popular, frecuentemente menospreciada por la cultura de élite, la que, de manera paradójica, suele proveer de identidad a esas sociedades y naciones que las clases dominantes suelen regir. Y así, aunque sean industrialmente elaborados, nada nos hace sentir más venezolanos en una fiesta que comer uno o muchos tequeños; el argentino rebosa de argentinidad al cebarse un mate a media tarde y el italiano nunca se siente más itálico que al comer un buen plato de pasta (aunque los tomates de la salsa hayan sido previamente tratados y enlatados en una fábrica).

Entre la cultura de élite y la cultura popular, ha surgido un mediador –un intermediario que con el paso y el peso del tiempo se vuelve cada vez más omnipotente; un mediador que, poco a poco, se ha transformado en regidor- que es la cultura de masas. Ésta tuvo su origen como proyecto de la burguesía para imponer su cosmovisión al resto de las clases sociales. Al considerar que el saber erudito no era digerible para el grueso del pueblo no ilustrado, la clase dominante emergida de la revolución industrial comenzó a utilizar los medios de difusión masiva como una manera de difundir su visión del mundo y sus valores a través de bienes culturales que fueran fácilmente asimilables y digeribles para la masa. El ya citado Martín-Barbero lo expresa en estos términos:

 

“… Ya desde el siglo XVII vemos ponerse en marcha una producción de

cultura cuyo destinatario son las clases populares. A través de una ‘industria’

de relatos e imágenes se va a ir configurando una producción cultural que a la

vez media entre y separa las clases. Pues la construcción de la hegemonía

implicaba que el pueblo fuera teniendo acceso a los lenguajes en que aquélla

se articula (…) No hay hegemonía -ni contrahegemonía- sin circulación cultural…”

 

Y fue así que la precaria literatura de cordel del siglo XVIII devino en la prensa escrita y en el folletín del siglo XIX…

 

El folletín mutó en novela independiente del periódico y luego en el bestseller del siglo XX

 

El bestseller empezó a devenir en serie de TV o en filme; a su vez, estos se transformaron en juegos de video, en videos para descargar de internet, en video-clips que contemplamos en nuestros teléfonos celulares… y en toda esa infinitud multimediática del siglo XXI que copa nuestro tiempo libre –vale decir, ese lapso cada vez más breve que separa a nuestras horas laborales de nuestras horas de sueño-  nuestra atención, nuestras mentes, y –corriendo el riesgo de parecer poco secular- hasta nuestras almas.

 

En su libro, Gloria Martín describe la situación con este muy claro ejemplo:

“El televisor suple el espacio donde antes familiares y amigos se, reunían para hablar.

Suple a la plaza pública, suple a la fiesta bulliciosa, suple la complicidad de las tabernas, suple las veladas colectivas de lectura en voz alta, suple el fervor de las catacumbas obreras. Sin el calor del cara a cara, el televisor, en frío, imita el aliento del goliardo, del juglar, del vagan, de las brujas, de la rueda/rueda, del lanzador de consignas. El televisor es el nuevo “hablante”, la nueva dama de compañía”.

            El libro, como ya mencionamos, es de 1994.  Sustitúyase la palabra “televisor” por “teléfono celular”, “nintendo”, “laptop”, “internet” y la situación será la misma.

De tal manera, la cultura de masas, como aquel homúnculo creado por el doctor Frankenstein, ha venido cobrando un carácter tan hegemónico que establece su dominio en hogares, ciudades y naciones; no la refrenan ni las artificiales fronteras de los países ni las etéreas alturas del espacio sideral; su avasallante parafernalia tecnológica –que va desde los metálicos satélites que orbitan al planeta hasta nuestros reproductores de MP3– diluye en su incuantificable océano de bytes a las antiguas culturas ancestrales y a la erudita cultura de las clases dominantes.

Así, la desatada criatura parece devorar al creador, el medio se torna en el único mensaje… y el antiguo mediador rige hoy, como un huésped alienante y omnisciente, a los hombres y mujeres que aún fingen creerse élites y masas, gobernantes y gobernados, regidores y regidos.

SOLTAR A TU FAMILIA DE NACIMIENTO (JESHUA)

Jeshua
Jeshua


Esta canalización se mantuvo el 10 de octubre de 2004 en nuestro lugar de trabajo en Tilburg.

Eltexto hablado ha sido luego corregido en cierto modo para facilitar su lectura.
Este mensaje fue traducido desde el holandés al inglés por la dra. Wendy Gillissen (sitio web http://www.reincarnatietherapie.com), y luego desde el inglés al español por Sandra Gusella. sgusella@gmail.com

Querida gente, es para mí un gran placer estar con ustedes nuevamente.
Cuando estoy con ustedes y hablo a través de Pamela, siento su presencia y los veo como energía de luz, buscando su camino a través de un mundo oscuro, donde a menudo encuentran dificultades y energías con las cuales no saben cómo tratar.
Todos ustedes son valientes guerreros. Su sola presencia en un cuerpo físico en la Tierra habla de su enorme coraje y disposición para luchar con las energías oscuras y con los obstáculos que encuentran dentro de ustedes mismos. Pamela está preocupada por la palabra ‘luchar’ que uso aquí. Pero yo sin embargo uso la palabra aquí porque ustedes, en cierto modo, son luchadores: luchadores que no sólo resuelven dificultades con el amor del corazón, sino con la espada del discernimiento.
Discernimiento significa: ser capaz de reconocer claramente cuando las energías no están en armonía con las suyas (por lo tanto ustedes pueden soltarlas de su campo de energía). El discernimiento es la energía de la espada, la energía masculina, y la importancia de éste a la luz del tema que voy a discutir hoy es grande.

Quiero hablar acerca del período de transición, como ustedes lo llaman, el período que a veces es llamado la transición de Piscis a Acuario, o de la Tercera a la Quinta dimensión. Ustedes les han dado muchos nombres a esta transición energética que está actualmente aconteciendo en su esfera terrestre.


Yo no quiero hablar acerca de esta transición en términos de eventos externos, en términos de predicciones sobre lo que va a suceder en su tierra. Por ejemplo sobre el número de terremotos o catástrofes que aún deberían tener lugar antes de que el cambio pueda ser completado.

Yo quiero hablar acerca del cambio del corazón.

En muchos de ustedes hay una necesidad de una cierta seguridad. Por esta razón ustedes a veces confían en las teorías sobre la transición y en las predicciones acerca de las cuales leen o escuchan. Ustedes se dejan llevar por motivos de temor y/o curiosidad. Pero al hacer esto, a veces pierden de vista el hecho de que las mismas energías turbias pueden estar asociadas con esas predicciones.

Por lo tanto yo les pido que cuando lean acerca de predicciones del futuro, acerca de este período de transición, siempre pidan la fuente. Pídanla con su corazón, sólo sientan de qué fuente energética vienen esas especulaciones, esas teorías sobre la transición. ¡Usen la espada de su discernimiento!

Yo los aliento mucho a comprender este período de transición en términos internos.

Por consiguiente hablo de la transición de la conciencia basada en el ego a la conciencia basada en el corazón. He descrito en detalle esta transformación interior en las series de los Trabajadores de la Luz, que se encuentran en el sitio web de Pamela y Gerrit. Hablo en estos términos porque se trata de una transformación interior que todos ustedes pueden sentir dentro. No hay nada fuera de ustedes que necesiten para este cambio, y nada fuera de ustedes puede abstenerlos de esto. Tampoco hay un ‘límite de tiempo’, un período en el cual algo haya tenido que ser ‘hecho’ a tiempo. Es una transformación interior que ustedes, personalmente y singularmente, van haciendo paso a paso.

En esta canalización quisiera ilustrar este proceso de transformación (del ego al corazón) con un tema con el cual todos ustedes están profundamente implicados: la relación con su propia familia de nacimiento.

Cómo ustedes se relacionan con su familia, dice mucho acerca de su propio progreso en la transición de la conciencia basada en el ego a la conciencia basada en el corazón.

Su nacimiento aquí en la tierra puede ser comparado con una especie de caída a la oscuridad, pero no conectada con ninguna asociación de pecado y culpa. Es realmente una zambullida a la profundidad que ustedes tomaron concientemente desde una cierta capa dentro de su alma. En el momento en que ustedes se sumergen, sin embargo, están en un estado de inconsciencia, luego están inmersos en el mundo de la materia. En ese momento, ustedes arriban al útero de su madre.
Por un lado, ustedes llevan consigo una energía muy brillante, la energía del Hogar. Ustedes aún recuerdan cómo es estar en el Otro lado, ustedes recuerdan el amor que sentían a su alrededor como algo natural y la unión con todo lo que es, todo lo que vive.

Cuando ustedes descienden a la tierra como un embrión, estas energías del Hogar aún están fuertemente con ustedes. Pero al mismo tiempo ustedes se confrontan con lo que yo llamo el ‘paradigma de los padres’.

Paradigma es una palabra que significa tanto como visión del mundo, pero ésta abarca mucho más que eso. No sólo contiene los pensamientos y convicciones de sus padres sino también sus sentimientos, sus emociones más profundas. Toda esa ‘red de seguridad’ es el paradigma dentro del cual se sumergieron como una nueva alma que viene a la tierra, al comienzo de su nueva encarnación.
Ustedes están inmersos en la realidad de la ‘tercera dimensión’, o como a mí me gusta llamarla: el mundo de la conciencia basada en el ego, como está representado en sus padres. Ésta es una realidad energética en la cual predominan ciertas ilusiones.

Quiero mencionar aquí las tres ilusiones más importantes.

1.  La pérdida de la maestría
La primer ilusión es la ilusión de la pérdida de la maestría.  Esta ilusión les hace olvidar, mientras viven, trabajan, y están vivos en la tierra, que ustedes son los creadores de todo lo que sucede en su vida. Ustedes no reconocen lo que sucede en sus vidas como su propia creación, de vez en cuando ustedes piensan que son una víctima. Ustedes creen que hay poderes, más grandes que ustedes, que pueden hacer y planear su vida. Ésta es la pérdida de la maestría.

2. La pérdida de la unidad
Y luego, con la zambullida dentro de lo profundo, esa zambullida dentro del paradigma de sus padres, quienes han vivido en la ilusión por bastante tiempo, también está la pérdida de la unidad con todo lo que vive. El reconocimiento de unidad entre ustedes y el mundo, entre ustedes y ‘el otro’ está perdido para ustedes. Dentro de la conciencia basada en el ego existe la convicción de que todos nosotros estamos separados unos de otros, cada uno en un cuerpo separado. Existe la creencia de que vivimos en ese cuerpo y que cuesta mucho trabajo contactar a los demás. Es la ilusión del cuerpo como una prisión. Esa es la segunda ilusión.

3. La pérdida del amor
Y la tercer ilusión que quisiera mencionar aquí es la pérdida del amor. En la esfera fuera de la cual ustedes vienen a la tierra, la energía del amor ha sido un nutrimento patente. Cuando vienen aquí a un mundo relativamente oscuro, donde hay mucho desamor, comienzan a confundir amor con toda clase de energías que no son amor, como admiración de dependencia emocional. Más tarde en esta canalización retornaré a esta confusión.
Ahora, quisiera llevarlos a aquel momento cuando nacen aquí, un pie aún en el cielo, el otro en la tierra, en ese paradigma ustedes no encajan bien en todo eso. Siempre hay puntos específicos con los cuales sus padres están muy ligados al paradigma. También hay puntos donde ellos están libres de él, esto es decir, hay aspectos en los cuales la energía del corazón ha sido liberada en ellos. Pero siempre hay algunos puntos en los cuales ellos también están muy adheridos al paradigma de la conciencia basada en el ego.

Y ahí ustedes llegan, como quien dice, frescos desde el cielo. Lo que sucede luego en el desarrollo del niño en relación a sus padres, es que al comienzo se apegará muy fuertemente al paradigma de sus padres, y luego comenzará a soltarlo lentamente a medida que envejece. Este proceso de desarrollo está muy emparentado a la transición desde la energía del ego a la energía del corazón que está teniendo lugar en la conciencia colectiva de la humanidad como un todo.

Lo que está teniendo lugar a gran escala, también está sucediendo a pequeña escala, en el nivel de lo individual. La transición de la conciencia basada en el ego a la conciencia basada en el corazón en un micro-nivel a menudo ocurre al trascender las energías limitantes, cargadas de miedo, que ustedes han recibido de sus padres durante su infancia.

Quiero describir esta transformación de la conciencia a una pequeña escala, por ejemplo describiendo la relación entre padres y niños, porque es muy fácil para ustedes reconocerlo al nivel de la experiencia personal. No me gustan las predicciones o anuncios que no están a tono con la experiencia, que no pueden ser reconocidos por su propio corazón, por sus propios sentimientos. Es por esto que yo les pido a ustedes otra vez: cuando lean o escuchen un material sobre el período de transición, por favor cuestiónenlos con su corazón y vean si encajan con su propia experiencia. Porque ustedes ya no son estudiantes, todos ustedes son maestros. Su propia experiencia es el criterio de prueba.

Sus corazones están llenos de sentimientos intuitivos, tiernos y apacibles, acerca de lo que está sucediendo. Confíen en ellos. Cómo se definirá exteriormente este cambio interno de la conciencia, en la realidad física de la tierra, todo eso no es importante. Triunfaremos cuando triunfemos.
Es el paso del corazón, el paso interior, en el reino de las emociones, lo que realmente cuenta en la transición de la Nueva Era.

En el momento en que comienzan la vida aquí en la tierra, ustedes se topan con la realidad principalmente a través de sus padres. Al llegar aquí ustedes traen consigo la memoria del Hogar, y sienten una apacible sensación de nostalgia. Hemos mencionado anteriormente el trauma del nacimiento cósmico (ver la canalización 3 en estas series), que ustedes llevan consigo como un alma, por todo el camino desde el comienzo de su viaje a través de todas sus vidas en la tierra y en otra parte. Pero cada vez que ustedes comienzan a vivir como un niño en una vida terrenal específica, también hay un trauma de nacimiento. Quiero decir esto principalmente en un sentido psicológico: despedirse siempre del Hogar, y la necesidad de corregir esto, de encontrar su propio camino en la energía de la tierra.

En el momento de su nacimiento, los padres pertenecen a la energía de la tierra. Ellos ya se han adaptado a esta dimensión, a las leyes que se aplican aquí. Con frecuencia son leyes limitantes, en el área de las normas sociales e ideas que los padres han absorbido marcadamente, las cuales no son patentes para el niño en absoluto.
De este modo los padres representan para el niño la conciencia basada en el ego, el paradigma de las tres ilusiones. El niño se enfrenta a esto por medio del hogar paternal, y el modo en el que este paradigma se ha desarrollado en los padres, lo influenciará marcadamente el resto de su vida.

Por supuesto que los padres –Pamela me pide que agregue este pensamiento, porque no quiere que los padres sean puestos bajo una luz desfavorable – en algún momento también han sido niños, y han ido a través del mismo proceso. Los padres no fuerzan concientemente sus miedos e ilusiones sobre sus hijos. Por más que sea, en la etapa en que ellos tienen hijos, los adultos inconscientemente han absorbido muchas energías del viejo paradigma basado en el ego, el paradigma que está formado por las tres ilusiones que hemos mencionado anteriormente.

El niño entra a esto fresco y nuevo y se da cuenta de que la realidad no se corresponde, no está en armonía con lo que él estaba acostumbrado. En esa fase muy temprana de su vida, el niño está en un estado de conciencia más bien pasivo. Está muy abierto en sus ser, en su mente y en sus sentimientos, y absorbe todo lo que lo rodea. Especialmente en los tres primeros meses la habilidad del niño para absorber es increíble, asimila todo de la realidad energética que lo rodea, dentro del núcleo más profundo de sus células.
Él se bebe de un solo trago, y la experimenta como realidad, la realidad energética del entorno directo, usualmente la de los padres. Por otro lado, aún está dentro de él aquella ‘pieza del cielo’, aquél núcleo de ser puro, incondicional que no es afectado por las ilusiones.

En cierto modo estas realidades energéticas chocan entre sí, pero el niño mantiene esto escondido de él mismo. Porque este conflicto es demasiado doloroso para experimentarlo en esta etapa muy vulnerable en la cual el niño se encuentra cuando es un recién nacido. Para esconder esta colisión, este conflicto interior para él mismo, el niño se acomodará a su entorno. Él quiere hallar una ratificación, en su ambiente, para estas energías de amor, de unidad, y de maestría que aún están presentes en él en su estado natural.

El niño aún es maestro de su realidad, se siente unido y uno, tiene amor, pero quiere que éste sea confirmado por su entorno. Él comienza a buscar confirmación, pero con frecuencia recibe confusos mensajes de su entorno.
Sus padres quieren darle amor, pero también hay mucho miedo en ellos. Hay mucha energía bloqueada que no puede fluir, que ellos no se permiten que fluya. También hay en los padres un anhelo, una sensación de añoranza por su propia maestría, su amor, su vínculo natural con Todo lo que Es, pero ellos han perdido este estado de la mente hace mucho tiempo. Ellos se han habituado tanto a la vida en la tierra con todas sus ilusiones, que han comenzado a considerar estas ilusiones como reales.

Por lo tanto inconscientemente, los padres criarán a sus hijos con energías que son confusas para ellos. Y otra vez, hasta un cierto punto los padres no pueden ser culpados por esto, en el sentido de que en un nivel conciente ellos a menudo se están esforzando mucho por dar a sus hijos lo mejor.

Cuando un niño nace, los padres a menudo tendrán una abertura a más luz y amor. En aquel momento, un núcleo de amor incondicional, divino será tocado en los padres. Ellos sienten el carácter sagrado del nacimiento y del pequeño ser que se ha confiado en ellos y en la vida. Al nacimiento del niño sus corazones están abiertos de par en par, y ellos están en contacto con su propio ser divino, sagrado. Pero esto con frecuencia es temporal, porque más tarde todo comenzará a calmarse, a envolverse otra vez en la realidad energética de los padres que existía antes del nacimiento del niño. Y así la abertura a la realidad basada en el corazón que estuvo ahí, también puede cerrarse otra vez y con frecuencia lo hace. Los padres retroceden a sus viejos modos de pensar, sentir y querer.

¿Y entonces qué sucede con el niño que crece?
La mayoría de los niños eligen adaptarse tan enfáticamente al paradigma paternal, que ellos pierden el contacto con su energía del alma original, aquella de la que aún tenían mucha conciencia al comienzo de su encarnación. En esta primer fase de la vida (hasta la pubertad) ellos están tan preocupados en enfocarse en este mundo, y en conseguir el amor y la atención de sus padres, que ellos mismos olvidan quienes son.

El niño tiene un desenfrenado anhelo por amor y cercanía y cuando los padres no pueden proveerlo suficientemente, el niño se inclinará hacia otro lado para conseguirlo de cualquier forma. Él creará ilusorias imágenes de amor.
Él tomará por amor las energías indebidas, por ejemplo el orgullo de un padre cuando el hijo logra algo que en el mundo externo es visto como inteligente o bien hecho. Esta clase de orgullo paternal en realidad no tiene nada que ver con el niño. No es un orgullo en un logro interior, sino en un desempeño externo que no se origina necesariamente en los impulsos internos del niño. El niño puede crecer viendo a esta clase de orgullo como amor. Y a menudo más adelante en su vida llegará a trabajar muy duro y no entenderá, siendo un adulto, por qué tiene el impulso a trabajar tan duro todo el tiempo, por qué el trabajo ha llegado a ser una adicción para él.

Una segunda distorsión o imagen ilusoria del amor es cuando el niño comienza a confundir amor con dependencia emocional. Muchos padres han experimentado ellos mismos una falta de amor real durante su infancia. Ellos no se han sentido verdaderamente acogidos en una atmósfera de cordialidad y seguridad. Cuando luego ellos mismos tienen un hijo, lo abrazan con señales mixtas. Por un lado, está el amor genuino, por otro lado está la necesidad subconsciente de suplir la pérdida. Los padres intentan sanar sus propias heridas emocionales encontrando el amor y la seguridad emocional, que ellos perdieron en su pasado, a través de la relación con sus hijos. Cuando esto sucede, el niño recibe señales muy confusas por parte de sus padres.
La energía lo pondrá al tanto, los mensajes “te amo” y “te necesito” estarán indisolublemente intrincadas. Por este enredo, que ustedes podrían imaginar como una espiral de cuerdas retorcidas, el niño comienza a asociar amor con necesidad. Este enredo o ilusión es el comienzo de una relación emocional de dependencia entre padres e hijos, que puede tener un resultado muy destructivo, no sólo en la relación padre-hijo, sino también a la larga en las relaciones íntimas que el niño tendrá como un adulto.

En las relaciones que tenga con otros adultos, él o ella podrían fácilmente comenzar a pensar que ‘ser necesitado’ es un ingrediente esencial del amor en esa relación. Podrían entonces comenzar a interpretar los sentimientos de dependencia, incluso los celos y el carácter dominante, como una forma de amor, mientras que estas energías son diametralmente opuestas al amor.

Resumiendo, ustedes ven que siendo niños en el nacimiento aterrizan a un paradigma paternal que en el comienzo, es decir la primer mitad de sus vidas, causará totalmente mucha confusión. Es como si ustedes fuesen llevados por mal camino, y en un cierto momento entran a sus vidas oportunidades y posibilidades que los invitan a investigar, a desenredar el nudo. Entonces podrían sufrir una crisis de identidad, en la cual ya nada es cierto y ustedes constantemente dudan de quienes son y de quienes no son. Esto se ha descrito en las series de los Trabajadores de la Luz como la primer fase de la transición del ego al corazón.

El verdadero desenredo de sus ilusiones y errores toman lugar cuando ustedes contactan la energía del corazón, también descrita en la series de los Trabajadores de la Luz. En cuanto a sus padres, esto significa ser realmente capaz de liberarlos y perdonarlos interiormente y comenzar a seguir su propio camino.

En cierto sentido ustedes han sido las víctimas de sus padres; sus padres como representantes de la conciencia basada en el ego durante su infancia. Ustedes han vivido temporalmente y parcialmente de acuerdo a sus ilusiones. En cierto modo, ustedes no tuvieron opción, mientras fueron niños. Sin embargo, trascender este estado de ser la víctima es uno de las rupturas más poderosas que ustedes pueden tener en sus vidas. Cuando ustedes pueden reconocer las impresiones energéticas más profundas de su infancia como tales esto los vuelve una persona libre, y luego deciden cuáles les convienen y cuáles es mejor soltar. Esto es maestría.

Entonces ustedes ya no se adaptarán subconscientemente a los deseos y anhelos de sus padres, cuando no sean los suyos propios. Al mismo tiempo, ustedes ya no se rebelarán contra ellos tampoco. Ustedes pueden ver las impresiones que no les conviene simplemente como algo que no pertenece a su período. Ustedes no necesitan juzgar a sus padres nunca más por cargarlos con estos aspectos. Ustedes no tienen que luchar contra ellos nunca más.

Ustedes son introducidos a la conciencia basada en el ego a través de sus padres y ustedes la trascienden nuevamente a través de sus padres, específicamente liberándolos a ellos en amor y perdón y reconociéndose a ustedes mismos como el maestro independiente que son. Éste es el reclamo de su maestría, el reconocimiento de que ustedes son los creadores de su vida y de todo lo que han elegido, incluso del camino equivocado que han tomado.

Los Trabajadores de la Luz y sus padres

Llegado a este punto quisiera hablar específicamente sobre las almas Trabajadoras de la Luz. También ellas al nacimiento se sumergen dentro del paradigma de los padres que han elegido para ellas mismas como almas. Ahora, los Trabajadores de la Luz frecuentemente llevan con ellos una asignación extra en relación con los padres o con el paradigma paternal.
Los Trabajadores de la Luz, cuando vienen a la tierra, tienen la intención de plantar la semilla, los brotes de la conciencia Crística, la energía de la Nueva Era. En un sentido incluso más profundo que las otras almas, Los Trabajadores de la Luz tienen el propósito de comprender el paradigma del corazón en la realidad terrenal. Específicamente por esta razón –y esto puede parecer una paradoja- muchas almas Trabajadoras de la Luz eligen familias para encarnarse en ellas, en las cuales hay mucha oscuridad. Con oscuridad me refiero simplemente a las ilusiones de las cuales hablé anteriormente, las tres ilusiones que llevan a la pérdida de su maestría, a la pérdida de su verdadera unidad, a la pérdida del amor.
Así, cuando los Trabajadores de la Luz vienen a la tierra con una conciencia desarrollada, un refinamiento o ‘antigüedad’ en sus almas, ellos terminan en familias donde algo está sucediendo, donde una cierta ilusión es experimentada al extremo. Por la naturaleza de su misión, los Trabajadores de la Luz son como un imán arrastrado a situaciones donde la energía se ha quedado atascada, donde la energía está paralizada como en un callejón sin salida. Ellos sienten como su tarea el hacer que la energía fluya nuevamente ahí.

Y es por esto que los Trabajadores de la Luz frecuentemente nacen dentro de familias difíciles.

Cuando ellos comienzan la vida, los Trabajadores de la Luz a menudo tienen una fuerte confianza  de que ellos encontrarán la salida, de que ellos superarán la energía limitante. Sin embargo, cuando ellos nacen como niños y crecen, están expuestos a los mismos dilemas y confusiones como cualquier otro niño. En un cierto sentido, ellos incluso experimentan esta confusión más profundamente y más intensamente. Debido a que llevan consigo mucho de la energía del Hogar, ellos (interiormente) chocan frontalmente con los modelos de energía bloqueada en su entorno y esto los hiere profundamente. Así existe un cierto riesgo implicado en el viaje de los Trabajadores de la Luz hacia aquellos lugares de oscuridad o error. Es una misión peligrosa. No olviden por qué yo los llamo a ustedes valientes guerreros, es por esta razón.

Su nacimiento aquí es un aterrizaje en un paisaje inhóspito con solamente ustedes, su conocimiento interior, como equipaje. Hay una baja resonancia con el ambiente, no mucho reconocimiento y admisión de quiénes son ustedes. Es el extranjero que ustedes buscan como un Trabajador de la Luz. Como un Trabajador de la Luz ustedes son los pioneros que quieren cambiar la dirección a algo, cambiar algo, y ustedes siempre son los primeros en hacer eso en ese ambiente.  Por lo tanto ustedes no se encuentran con sus semejantes en ese momento. Y eso hiere, es duro para un alma humana. Como una entidad espiritual ustedes han elegido este camino concientemente pero como un ser humano, mientras son niños puede ser cruel. Es por esto que yo los incito a sentir y a reconocer ese dolor en ustedes mismos, porque sólo haciendo eso pueden trabajar con eso y liberarlo. Es el dolor de un niño que está desamparado y que nunca encuentra reconocimiento de su originalidad. El niño es un extraño en ese ambiente. Los Trabajadores de la Luz experimentan esto incluso más porque ellos son 1. muy ‘diferentes’, y 2. buscan un ambiente donde el ser diferente no sea reconocido o sea aceptado con dificultad.

Todo el viaje del niño hacia la edad adulta e incluso hacia la vejez, puede ser visto como un desafío a encontrar nuevamente su propia, innata  luz interior. El desafío es ser, desde su interior profundo, conocer y sentir otra vez: “este soy yo, y esto es lo que yo he venido a traer aquí.”

Esto es especialmente verdadero para los Trabajadores de la Luz. Su asignación ante todo es llegar a ser quienes ellos son. Al hacer eso, ellos llevan a cabo su misión. No es su tarea mejorar el mundo. Es su tarea encontrarse a ustedes mismos. Y sí, el mundo llegará a ser un mejor lugar por esto, porque su Luz entonces brillará de un modo natural. Pero ustedes no tienen que trabajar para esto, sólo sucederá.

El verdadero trabajo es soltar todas aquellas pizcas de paradigma del ego (miedo, ilusión) que ustedes absorbieron tan profundamente cuando eran niños, durante los tres primeros meses y después.

Esta liberación es una tarea extremadamente pesada. No quiero desalentarlos diciéndoles esto. Más aún, yo quiero enseñarles a ustedes que pueden tener mucho respeto por ustedes mismos y que ustedes son los valientes guerreros que yo conozco. El desafío es realmente ser todo lo que ustedes pueden ser en un ambiente que no es el propio. Este es el trabajo del pionero, de aquél que allana el terreno para una nueva conciencia aquí en la tierra.

© Pamela Kribbe 2005

Traducción: Sandra Gusella

Por preguntas o información, contáctenos en

sgusella@gmail.com

ULISES RODRÍGUEZ: «LA VIDA, AL SER CONSTANTE APRENDIZAJE, ES TAMBIÉN HERIDA RECURRENTE. VEO EN LA POESÍA LA HERRAMIENTA DE SUTURA».

Ulises Rodríguez (foto Sarax Lozano)
Ulises Rodríguez (foto Sarax Lozano)


 Carmelo Urso: Estimado Ulises, un muy grato saludo desde Caracas, Venezuela. Antes que nada, me gustaría que te presentaras a nuestros lectores y lectoras. ¿Dónde naciste, creciste? ¿Qué estás estudiando? ¿Qué tal es Aguascalientes, la ciudad en la cual vives? ¿Desde cuándo escribes poesía?

Ulises Rodríguez: Primeramente, mi agradecimiento por la atención a lo que escribo. La palabra es puente y me resulta muy grato encontrar en “Sólo50” un extremo, un puerto de convivencia con otras voces.

Si me lo permites, comenzaré por Aguascalientes, una ciudad industrial que, al estar en el centro geográfico de México, recibe a personas de todas las regiones y a no pocos extranjeros, imprimiéndole esto un cierto aire de progreso y futuro. También, sus atardeceres son extraordinarios: en ellos se puede respirar la tan necesaria dosis diaria de esperanza y reconciliación. La ciudad es conocida como “la tierra de la gente buena” (y puede consultarse un amplísimo acervo fotográfico en http://fotocamino.posterous.com). Este lugar me recibió en el ’94, luego de haber pasado mis primeros once años de vida en Guanajuato. El cambio de residencia, este “cambio de mundos”, fue lo que me acercó a la escritura.

Estudié la licenciatura en Mercadotecnia y Medios de Comunicación, en la Universidad La Concordia.

Vista de Aguascalientes, México
Vista de Aguascalientes, México

Carmelo Urso: Calificas tu trabajo como protopoesía. ¿Por qué lo defines así? ¿Tienes algunas reflexiones sobre tu trabajo poético?

Ulises Rodríguez: La vida, al ser constante aprendizaje, es también herida recurrente. Veo en la poesía la herramienta de sutura. La poesía, creo, no es nombrar sino escuchar: cada objeto, rincón, gesto, momento, depara un mensaje diferente a cada cual. El poeta es el medio hacia sí mismo.

Denomino “protopoesía” a mi trabajo porque más bien soy autodidacta: es una manifestación de respeto a quienes sí dominan los complejos recursos de la palabra.

Poesía, sutura para las heridas del alma
Poesía, sutura para las heridas del alma

Carmelo Urso:  Eres un amante de ese género poético, tan entrañable para mí, como lo es el haiku. ¿Cuándo empezaste a desandar el camino de esa sucinta forma japonesa de hacer poesía? ¿Qué es lo que más te atrae de ella?

Ulises Rodríguez: La profundidad que ha de transmitirse mediante la economía de palabras fue lo que me llevó al haikú: sobre todo, porque devuelve al entorno la solemnidad que le es arrebatada por el vertiginoso ritmo de vida. Veo en el haikú la más noble manera de legar memoria sobre aquel lugar en que se vive o se transita.

Carmelo Urso: Desde hace algún tiempo, muestras tus trabajos en el blog “Percibo, luego escribo” http://perciboluegoescribo.wordpress.com/ ¿Qué te ha llevado a regentar esta página? ¿Te parece la internet un vehículo ideal para publicar y compartir poesía?

Ulises Rodríguez: Cada cual pasa sus días cumpliendo un rol determinado, sea familiar, laboral o social. Cada rol implica una personalidad constante y se enfoca en resultados.

La figura del escritor, del poeta, del que aspira a serlo, no encaja fácilmente en las estructuras cotidianas, pues busca interpretaciones. Por esto, ha de procurarse una estructura nueva en la cual haya interés compartido.

La internet ha sido para la poesía y sus adeptos, como lo ha sido para todo, el vehículo adecuado hacia el encuentro y  el diálogo que generalmente no puede entablarse con el de al lado (amigo, colega, familiar).

Esto me llevó a publicar en dicho blog.

 Carmelo Urso: El poeta español Federico García Lorca expresó alguna vez que “Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio”. ¿Es para ti la poesía un misterio o una revelación?

Ulises Rodríguez: En poesía, detrás de una palabra hay un discurso; detrás de dos, un detonante y un silenciador: opuestos que son uno. Pero sabemos que la poesía se siente, más que entenderse. También es cierto que sentir es una forma de conocer. Me gusta más la poesía como revelación, como el puente que refiero; apreciarla como un misterio me sugiere más bien una barrera hacia ella.

Federico García Lorca
Federico García Lorca

Carmelo Urso: Tu poesía toma, en ocasiones, el derrotero de cantarle a la naturaleza; en otras, sigue la ruta de trovar lo citadino. ¿En cuál
de esos mundos te sientes más cómodo para escribir y vivir?

Ulises Rodríguez: Ha sido un proceso no premeditado. El entorno se asimila en diferentes grados: en las cosas naturales se encuentra el cómo y el dónde; en las personas y sus interacciones, el quién y el qué. Ambas vertientes han sido muy benévolas, afables, conmigo como observador y en ambas me encuentro cómodo y podría seguir este abordaje.

Pero hay otras preguntas que también habrán de contestarse: el para qué y el cuándo. Poco amables, poco entrañables, porque su respuesta es a futuro.

Carmelo Urso: ¿Qué autores te han marcado como lector y escritor? Si tuvieras que hacer una lista de tus cinco libros favoritos, ¿cuáles escogerías?

Ulises Rodríguez: Como lector, me gusta siempre volver a Octavio Paz y a Juan Gelman, sin restar atención a los nuevos autores. Como escritor, tres me han marcado especialmente: Matsuo Basho, Gaston Bacquelard y Guillermo Prieto.

Cometeré algunas injusticias, pero mis cinco libros favoritos son, sin importar el orden: 1) La llama doble, de Octavio Paz, 2) Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sábato, 3) Memorias de mis tiempos, de Guillermo Prieto, 4) Sendas de Oku, de Matsuo Basho, y 5) La poética del espacio, de Gaston Bachelard. Sé que mañana les sustituirán otros cinco.

Juan Gelman
Juan Gelman

   Carmelo Urso:  ¿Definirías tu trabajo como microliteratura? ¿Qué es lo que te atrae más, como lector y escritor, del arte de la brevedad literaria?

Ulises Rodríguez: No tenemos el margen para grandes lecturas, son muchos los distractores. Afortunadamente, la literatura, en sus formas breves, ha sabido contenerse en este molde de tiempo y, también, ha sabido “infiltrarse” en los tantos dispositivos de comunicación que hoy tiene el hombre, dispositivos que, subrayaría, son casi un órgano más del individuo.

Carmelo Urso: En esta época de herramientas digitales y literatura 2.0 ¿Apuestas por la vigencia del libro o crees que desaparecerá? ¿Se diluirá la poesía en el infinito hipertexto de la internet?

Ulises Rodríguez: Permanecerá el libro como mensaje, si bien su forma será otra. Con todo, esta mutación es sólo positiva para la inteligencia individual y colectiva. Siempre estaremos los nostálgicos con un estante en casa.

La poesía se multiplicará, se ha multiplicado, y ya está originando nuevas formas de apreciarla, de sentirla, de incluirla en nuestro entorno con formatos sorprendentes. Cada lector –lector con todos los sentidos- decidirá qué es poesía y qué no es, lo defenderá y lo promoverá.

Movimiento Fotocaminante de Aguascalientes
Movimiento Fotocaminante de Aguascalientes