«MILAGRO Y PERDÓN NO SÓLO ESTÁN RELACIONADOS SINO QUE SON LA MISMA COSA» (SERIE PRINCIPIOS DEL MILAGRO, 21-30)

milagro

Principio número 21: “Los milagros son expresiones naturales de perdón. 2Por medio de los milagros aceptas el perdón de Dios al extendérselo a otros”.

Carmelo Urso: En el contexto del Curso, ¿qué significa perdonar? ¿Cuál es la relación entre el milagro y el perdón? ¿En qué se diferencia el perdón del ego y el perdón de ese Dios que es Uno con su Hijo?

Paquita Diez: Perdonar es estar totalmente dispuesto y determinado a ver a la persona o situación de otra manera, estar dispuesto a pasar por alto todas mis ideas acerca de ello, a no basarme en ellas para mirar a los otros, y como dice este principio aceptar el perdón de Dios, en mí, como responsable, causa y fuente desde la cual se originó el error; es por eso que luego puedo extenderlo a los otros, que forman parte de mis proyecciones. Milagro y Perdón no solo están relacionados sino que son lo mismo, son la nueva Visión. El perdón del ego y de Dios, a mí me cuesta ya diferenciarlos porque ego y Dios siguen siendo la misma cosa, quizás diferentes frecuencias de la misma cosa, el ego en la más baja, la más confusa, con falta de comprensión, y Dios en la más alta, donde todo se experimenta como Uno, donde la expiación se ha completado y la comprensión, digamos, es tan elevada que ya deja de llamarse error y por tanto deja de necesitarse el perdón.

Principio número 22: “Los milagros se asocian con el miedo debido únicamente a la creencia de que la oscuridad tiene la capacidad de ocultar. 2Crees que lo que no puedes ver con los ojos del cuerpo no existe. 3Esta creencia te lleva a negar la visión espiritual”.

Carmelo Urso: ¿A qué llamamos –en términos del Curso- “la oscuridad”? ¿Y cómo es que el milagro nos permite experimentar lo que “el ojo del cuerpo” no es capaz de ver?

La falta o ausencia de Luz sería la mejor forma de describir a la oscuridad

Paquita Diez: Siempre la falta o ausencia de Luz sería la mejor forma de describir a la oscuridad. Los niños pequeños, cuando cubres un objeto con una tela delante de ellos, dicen que ya no está; la mentalidad infantil cree en la magia, por eso, aunque el objeto esté simplemente cubierto, ellos en su mente, creen que ha desaparecido, no existe. Así también, las mentes inmaduras creen que lo que está rechazado, oculto en el inconsciente, no solo personal sino colectivo, tampoco está. Corren un tupido velo a determinados pensamientos rechazados (oscuridad) y creen que ocultarlos es la manera de hacerlos desaparecer. Una mente despierta no necesita ocultar nada porque no rechaza nada, porque ha visto la naturaleza ilusoria de lo que se pretendería ocultar, y sabe que ocultarlo, por el contrario, sólo haría que fuera real para él, que existiera. Una mente despierta no concibe la inexistencia de algo ocultándolo sino permitiendo su exposición. Sólo por eso los milagros pueden dar miedo, porque supondría que van a dejar al descubierto todo aquello que uno ha pasado a la trastienda con el fin de ocultarlo, precisamente por haberlo juzgado o malinterpretado, por la falta de perdón y aceptación. Su falsa protección de lo que le atemoriza está basada en que lo que está oculto no existe. Y realmente no existe, pero en la mente del que lo oculta sí, ha hecho esos pensamientos reales, único motivo por el que puedan necesitar ser ocultados. Así, para poder sostener que lo que el ojo del cuerpo no ve, no existe, no le queda más remedio, porque se trata de la misma acción mental, que negar el paquete entero del recurso que supone la visión espiritual.

Principio número 23: “Los milagros reorganizan la percepción y colocan todos los niveles en su debida perspectiva. 2Esto cura ya que toda enfermedad es el resultado de una confusión de niveles”.

Carmelo Urso: ¿De qué “niveles” de realidad (o irrealidad) nos habla este principio? Estos niveles, ¿pertenecen al ámbito de la percepción o del Conocimiento de Dios? ¿Qué entendemos aquí por esa “confusión de niveles” que nos enferma? Las jerarquías espirituales –que de alguna manera establecen “niveles” o “grados” de autoridad y evolución entre Arcángeles, Ángeles, Maestros Ascendidos y Guías, ¿pertenecen al ámbito de la percepción o del Conocimiento del Padre?

Paquita Diez: Nuevamente, para mí, percepción-Conocimiento es solo una cosa, con distintas frecuencias. El milagro, al ser perdón, al ser puro alineamiento con la Verdad, reorganiza toda la perspectiva de la percepción, y ya no es errónea, y nos permite ver otra cosa, nos muestra una visión desconocida hasta entonces, y que ha deshecho el error, y esto cura porque lo que causaba la enfermedad era la mente que confundía y no comprendía lo que realmente estaba pasando, y la enfermedad era la manifestación de esa falta de claridad. Los niveles son lo que yo llamo frecuencias, pero partimos de que no nos salimos de la misma cosa, no cabe la separación, los niveles no hacen diferencias, los niveles solo expanden o contraen la percepción. Estos niveles que tú hablas, Arcángeles, Ángeles… pertenecen al ámbito de la percepción, los hemos establecido aquí, al simplemente darles un nombre, aquí necesitamos nombres, en el Conocimiento, en la Unidad, en la frecuencia tope, todo se hace Uno, no más nombres necesarios para aclarar nada porque todo está claro ahí.

Lo que causa la enfermedad es la mente

Principio número 24: “Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y resucitar a los muertos porque tanto la enfermedad como la muerte son invenciones tuyas, y, por lo tanto, las puedes abolir. 2Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. 3Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. 4Sólo las creaciones de luz son reales”.

Carmelo Urso: Hace tres años, vi morir a mi madre; hace dos, presencié la muerte de mi padre. Si soy honesto, vivo con miedo a morir o a que muera alguno de los míos (especialmente mis hijos). ¿Cómo es que yo he inventado la muerte cuando mis sentidos parecen proclamar que es una fase “natural” del “ciclo de la vida”? ¿Cómo puedo abolir la muerte? Este computador en el que tecleo, este cuestionario que te formulo, este Universo en el que me percibo viviendo ¿son simples episodios de una pesadilla inexistente? ¿Y cómo gestar “creaciones de luz”?

Paquita Diez: Las preguntas son un gran reto a describir lo que todavía tenemos que describir porque las mentes no han evolucionado suficientemente pero llegará el momento en que la mente lo alcanzará por pura experiencia de manera natural, que también es ya este momento, ahora mismo si lo queremos así. Nosotros estamos siendo los pioneros, digamos,… porque hasta el rol de pionero ya está caducado, ya lo actuaron otros antes, como Jesús, pero como el tiempo no es secuencial sino cuántico, o ascendente, (como dice el siguiente principio, el tiempo es Uno, con dimensiones), pues nos podemos considerar de ese grupo, pioneros, jajaja… Ok, nos ponemos por un momento en la frecuencia (nivel) más alta, ahí, somos creaciones de luz, ahí somos reales, ahí somos un milagro, ahí somos capaces de crear a semejanza del Creador, Uno con Él. ¿Crees que tendríamos algún interés ahí de investigar acerca de ninguna muerte? Allí todo es Vida, no concebiríamos la existencia de tal cosa como la muerte. Pero volvemos al lugar en el que están hechas las preguntas. No es que hayamos inventado la muerte, en la Ilusión, en el sueño, a eso de que la Vida deje de pasar en un cuerpo, en una forma concreta, le llamamos muerte. Por eso la muerte es parte de la Ilusión, una cosa más. Pero la Vida de ese cuerpo sigue siendo, siempre Es, siempre está. Como decía el científico, la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Aunque somos afortunados de haber encontrado una salida a este confinamiento, aún estamos en un cuerpo, y por lo tanto, todavía dándole valor, y creyéndonos dependientes de él, pues en este cuerpo y todo lo adyacente, todos los otros cuerpos, es donde yo estoy acostumbrado a ubicar la Vida. Retirarlo tiene que ser entonces amenazante para la mente que aún lo piensa así, hay que aceptar que lo sea, porque hay que aceptar todo para ir ascendiendo, el movimiento es de tierra a Cielo, sin dejarnos nada, porque estar aquí es el medio para un fin, estar Allí, y no al revés. Conforme nuestra mente vaya teniendo más hábito de ubicar la Vida Allí, en esa frecuencia y no en el cuerpo, el miedo irá disminuyendo. No hay que abolir la muerte, sólo saber que no es toda la Verdad, que no está contemplada en perspectiva, que no es el final, o sí, el final de algo, de ciclo, pero nunca de la Vida. Gestamos “creaciones de luz” perdonando, es nuestro más poderoso recurso, y perdonar es, como sabes, amar, aceptar, resucitar, incluir, rendirse a Dios, despertar, ver la verdad…esa es la Alquimia que hacemos aquí.

Gestamos “creaciones de luz” perdonando

Principio número 25: “Los milagros son parte de una cadena eslabonada de perdón que, una vez completa, es la Expiación. 2La Expiación opera todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo”.

Carmelo Urso: ¿Qué es la Expiación? Si la Expiación opera en “todas las dimensiones del tiempo”, ¿forma parte de la experiencia propia de la percepción?

Paquita Diez: La Expiación es el Perdón Total, la concepción o el reconocimiento de Inocencia, no queda ni rastro de culpa porque se ha “Comprendido”, se ha Visto, se ha colocado en su perspectiva correcta, alineada. Como el tiempo es Uno, cualquier cosa que perdonamos es extensible en sus dimensiones (pasado-presente-futuro). Por supuesto la Expiación, que en inglés es Atonement y por tanto podríamos traducir como Aunamiento, opera desde la Unidad, en todas las dimensiones. Todo lo que no es el extremo perfecto que es Dios, es parte de la experiencia de la percepción. Todos formamos parte de esa cadena, así que cada uno, al llevar a cabo el perdón en sí mismo, al aceptarse, constituye un milagro de esa cadena que va completando la Expiación.

La Expiación es el Perdón Total

Principio número 26: “Los milagros representan tu liberación del miedo. 2″Expiar” significa “des-hacer”. 3Deshacer el miedo es un aspecto esencial del poder expiatorio de los milagros”.

Carmelo Urso: En el contexto del Curso, ¿qué es el miedo? ¿Y a qué dimensión de experiencia accedemos cuando lo deshacemos?

Paquita Diez: El milagro deshace la mente que creía en el error, así que al ver claro, el miedo no tiene objeto. Perdonar es deshacer esa mente, al llamar a otra perspectiva mayor. Deshacer el miedo es el efecto de los milagros, su poder. El miedo, como antes, lo describimos solamente, para no darle valor real, como la ausencia o carencia de Amor. Y por tanto, deshacerlo, dejar de creer en él, nos lleva a la experiencia del Amor.

Principio número 27: “Un milagro es una bendición universal de Dios a todos mis hermanos por mediación mía. 2Perdonar es el privilegio de los perdonados”.

Carmelo Urso: ¿Quién es ése que habla y que dice con autoridad “por mediación mía? Si es capaz de mediar por nosotros, ¿es porque se trata de alguien superior a nosotros? ¿Para qué necesitamos su mediación? ¿Por qué nos llama “hermanos”?

Paquita Diez: Habla Jesús, la forma en su frecuencia más elevada, mediador como Espíritu Santo y Uno con el Padre. No es autoridad en cuanto que es superior sino en cuanto que es Uno. El privilegio de poder Ver, solo genera ofrecer visión, digamos que somos usados para eso al haberlo aceptado, ya que ni nos hicimos a nosotros mismos ni el perdón viene de nosotros tal como nos concebimos aquí, por eso lo de privilegio. Sin el Espíritu no somos nada, Su mediación es sólo la Gracia, el Espíritu, el aliento de Vida. Lo de “hermanos” es otro nombre, todo aquí tiene un nombre, nombre que tenemos asociado con familiar, con unión, con Filiación, con Uno, por eso llama a recordar.

Principio número 28: “Los milagros son un modo de liberarse del miedo. 2La revelación produce un estado en el que el miedo ya ha sido abolido. 3Los milagros son, por lo tanto, un medio, y la revelación, un fin”.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende en el Curso por “revelación”? ¿Por qué la “revelación” es un “fin” y el milagro (o cambio de percepción) un “medio”?

Revelación es la Visión Crística de la Unidad, no dual, es una experiencia, es lo que verdaderamente somos y por eso es lo que buscamos, y nos libera del miedo que era producido por no recordar Quien somos y habernos percibido sin poder. Se da cuando estamos listos para ver, cuando no vamos a morir del susto, cuando no nos va a producir más dolor y más miedo del que ya tenemos. Los milagros nos van preparando, digamos que es un acercamiento progresivo a la Visión, por eso los llama medios.

Revelación es la Visión Crística de la Unidad

Principio número 29: “Los milagros alaban a Dios a través de ti. 2Lo alaban al honrar a Sus creaciones, afirmando así la perfección de las mismas. 3Curan porque niegan la identificación con el cuerpo y afirman la identificación con el espíritu”.

Paquita Diez: Los milagros obrados por las Creaciones de Dios -vale decir, nosotros con el perdón al colocarnos en la frecuencia elevada- lo honran y alaban a Él, pues se han tenido que haber hecho por medio de la voluntad de identificarse con Él, con el Espíritu, curan porque no permiten que se siga percibiendo erróneamente. Después de ellos nada vuelve a ser lo mismo en la percepción, ha habido un reajuste, así que no se puede seguir sosteniendo a la enfermedad.

Principio número 30: “Dado que los milagros reconocen el espíritu, ajustan los niveles de percepción y los muestran en su debido lugar. 2Esto sitúa al espíritu en el centro, desde donde puede comunicarse directamente”.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende por “ajustar los niveles de percepción” y mostrarlos “en su debido lugar”? ¿Cómo podemos comunicarnos con el espíritu? ¿Acaso tiene una Voz que podamos escuchar? Y en caso de que la tenga, ¿cómo nos sintonizamos con ella?

Paquita Diez: Ajustar los niveles es devolver claridad, ampliar la imagen, poner al descubierto lo que antes estaba oculto no permitiendo que juzgáramos adecuadamente lo que estaba pasando y por eso nos producía dolor. Me viene a la mente el ejemplo de una cámara fotográfica, que girando el objetivo, mueve el diafragma haciendo pasar más o menos luz, y acerca y agranda o aleja y encoge el campo de visión. Ajustar los niveles de percepción sería algo así como girar ese objetivo, y ver la imagen desde cada una de las aperturas, desde cada uno de los niveles. Comunicarnos con el espíritu, que es lo único que comunica todo el tiempo, es callar las otras voces, quedarse quieto y estar en disposición de escucha, en el reconocimiento de todas las resistencias que ponemos para ello, sin pelearnos por no recibir su Voz más claramente,… escuchando nuestra voz interior, nuestra respiración… aquí ya sabes que cada uno encuentra su propio camino, su propio recurso y todos lo tenemos, el dialogo directo con el Creador, la Oración. Cada una de las lecciones del Curso de Milagros tiene potencial suficiente para reconectarnos. La Guia, la Voz también es muy individual, cada uno la escucha en su propio código. En mi caso, la mayoría de las veces, hasta ahora, me guía el hecho de estar en una situación imposible y me rindo. Mi guía es la Confianza de que esto no es, de querer con todas mis fuerzas ver otra cosa, la Voz puede ser que en tu mente aparezcan pensamientos nuevos, nuevas perspectivas que no habías visto antes, mayor Comprensión… En las experiencias que llamamos de Unidad, o místicas, la Voz es clara, y te dicta exactamente, y tu reconoces que es la Voz, pero a veces son sin Voz…

Dice el Curso en la lección 39 : “Estamos interesados únicamente en lo que es muy obvio, lo cual has pasado por alto en las nubes de complejidad en las que piensas que piensas.”

Por eso aunque parezcan muchas palabras, aunque parezca muy complejo, todo se va volviendo obvio.

Gracias, Carmelo, por permitirme oírme.

OSCAR ADIP: «JESÚS, AL IGUAL QUE NOSOTROS, NUNCA ESTUVO AQUÍ» (SERIE PRINCIPIOS DEL MILAGRO 1-10)

Oscar Adip

Carmelo Urso
https://carmelourso.wordpress.com/

Ocar Adip
http://www.myspace.com/oscar_adip

Carmelo Urso: Estimado Oscar, te invito ahora, para beneficio de los lectores y lectoras, a que comentemos los «primeros diez principios del milagro», los cuales se encuentran en el primer capítulo de UCDM.

Principio no. 1: » No hay grados de dificultad en los milagros. 2No hay ninguno que sea más «difícil» o más «grande» que otro. 3Todos son iguales. 4Todas las expresiones de amor son máximas».

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende aquí por milagro? ¿Cómo es eso que «ninguno es más difícil que otro»? ¿Acaso es lo mismo dividir las aguas del Mar Rojo, tal como hizo Moisés, que los trucos efectuados por un prestidigitador? ¿Y qué tienen que ver los milagros con el amor?

Oscar Adip: ¡Wow! ¡Carmelo y hermanos lectores! Antes que nada quiero confesarles una cosa… je, je, ¡es toda una confesion!

A pesar de que Un Curso de Milagros comienza con el prólogo, la introducción e inmediatamente después se inician los 50 principios de los milagros… o sea, en otras palabras es de las primeras partes del libro… considero que no es la parte más fácil de entender de dicho libro…

Para mí, este texto entra ya de lleno en una comprensión del puro no dualismo… el poder del hijo de Dios para obrar milagros una vez que se comienza a entender como unido al Padre o Fuente…

Hace una semana leí la entrevista que me hiciste la vez pasada… sentí una fuerte inspiración para hacer comentarios más puntualizados y ofrecer a los estudiosos o lectores la oportunidad de tener resultados prácticos con toda esta metafísica y psicología ultra-avanzada que describe el funcionamiento del sistema de pensamiento del ego en la mente, que es uno de los grandes regalos que nos ofrece Jesús en su Curso..

Y bien.. vamos con el primer principio… e intentaré citar todo cuanto esté a mi alcanze de la manera más precisa para compartir lo que me ha llevado a vivencias milagrosas… ¡Shalom a todos que somos el mismo y UNO!

La creencia en el miedo o no-amor es lo que nos pone en una situación de necesidad de milagros… partiendo de que lo que un milagro hace es tomar prestada la atención que tienes o tenemos invertida en el sueño (nuestros cuerpos… otros cuerpos… relaciones… pasado y futuro… el presente ilusiorio… y demás banalidades) y llevar esta atención al sueño interior… al soñador… a la mente misma… y establecer ahí lo siguiente: «Esto es sólo un sueño y su contenido (toda la separación, ilusión de multiplicidad, nacimientos, muertes, sexos diferentes, dualidades como salud-enfermedad, bien-mal, etc.) no es real».

La creencia en el miedo o no-amor es lo que nos pone en una situación de necesidad de milagros...

Se podría decir que en primera instancia hay que estar reconociendo que uno está en un estado en el que tiene la necesidad de los milagros… y desde allí invocarlos o pedirlos… pero el Espíritu no se detiene en ese punto… él hace lo suyo y eso es generalmente mucho más lo que sabemos, pensamos o quisiéramos pensar…. jaja… lo que hace la acción del Espíritu Santo o la mente recta cuando le permites llevar a cabo un milagro (vale decir, un cambio de mentalidad, cambio de interpretación o cambio de percepción), lo que hace el bondadoso y amable Espíritu -quien representa a nuestro verdadero SER-
es comenzarnos a enseñar cómo realizarlos… y cuándo ocurren finalmente comprenderemos, algun día, que en este mundo irreal no estaba pasando nada… ¡nunca!

Este mundo que percibimos es en verdad la imagen exterior de una condicion interior… donde parece estar pasando algo realmente es en la mente… lo que vemos es en verdad sólo la imagen externa de nuestras decisiones equivocadas… ¡o de las pocas correctas…! Y estas decisiones que la mente toma están basadas en todos los pensamientos que la mente misma se permite portar y validar… todo esto en un plan eternamente invisible e impalpable para los que creen que este mundo es real… no hay grados de dificultad entre los milagros… porque realmente todos son lo mismo… todo milagro es una acción amorosa del Espíritu que le ayuda a antender al «individuo» o parte separada que no se ha separado jamás… que no existe de manera individual… por lo tanto, su identidad verdadera es Dios.

Un Dios amoroso en verdad… y desde allí se cancela todo miedo, culpa, odio y conflicto interno que se pudiese haber elevado a nivel de verdad… por creerse uno cualquier otra cosa que no sea Espíritu puro unido a la Fuente o PADRE. Yo no estoy seguro de que las aguas del Mar Rojo se hayan en verdad abierto, tal como refiere la fábula bíblica… y jamás me atrevería a considerar como milagro el simple truco de algún mago o ilusionista… mas, sin embargo, curiosamente no dudo que Jesús haya levantado de la tumba a Lázaro y eso me trae puntos interesantes en los cuales meditar y aceptar que hay mucho que entender acerca de los verdaderos milagros… o de lo que verdaderamente son…

Jesús, al igual que nosotros, no estaba aquí… él estaba donde estamos todos: junto al Padre… sin Él no era nadie: así lo comprendió el Nazareno… y aceptó la expiación para sí mismo… aceptó que la voz de Dios que mora en él se estableciera en su mente (que es la misma de todas y todos nosotros)… que no existía modo ni manera en la que él no fuese perfecto y puro espíritu con Dios y en ÉL…

Entonces, así las cosas, este mundo nunca fue real… ni lo será ni lo es… y, por consiguiente, no hay nadie en este mundo… o en este lugar… de tal suerte, Lázaro nunca estuvo ahí o aquí…. y donde Lázaro creyó morir… o soñó morir… ¡ahí fue donde Jesús pidió o realizó un milagro para ambos!… para todos nosotros… uniéndose en su mente a Lázaro y aceptando que la muerte no existe… como no exsiten ni el pecado ni la culpa… ni separación alguna… ni mundo…

Obvio, Jesús es un maestro… que aprendió bien cómo y dónde realizar esto: en lo profundo de la mente… llevando a cabo correcciones impresionantes… incluso, en algo que parecía haber muerto ya… sin necesidad de conversaciones con el «paciente», etc… ¡qué impresionante…! Y al mismo tiempo, qué natural se vuelve cuando alguien entra en esos estados mentales milagrosos…

Los milagros tienen que ver todo con el Amor de Dios… porque son expresiones del mismo… no tienen por qué expesarse de la misma manera… ¡o forma!… pero siempre son expresiones de lo mismo… de lo que la expiación en sí establece… de lo que el perdón del Curso ofrece y también establece…

Vale la pena comentar aquí que, por ejemplo, Lázaro dejó el cuerpo o el mundo 2 o 3 días antes de que Jesús lo «resusitara»… porque este mundo es como un guión… hay cosas que están escritas -muchas más de las que quisiéramos o entendemos- y hay cosas que no cambian en el guión simplemente porque no tienen que cambiar… nada que esté destinado a ocurrir dejará de ocurrir… y nada que no esté destinado a ocurir ocurrirá nunca… hagamos lo que hagamos.

Aqui recordaré un énfasis que el estudiante del Curso de Milagros debería practicar para poder llevar a cabo el acercamiento necesario a la mente (el Reino de las Causas) y permitirse los primeros milagros… que lo lleven e inspiren por el camino que lleva de regreso a casa y a dedicar su «vida» a un propósito silencioso realmente divino.

Y esta es la cita: «no trates de cambiar al mundo… cambia tu manera de ver el mundo. Cambia tu mente en relación al mundo…
en otras palabras, cambia de mentalidad en relación con lo que estás viendo o parece estar pasando….».

Vale la pena admitir que lo que la mayoria de nosotros como buscadores espirituales… ¡buscamos es cambiar algo en el mundo!

Esperar ese cambio…

Anhelar ese cambio…

Añorar ese cambio en el mundo exterior…

¡…revela lo atontados que estamos por el ego mismo y lo lejanos que estamos de enteder la verdad!

Lo simple… y lo obvio… y lo coherente.. es que llegamos a adultos con creencias y esperanzas en el mundo que son completamente infantiles y que sólo nos llevan a la desesperanza…

Y al dolor…

Y a que sigamos cantando la canción de que somos víctimas…

…pequeñas victimas..

Y eso no es verdad… nunca.

Es duro, pero muy útil, llegar al momento de que no te importe ni tengas deseos de que algo cambie afuera…

¡¡…sino de conocer esa otra manera de hacer las cosas!!

Pensamos: «debe de haber otra manera para ser feliz, para sentirme bien».

Un Curso de Milagros dice: «el perdón es la llave de la felicidad».
Nunca dice: «ponerte un amuleto, tener pensamientos positivos o efectuar visualizaciones en las que todo está bien… es la llave de la felicidad».

O ahorrar mucho dinero… y ser bondadoso con la Tierra… y hacer servicios sociales… es la llave de la felicidad.
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Queremos sanar a un animal con la pata quebrada… o sanarle el cáncer a un familiar o vecino… pero no queremos ver como iguales a aquel que insultó a nuestra familia en el pasado… o permitir que la visión espiritual contemple con amor aquella otra religión que considero una estupidez… y cosas tan sencillas como esas.

Bueno… vamos al principio que sigue… espero que se estén divirtiendo.

Principio no. 2: «Los milagros -de por sí- no importan. 2Lo único que importa es su Origen, El Cual está más allá de toda posible evaluación».

Carmelo Urso: ¿Cuál es el Origen de los milagros? ¿Por qué no podemos evaluar esa Fuente con nuestros sentidos físicos? ¿Y cómo es eso que los milagros no importan? A mí, en lo particular, me encantaría cambiar el agua en vino, la bosta en oro…

Oscar Adip: ¡¡Jeje, eso está buenisimo Carmelo!! ¡¡Luego nos tomamos unos buenos vinos!!! Jeje… no sé si recordando algunos de los parrafos de arriba quede medio clarón…¡¡el por qué de que los milagros de por sí no importan!

Qué hermoso está eso… y es verdad… no importan en absoluto…
lo que importa es lo que establecen en ti… en el que los da y en el que los reciba… y establecen pasos para la expiación misma… estableciendo con la mayor claridad posible que Dios no tiene nada que perdonarle a su hijo porque su hijo verdadero nunca lo abandonó… sólo fue un sueño de abandono y separación… es todo… su origen, entonces, es el amor de Dios mismo… un amor que va de la mano de la experiencia de lo que es ese amor…

No es algo que las personas se estén ofreciendo entre sí… muy comúnmente… pero aquí puedo comentar algo gracioso.

Entre la pagina 3 y la 20 del texto del Curso… despuesito de los 50 principios, Jesús nos dice algo así:

LA NATURALEZA IMPERSONAL DE LA MENTALIDAD MILAGROSA ASEGURA TU GRACIA.

Por ejemplo: tú o yo nos interesamos en pasar una tarde o noche tomando vino en un buen bar y pasarla bien… tal vez bien acompañados… y embiagarnos un poco… y relajarnos… si es que tenemos el gusto por eso… realmente, cuando buscamos algo, casi siempre es desde la carencia, desde una sensación que dice algo así: «Estaré mejor después de esto… o haciendo esto en lugar de aquello»,
y emprendemos búsquedas en el mundo externo para saciar nuestras sensaciones de vacuidad… carencia… separación… etc…

La oración, la meditación y la concentración profunda nos llevan a alcanzar estados más apaciguados… más honestos… y más receptivos o anheladores de corrección… de escuchar la verdad en uno mismo… y esto produce que la mente sea «educada» o inspirada a soltar y permitir que se desvanezcan todas sus tonterías… es el caso de algunos yoguis budistas o místicos de diferentes tendencias… y desgraciadamente, no es el caso de muchos estuidantes del Curso…
aunque estoy seguro que el Curso es el camino directo y rápido a esos logros…

La mente vive una metamorfosis en la base del sistema de pensamiento que la gobierna…

Esta metamorfosis ocurre cuando la persona anhela aprender y cambiar de mentalidad… y sabe que lo necesita… que necesita medicina verdadera… corrección…

¡¡Cambios y cambios!! ¡El cambio!.. y ya sanada o purificada, la mente de aquel que se lo permita comienza a participar de estados donde no se reconoce como un Yo sino como el Todo… esto es todoooooooooo un estado mental… y tal estado mental asegura la gracia del devoto..
sin importar que haya milagros ocurriendo o no… o gente… o cuerpos envejeciendo, muriendo… cambiando…

Días y noches pasa el devoto… pasa todo su «tiempo» en gracia… pues no tiene fe en la separación…

Se abrió así a un cambio verdadero, ya no es un yo… ya va muy enfilado rumbo a casa…

Entonces, en esos estados… donde la mente sabe cuál es la identidad original y única de todo… no hace falta tomarse unos vinos… o poseer algo de oro para estar mejor.

No se puede estar mejor.

Principio no. 3: «Los milagros ocurren naturalmente como expresiones de amor. 2El verdadero milagro es el amor que los inspira. 3En este sentido todo lo que procede del amor es un milagro».

Carmelo Urso: El amor del que se habla en este principio, ¿es el que habitualmente sentimos los humanos por nuestros seres queridos? ¿Y cómo es que todo lo que procede del amor es un milagro?

Oscar Adip: Cuando yo leí por primera, segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta vez este principio, guardé silencio y oré.

Dije: «Padre… entonces… enséñame lo que es el amor… pues no lo sé en verdad… no lo sé…».

Y he tenido muy buenos resultados… les recomiendo a todos que lo hagan a su manera…

El amor humano… el amor de las relaciones… siempre simboliza cosas y estados de la mente… y no siempre es amor.

Pero a aquel que se le ama se le puede perdonar cualquier cosa… es más… no hay nada que perdonársele nunca.

Yo veo que ese amor no abunda ni en las mejores familias… y no tiene por qué… este mundo en verdad está ultra carente de amor…
mientras más abracemos a nuestro ego.., pero prosigamos con todo el dolor que ello tiene como consecuencia… no podremos amar…
ni comprender lo que es el amor…

Sí, ahora que lees esto… dices: «huy, pues yo sí sé lo que es el amor…». Entonces, ya no leas más… ¡¡Ya estás listo!!… o eres un completo deshonesto contigo y no quieres indagar un poco y aceptar que estás perdido…

O realmente comprendes el amor…

Pero si es asi… entonces… ¿¿qué haces buscando respuestas aquí en una entrevista??… vete a llevar tu luz al mundo que tanto le hace falta…

Principio no. 4: «Todos los milagros significan vida, y Dios es el Dador de la vida. 2Su Voz te guiará muy concretamente. 3Se te dirá todo lo que necesites saber».

Carmelo Urso: ¿Se puede acaso escuchar la Voz de Dios?

Oscar Adip: Sí… es completamente posible escuchar su voz… que es el Espíritu Santo…

Sólo el escucharla puede traerte beneficios inconcebibles…

Los milagros significan vida porque cancelan el sueño de muerte… en el que estamos sumergidos, atrapados..

Los milagros nos recuerdan que sólo la vida es real.

Escuchar la voz de Dios es muy impactante…

No puedes escucharla y pensar que este mundo es real… se hace obvio que no lo es al esucharla…

Y vuelvo a lo mismo… ¡se establese la expiación!… la salvación es lo único que cura.

La verdad es esa salvación y mora en todos… que somos el Uno, el mismo…

Principio no. 5: «Los milagros son hábitos, y deben ser involuntarios. 2No de­ben controlarse conscientemente. 3Los milagros seleccionados conscientemente pueden proceder de un falso asesoramiento».


Carmelo Urso: Cuando Jesús efectuó -de acuerdo al relato canónico- sus milagros en la Tierra, ¿acaso nos lo realizó consciente y deliberadamente? ¿Y de quién podría provenir ese «falso asesoramiento» del que habla este principio?

Oscar Adip: Expongámoslo asi:

Nuestra primera naturaleza es reactiva. Por ejemplo. supón que vas al trabajo; tienes que llegar en 10 minutos; vas bien, manejando tranquilo; de pronto, un carro se atraviesa; miras por el retrovisor y giras hacia la izquierda para maniobrar… pero caes en un hoyo… y la dirección del carro se daña o yo que sé… entonces el carro no puede andar más…

Llegarás tarde al trabajo aparte de los gastos de grúa y taller…

¿¿Cuál es nuestra reacción y comportamiento?? ¿¿¿Qué ponemos de manifiesto cuando esto ocurre???

Nuestra reacción es de molestia con los hechos; nuestro comportamiento es brusco e intolerante; de repente nos deprimimos;
reaccionamos y culpamos al mundo o al auto o al automovilista… o a nosotros mismos…

Nuestra primera naturaleza está llena de eso… de culpa…

El trabajo con Un Curso de Milagros y la práctica diaria con los ejercicios van logrando que alcancemos y fortalezcamos una «segunda naturaleza»…. donde otros pensamientos y otra percepción dominen nuestra mente y comportamiento…

Recordemos… nos comportamos como nos percibimos o como percibimos…

No es al revés… el ego es el que nos tiene convencidos de que es al revés -pero no lo es.

…entonces cuando empiezas a practicar el Curso…

…también te pasarán cosas… pero tu mente estará siendo gobernada desde lo profundo por pensamientos rectos… por una mente más coherente, divina… ¡¡pedonadora!!

Y dejas el milagro ocurrir… dejas que tu atención sea llevada del sueño de los hechos del guión a tu mente… y pides el milagro de que se establezca en ti la Voz de Dios… que se establezca el principio de expiación en ti…

Esto es lo que quiero decir cuando practico el ejercicio del Curso que dice:

QUE MI MENTE NO NIEGE EL PENSAMIENTO DE DIOS…

¿¿Por qué?? Porque mi mente tiene una primera naturaleza egoica.. y ésta es la negación misma y rotunda de la mente recta (o interpretacion del Espíritu) ¡la voz de Dios que apacigua y sana!

Entonces… pasa todo… y yo sonrío… pero de verdad… y no siento temor… o rabia… y no me preocupa tanto las concecuencias de llegar al trabajo tarde… ni de pagar la reparacion del auto o la grúa… es lo que pasa en este mundo..

Este mundo se está cayendo a pedazos… las paredes de nuestras casas se desgastan… las carreteras se llenan de hoyos… las pieles y cuerpos envejecen… etc…

Estas cosas pasan… la gente sana y sencilla lo ve claramente y lo entiende… esa gente está mucho más cerca de la sencillez que comrprende a Dios que muchos fanáticos y desesperados de las nuevas espiritualidades que quieren lograr un mundo perfecto y siempre feliz…

Y -obvio- seguir campantes con nuestros egos…

Pues lo lamentamos… Jesús y varios otros… pero no…

¡Este mundo está diseñado para que no pueda ser perfecto jamás!

Porque el ego necesita que haya problemitas… ¿¿Para qué??

¡Para que toda nuestra atención esté centrada en este mundo… y así no vayamos a la mente y veamos el verdadero problema!

Y así… todo este falso universo se perpetúa más y mas…

Entonces, los milagros son hábitos porque comienzan a formar parte de nuestra segunda naturaleza… o de nuestra verdadera naturaleza… de cómo pienso y percibo…. ¡¡De quien soy en realidad!!

Por fin, si la luz, la dicha y la paz moran en mí… el milagro mora en mí…

No en mí, un cuerpo…

Si no en mí… mi corazón real, mi mente…

Y de manera natural, podemos llegar a volvernos hacedores o portadores de milagros…

Mientras nos reimos del mundo, lo corregimos al mismo tiempo y sanamos a los enfermos… y manifestamos momentos que traen esperanzas verdaderas… sin problema alguno…

Y al mismo tiempo hacemos algo muy valioso… dejamos el mensaje silencioso pero presente de que este mundo no es causa sino efecto y de que Dios tiene todo poder sobre él…

Y no hay tiempo ni espacio…

Principio no. 6: «Los milagros son naturales. 2Cuando no ocurren, es que algo anda mal». En la escuela religiuosa me enseñaron que los milagros constituían una transgresión de las leyes naturales…

Carmelo Urso. ¿Cómo es que este principio postula que son naturales cuando la evidencia del Universo parece decir claramente que son contranaturales? Y si «cuando no ocurren, es que algo anda mal», pareciera que tengo que admitir que no me ha ido muy bien en la Vida…

Oscar Adip: Yo también… lo admito… no me ha ido muy bien… jaja… ¡Bueno no es cierto! Jaja, a mí, de chiquito me gustaba salir corriendo de los religiosos y de lss escuelas tuteladas por ellos… y creo es de la gente que he conocido que tiene más miedo de Dios… un día, noté que pensaban más en el diablo que en Dios…

Para el ego… el ego es Dios…

Y realmente cuando creemos o pensamos en Dios.. en quien estamos pensando muchas veces es en el ego…

No presisamente en Dios… el verdadero Dios… es toda una locura… y sí… los pocos obradores de milagros que he conocido parecen más hippies que religiosos… aunque se les alcanza a ver o a sentir ese ángel milagroso que camina cuando están inspirados y caminan con conciencia de ÉL.

Principio no. 7: «Todo el mundo tiene derecho a los milagros, pero antes es nece­sario una purificación».

Carmelo Urso: ¿Qué es lo que tenemos que purificar para volvernos milagrosos? ¿Nuestro cuerpo? ¿Nuestra mente?

Oscar Adip: Yo entiendo que la purificación es la idea central que tenemos de Dios… del SER… y de qué es Su Voluntad.

Eso es lo que he entendido después de 4 años de imaginarme otras cosas… jeje… todo el mundo tiene derecho porque todo el mundo es su hijo… somos en verdad el mismo SER… viviendo un super-holograma loquísimo… lo que tendríamos que purificar es algo en la mente… contenido de la mente… ¡nada que tenga que ver con el cuerpo nunca!

Los efectos no tienen el poder de cambiar a las causas.

Los efectos no tienen el poder de afectar a las causas.

Por ejemplo… vemos a una chica que tiene granitos en la cara… es bellísima… ¡¡super sexy!! Pero tiene este problema de piel. Y la chica llega y pide una cita para que le hagan una limpieza facial.

La chica sale de su sesión de limpieza de cutis… y tiene inflamada las zonas donde le pellizcaron… y luce muy maquillada para ocultar lo enrojecido de su tez…

¿Qué es lo que se pretendo decir? Ok la chica se dice a sí misma: «el problema es que nací y me tocó un cutis débil, propenso al acné… y de alguna manera trato de manejar este problema».

Pero recordemos esto… el mundo que vemos es la imagen externa de una decisión que la mente toma… de una condicion interior.

Realmente no se logra mucho con la limpieza facial… pues la mente que ha causado el problema no ha sanado..

Ella sigue soñando con la separación… lo que un milagro haría es mostrarle a la chica que lo de su piel le está mostrando es, simplemente un pensamiento de auto-castigo…

Y ella en el fondo cree en ese castigo del cual es inconsciente… porque se cree separada de Dios… la separación va completamente unida y de la mano de la culpa siempre…

Entonces… siempre que ella crea que existe de manera individual y separada, habrá culpa inconsciente… odio y miedo… ¡¡y la mente eligirá castigarse o castigar algo!! A otros tal vez… por esa culpa…

Todo el mundo tiene derecho a los milagros… no importa que alguien haya matado o abusado de alguien… tiene derecho a los milagros igual que mi pareja… o mi hermano de sangre… ¡o mi mejor amiga!… ¡porque eso es el milagro mismo!… el amor de Dios no hace concesiones.

El milagro es el amor de Dios.. pero aquí entra algo muy fuerte… yo les digo en verdad esta chica es hermosa… es millonaria… y es guapisima… y tiene un cuerpazo… y saber la verdad es divertido después de los procesos de shock y purificación… pero todos nosotros no tenemos que abandonar nuestras preferencias… y gustos… tenemos que aprender a vivir con la ilusión de nuestro ego… ¡sin sentirnos culpables por ello!

Así es como se le deja de otorgar realidad a la existencia del ego.. sólo así es posible deshacerlo…

Las personas que conozco que comprenden esto tienen todas vidas y gustos diferentes… y tienen una espiritualidad silenciosa que practican con gusto… una oracion en particular… y una forma que les ayuda diariamente a invocar el camino la verdad la resurreccion de la verdad en la mente y la vida.. y una disciplina para esperar y estar receptivo a las respuestas del Espíritu Santo…

En otras palabras… ¡se la pasan muy muy bien! ¡Se saben divertir!… y avanzan sin miedos en este mundo de locura… compartiendo y gozando y sin hacer proselitismos de nada…

Y así siguen su camino…

Principio no 8. «Los milagros curan porque suplen una falta; los obran aquellos que temporalmente tienen más para aquellos que temporalmente tienen menos».

Carmelo Urso: ¿A que tipo de «falta» se alude en este principio? ¿Y qué es «eso» que permite a los que tienen «más» curar y obrar milagros sobre los que tienen «menos»?

Oscar Adip: me imagino que es la sensación de separación con Dios… los obran los que están concientes de su realidad, de la verdadera identidad divina, en los que aún esta conciencia no ha sido reestabecida…

Principio no. 9: «Los milagros son una especie de intercambio. 2Como toda ex­presión de amor, que en el auténtico sentido de la palabra es siem­pre milagrosa, dicho intercambio invierte las leyes físicas. 3Brindan más amor tanto al que da como al que recibe».

Carmelo Urso: Normalmente, los seres humanos vivimos con miedo a amar porque pensamos que al entregarnos totalmente al sentimiento del amor nos volvemos más vulberables, más manipulables, y por ende, más susceptibles a salir perdiendo en el intercambio sentimental que signa nuestras relaciones. ¡De eso tratan la mayoría de las canciones de amor que escuchamos, que exaltan el despecho y el desamor! ¿Cómo es eso que los milagros «brindan más amor tanto al que da como al que recibe» si la evidencia del mundo parece decirnos lo contrario?

Oscar Adip: ¡Qué hermoso…! Así es como podemos ver o comprender el verdadero amor… y su verdadero significado… y la acción de su precencia…

Sería tal vez más provechoso que al sexo le dijéramos sexo… y no amor… y a compartir tiempo con alguien… eso mismo… compartir tiempo con alguien…

Pero usamos la palabra amor para muchísimas cosas que escondemos en otras…

…deseos de poseer…

…controlar…

…manipular…

…es toda una locura..

…oremos… y pidamos conocer el perdón tal y como es… percibirlo tal cual… sabernos amados… y de esta manera comprender lo que es el «chingado amor de Dios»… jeje… ¡así podremos recordarle a los nuestros que son bien bien bienamados! ¡En verdad!

Perdonar es el privilegio de los perdonados.

Perdonar y amar… no son ecuaciones diferentes…

Principio no. 10: «Cuando se obran milagros con vistas a hacer de ellos un espec­táculo para atraer creyentes, es que no se ha comprendido su propósito».

Carmelo Urso: ¿Estamos hablando aquí de nuestros líderes religiosos y gurús espirituales? Esas personas que dicen canalizar la Voz del Espíritu, de los ángeles o de Dios, ¿serán acaso falsos milagreros que convierten la expresión del Amor en un espectáculo?

Oscar Adip. wow… creo que algunas personas pueden entrar en contacto profundo con la mente… por algún don… y realizar manipulaciones de lo que ocurre en este guión desde lo profundo y sin ningún drama exxterno… pero avces se hace uso de todo eso sin un verdadero propósito espiritual genuino pues…

Y llevan a cabo algo similar a los milagros o milagros… sin una dirección adecuada… y las personas que canalizan a veces son personas muy inspiradas pero… honestamente, en la mayoría de los casos que he presenciado, es gente muy confundida y muy fanática… nada abierta a nuevas ideas o simplemente diferentes…

Dios es sólo amor… y en última instancia Dios Es… comprender y adentrarse en ideas no dualistas, en un amor incondicional y todoabarcante dentro del Reino del No-Espacio y No-Tiempo y perderse ahí segundos… minutos… trae como efecto que la mente se haga receptiva a otros pensamientos, a una guía más clara que siempre estuvo ahí pero no era bien recibida… o no era ni percibida…
el Espíritu Santo quiere hablarte a ti… no a otro… y cuando aprendes a escucharle y dejas de concentrarte en la paja del ojo ajeno y trabajas -por fi- con la tuya… comienzas a aprneder que eres Espíritu Santo..

Y hablas como él…

Haces lo que él haria… en la medida en que esa es tu voluntad también…

El Curso te ofrece una manera dulce de dejar al Espíritu Santo al mando día a día…

Y naturalmente, se continua el proceso de metamorfosis que todos viviremos.. tarde que temprano…

La única decición es si prolongamos el sufrimiento ilusorio… o lo acortamos… es todo.

Decide de nuevo. Es lo que nos dice el Espíritu constantemente.

¡Gracias, Carmelo y a todos! ¡Estamos en contacto!

Dios ES.

…y guardamos silencio. 🙂

¿QUÉ NOS ATRAE DE LO QUE VEMOS?

Los cuatro elementos: agua, aire, fuego, tierra.

Paquita Diez
http://comunicatecontigo.wordpress.com/

El elemento agua, emotivo…

El elemento tierra, poder…

El elemento aire, liviandad, lo sutíl, espíritu…

El elemento fuego, pasión, determinación, coraje…

Poder ver todos los elementos en una imagen, que una imagen pueda reflejar todos estos aspectos de mi Ser.

Nos atrae lo que nos evoca y recuerda quien somos, nos atrae lo que nos inspira algo nuevo, desconocido, lo que nos muestra que hay otros mundos, nos atrae lo que despierta la semejanza entre Dios y yo, lo que nos hace olvidarnos de la brecha, nos atrae lo Real, la Luz, el Amor, la Verdad, la verdadera Libertad de las prisiones de la Ilusión, de la estrechez de los ojos del cuerpo.

Este profundo anhelo nos ha guiado y nos guia a cada instante, este aroma, este perfume mueve nuestros pasos, seguimos las huellas que Jesús nos deja en todo lo que nos rodea, que es la voz de Dios llamando a su Hijo, y caminando, a su vez, trazamos con Él sendas de regreso al Padre, a lo familiar, a nuestra verdadera naturaleza, a la fuente…sendas que acortan y aceleran el tráfico hacia el Reino.

Nos atrae lo que Somos, y somos en Todo.

«EL TIEMPO ES EL RECURSO DE ENSEÑANZA DE LO ATEMPORAL» (Serie Principios del Milagro 11-20)

El tiempo es el recurso de enseñanza de lo atemporal

Carmelo Urso
entiempopresente4@gmail.com

 Paquita Diez

http://comunicatecontigo.wordpress.com/

Principio número 11: “La oración es el vehículo de los milagros. 2Es el medio de comunicación entre lo creado y el Creador. 3Por medio de la oración se recibe amor, y por medio de los milagros se expresa amor”

Carmelo Urso: En el contexto del Curso, el milagro es usualmente entendido como un “cambio de percepción”; ¿podrías aclarar a los lectores y lectoras qué se entiende por percepción y por qué sólo el milagro es capaz de cambiarla? Y de acuerdo a tu experiencia personal, ¿qué tipo de oración es la que nos permite cambiar y espiritualizar nuestras percepciones, de tal modo que recibamos y expresemos amor?

Paquita Diez: La oración, esa acción de comunicarse y establecer contacto con el Creador, es la que llama, evoca o activa el milagro, que es la respuesta o la expresión o la manifestación de esa acción. El milagro es la expresión mas elevada de amor aquí, en el sueño, aunque venga de fuera del tiempo, pero se expresa en el tiempo; en la Eternidad los milagros no son ya mas necesarios.

La percepción viene del sistema de pensamiento del ego, la falsa identidad, y este sistema está limitado, limitado por sus propias ideas. Desde dentro de este sistema no podemos cambiarlo porque está diseñado para crear sólo más de lo mismo, no tiene salida, pues sus bases son equivocadas. El milagro lo logra porque viene de otro sistema externo, limpio , neutro, viene de una mente y una visión más allá de los límites de lo físico, más ampliada. No podemos espiritualizar nuestras percepciones, no podemos ni debemos hacer nada con ellas, sino únicamente estar dispuestos a soltarlas, pedir que se nos muestre la Verdad, la visión de Cristo, el cuadro más grande… como queramos llamarlo. Pero eso no lo hacemos nosotros, eso se nos da, al pedirlo. Es nuestra firme voluntad de quererlo por encima de todo la que nos lo trae, la voluntad de renunciar a todas nuestras ideas a la hora de mirar un acontecimiento, situación o persona. El amor se expresa por sí mismo, pues eso es lo que somos, no podemos forzarlo ni provocarlo, podemos facilitarlo u obstaculizarlo.

Principio número 12: Los milagros son pensamientos. 2Los pensamientos pueden representar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de experiencia. 3Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual.

Carmelo Urso: Ciertamente el Curso expresa que, todos “los milagros son pensamientos”, pero como le resulta obvio a cualquiera, no todos los pensamientos son milagros (de hecho, muchos de los míos son bastante desagradables). ¿Qué diferencia a un pensamiento milagroso de uno que no lo es?

Paquita Diez: Digamos que son pensamientos con distinta frecuencia. Un pensamiento de baja frecuencia no produce apenas nada, un pensamiento elevado puede mover muchas cosas, está más vivo, tiene más poder. Para tener pensamientos elevados entrenamos la mente, una mente sin entrenar no puede lograr nada. El Curso nos da el programa de entrenamiento perfecto para poder producir pensamientos de mayor frecuencia y parar, desenergetizar o dejar de escuchar los pensamientos que no son reales.

Carmelo Urso: Por otra parte, según postula el Curso, en el mundo de la percepción (o mundo de la ilusión) contemplamos múltiples “niveles de experiencia”, mientras que desde el Conocimiento de Dios (lo opuesto a la percepción) el Hijo del Padre es incapaz de percibir niveles, separaciones o jerarquías ya que sólo vivencia la Plena Unidad del Todo. Así las cosas, el así llamado “nivel superior o espiritual”, ¿formaría parte del ámbito de la percepción? Y de ser así, ¿cuándo lo espiritual se transforma en verdadero Conocimiento?

Paquita Diez: Cada vez que tenemos una experiencia en la que trascendemos el cuerpo, lo físico, una experiencia de Unidad con Todo, para eso hacemos todo lo demás, ése es el propósito del entrenamiento, reconocernos en nuestra identidad de obradores de milagros, alquimistas de la mente, salvadores del mundo… Espiritual es todo lo relativo al Espíritu, que es lo que somos. La percepción nos impulsa, nos inspira o nos dirige al Conocimiento, a través de nuestras decisiones (La mente es un mecanismo de decisión) cruzamos cada idea, cada percepción, al otro lado, pidiendo verlo de otra manera, lo real, la verdad. Así llevamos constantemente nuestras percepciones al conocimiento. Reconociendo que estoy equivocado y que tiene que haber otra manera, la de Dios. Negamos el mundo de nuestras ideas y al hacerlo, emerge el mundo Real.

Principio número 13. Los milagros son a la vez comienzos y finales, y así, alteran el orden temporal. 2 Son siempre afirmaciones de renacimiento, que parecen retroceder, pero que en realidad van hacia adelante. 3Cancelan el pasado en el presente, y así, liberan el futuro.

Carmelo Urso: ¿Se podría decir, en resumen, que una de las funciones del milagro es centrarnos en el instante presente?

Paquita Diez: Sí, los milagros solo pueden suceder en el presente pues sólo hay Ahora, el Ahora es el único tiempo real, fuera de ahí todo está basado en referencias de pasado y futuro. Al ser comienzos y finales colapsan el tiempo, lo abolen, son cambios súbitos, donde se revierte todo, y por eso cancelan lo que pasó, al darle un significado totalmente nuevo, y dejan al futuro libre para poder ser lo que es a través de esta nueva mirada.

Principio número 14: Los milagros dan fe de la verdad. 2Son convincentes porque proceden de la convicción. 3Sin convicción
degeneran en magia, que es insensata, y, por lo tanto, destructiva; o más bien, el uso no creativo de la mente.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende, en el contexto del Curso, por magia? ¿Por qué es destructiva? ¿Y cómo “los milagros dan fe de la verdad” cuando operan en el ámbito de la percepción –que es lo contrario a la verdad?

Paquita Diez: Dan fe de la verdad, son convincentes, se experimentan desde la Certeza, cuando suceden la verdad que expresan es tan evidente que no hay manera posible de negarlo, de objetar alguna duda, se hace imposible. El que los reconoce y los puede ver es nuestro verdadero Ser. Operan en la percepción, pero se experimentan en el Ser. Si lo recibimos o experimentamos en la percepción, en la forma, sin la experiencia, los llevamos al mundo de lo limitado, los hacemos similares a la magia, creemos que es algo que hemos hecho nosotros desde nuestro falso y limitado poder o creatividad, y vamos a querer controlarlo, manipularlo a nuestro antojo, sin entregarlo a la Fuente, y vamos a desperdiciarlos, pues los milagros sólo sirven a propósitos de un bien mayor.

Los milagros operan en la percepción, pero se experimentan en el Ser.

Principio número 15: Todos los días deberían consagrarse a los milagros. 2El propósito del tiempo es que aprendas a usarlo de forma constructiva. 3El tiempo es, por lo tanto, un recurso de enseñanza y un medio para alcanzar un fin. 4El tiempo cesará cuando ya no sea útil para facilitar el aprendizaje.

Carmelo Urso: A qué ámbito pertenece el tiempo, ¿al de la percepción o al del Conocimiento? ¿Tienen los milagros la función de abolir el tiempo? Si el tiempo es un “recurso de enseñanza”, ¿qué es lo que tenemos que aprender de él? Y si el tiempo es “un medio para alcanzar un fin”, ¿cuál es ese fin?

Paquita Diez: El tiempo es el recurso de enseñanza de lo atemporal, porque nos creímos separados hubo que enseñarnos desde donde nos creíamos que estábamos. El aprendizaje es que el tiempo no existe, que la separación no ocurrió. Movernos en el tiempo nos puede ayudar a verlo más claro. Por eso cuando esto se consigue el tiempo no es ya mas importante, necesario, es como si el tiempo terminase en un Ahora Eterno. ( Este es el link de un artículo sobre el tiempo de una revista científica que Sara, una hermana de Barcelona colocó en su blog, http://mifuncionaquiesamarte.blogspot.com/2008/07/el-tiempo-no-existe.html por si quieres echarle un vistazo).

Principio número 16: Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar que dar es tan bienaventurado como recibir. 2Aumentan la fortaleza del que da y simultáneamente le dan fortaleza al que recibe.

Carmelo Urso: De acuerdo al Curso, ¿existe alguna diferencia entre ”dar” y “recibir”? ¿Cómo es que “dar” nos fortalece cuando la evidencia de los sentidos y las enseñanzas del mundo suelen proclamar lo contrario?

Paquita Diez: Dar nos fortalece porque si sólo somos Uno, todo lo que percibimos son aspectos o fragmentos de ese Uno que somos, con lo cual sólo podemos y estamos dándonos a nosotros mismos; todo lo que das lo recibes, porque es la acción de estar dando la que te lo trae, lo que activa el recibir, no aquel o aquello a quien das. Recibir, por otro lado es la garantía de que reconoces lo que estás dando, por la ley de causa y efecto… Recuerdo ahora esta frase del Curso que dice, “lo único que falta en una situación es lo que tú no has puesto”; para poder recibir amor, dalo, cuando quieras ser amado, ama. Esta es la forma de funcionar de un Maestro de Dios, de un Obrador de milagros. Así como también la cualidad de lo que damos es que es completo, es todo, hemos perdido la habilidad de dar “un poco” sólo damos del todo, en una acción íntegra.

Principio número 17: Los milagros transcienden el cuerpo. 2Son cambios súbitos al dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal. 3Por eso es por lo que curan.

Carmelo Urso: ¿Cómo lo invisible cura a lo visible? Y si –como dice el Curso- “no somos un cuerpo”, ¿a quién o a qué es lo que acaban por curar los milagros?

Paquita Diez: Los milagros no se proponen curar la ilusión, el cuerpo, son una corrección del error que ha provocado la enfermedad o el sufrimiento. El dolor es una perspectiva errónea, por lo tanto cuando ocurre nos avisa de que algo anda mal, para que podamos pedir el milagro, que cura de raiz, la cura profunda. Digamos que el cuerpo es el mensajero. La mente es la única que puede enfermar, el cuerpo le sigue, por eso es ella la que tiene que sanar. El cuerpo es el efecto, por eso nos proponemos sanar la causa, la mente, el pensamiento.

Principio número 18: El milagro es un servicio. 2Es el máximo servicio que le puedes prestar a otro. 3Es una manera de amar al prójimo como a ti mismo, 4en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la de él.

Carmelo Urso: ¿A quién le prestamos servicio con nuestros milagros? ¿Quién es ese “prójimo” al que tengo la posibilidad de amar como a mí mismo? ¿Es alguien diferente de mí?

Paquita Diez: Es como decía antes, si tienes que dar algo a “alguien”, dáselo todo, dale la máxima expresión, y esto es un milagro, porque es la llamada a algo mas allá de uno mismo, mas allá de mi voluntad pequeñita que tiene intereses invertidos cuando da, quieres darle al otro la Voluntad de Dios, que es la que verdaderamente sabe, la que tiene en cuenta el cuadro más grande, objetivo, neutro, la que realmente le va a ahorrar tiempo o sacar más rápido. Y esta Voluntad es la misma que quieres para ti, por eso quieres lo mismo para el prójimo, no podemos tener dos voluntades distintas pues al estar pasando dentro de la misma mente, esto nos colocaría en una mente dividida, lo cual es la locura, la separación y la muerte.

Vista de la Catedral de Murcia, España, ciudad en la que vive Paquita Diez

Principio número 19: Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios. 2Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó. 3Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eternidad, no las del tiempo.

Carmelo Urso: ¿Has tenido –gracias a la vivencia del milagro- la experiencia de que tu mente sea una con la de Dios? ¿Se puede compartir con otros tal experiencia? ¿Qué es la Filiación? Y este Universo que contemplamos a diario con nuestros ojos y nuestros telescopios, ¿forma parte de “la suma de todo lo que Dios creó”?

Paquita Diez: Sí, todos hemos tenido ese tipo de experiencias en algún momento, a veces reconociéndolo y otras sin darnos cuenta, sin llamarla una experiencia de Unión. Por ejemplo estos momentos de felicidad plena de una madre al dar a luz a su hijo, o un instante de paz absoluto que no sabes de donde viene o porque razón… Muchos han tenido experiencias sin haberlas reconocido como tales, porque la mente estaba sin entrenar para esa visión o esa interpretación. El entrenamiento mental del Curso de Milagros nos dirige directamente a esa experiencia, ése es su propósito, no tendría sentido si simplemente nos dejara en los conceptos, en las ideas, sin aplicarlas, sin la experiencia, no tendría valor. La experiencia se puede compartir, de hecho es lo único que compartimos, es lo único que realmente estamos dando al otro. Sin la experiencia damos conceptos, a veces mas claramente expuestos y otras menos, pero lo conceptos por si mismo no producen la verdadera comunicación, la verdadera transformación. Para que los conceptos tengan vida, tengan ese poder de extender Luz, tienen que haberse hecho verdad primero en nosotros, en el que los da, tienen que haber producido en nosotros una experiencia, tenemos que haberlos aplicado y recibido los resultados y beneficios, que son los que nos dan la garantía y la certeza de que funcionan. Aún así, las palabras del Curso tienen una frecuencia tan alta que siempre nos llegan, alcanzan a la mente recta, pero la experiencia del que las dice está fortaleciendo el mensaje siempre.

Por otra parte, y tratando de contestar a lo que preguntas, es posible que a la hora de contar, de expresar con palabras una experiencia grandiosa que uno haya tenido, las palabras se nos quedan cortas, uno siente que no puede ponerla en palabras, porque dan la forma pero no la cualidad o la esencia. Pero las experiencias son muy personales, lo mas importante no es contarlas, solo el hecho de haberlas tenido, de haberlas vivido, ha creado la Presencia, la “huella” dentro de uno, y eso luego, necesariamente se va a expresar, se va a compartir, porque lo Real es lo único que se comparte, va a encontrar la vía de extensión. La cajera del supermercado un Lunes a la salida del trabajo puede cumplir la función de recordarte toda la Luz que eres, en la forma de tratarte o de simplemente mirarte para recoger tu dinero… la Luz que somos se extiende desde el jardinero podando delicadamente un árbol, o desde el ama de casa pasando el aspirador,  o desde todo lo que hacemos con amor. La forma, el envoltorio, cae, la experiencia queda, permanece.

La Filiación es la unión, la representación de toda la hermandad, de todos los fragmentos. Para explicarlo en el campo de la percepción podríamos decir que como no podemos encontrarnos con Todos los fragmentos dentro del sueño, se nos dan todos aquellos, todas aquellas imágenes digamos representativas, digamos muestra, de la Filiación entera, y cada uno hace su parte, pero en la voluntad, en la acción conjunta, la Filiación se reUne. Y no hace falta que lo hagamos todos y cada uno de los humanos en la Tierra, muchos lo hacemos por cientos, por miles. Yo nunca entro en estos detalles porque no bajo tanto al detalle del funcionamiento del sueño. Solo se que tengo toda la Responsabilidad conmigo misma, con mis hermanos que aparezcan en mi sueño y con Dios, y cumpliendo esto todo lo demás sucede en eso.

Con respecto a la última pregunta, Si, todo es Dios, todo lo que vemos es Dios, porque Dios, el Amor es nuestra última realidad. Los telescopios, los mares, la grandiosidad de la Naturaleza… todo está ahí para hablarnos de la magnificencia de Dios, de su inmensidad, desde una piedra hasta el mas bello arcoiris.

Principio número 20: Los milagros despiertan nuevamente la conciencia de que el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. 2Este reconocimiento es lo que le confiere al milagro su poder curativo.

Carmelo Urso: ¿Qué es el espíritu? De acuerdo a la visión del Curso, ¿se halla dentro del cuerpo como exponen ciertas doctrinas espirituales? ¿Y para qué curar el cuerpo si no es el altar de la verdad?

El Espíritu es el altar de lo Real, de la Verdad, la Certeza de que nuestra verdadera identidad no la confiere el cuerpo sino lo que lo mueve, lo que lo inspira a cada instante. El Espíritu es el aliento, la vida, lo real, el movimiento, el amor, es lo que Es. Saber esto, poder reconocerlo, la pura acción del reconocimiento de esto, es la esencia del milagro, es literalmente como está expresado, es lo que le confiere al milagro su poder curativo. Sin este reconocimiento, el milagro es magia, no se recibe.

No se haya dentro del cuerpo pues el cuerpo no existe, no es real, solo hay Espíritu, la única realidad del cuerpo es que es el vehículo de expresión mientras estemos aquí. Jesús se hizo hombre y habitó entre nosotros, se manifestó en un cuerpo para poder comunicarse con lo que todavía creen que el cuerpo es su identidad. No hay nada más físico que no ser un cuerpo, ésta es la paradoja. Es estar completamente en el cuerpo, con el fin de abandonarlo o trascenderlo completamente. El Curso dice, “el Cuerpo es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura”. ¿Para qué curar el Cuerpo? Porque somos responsables por igual de todo lo que hemos creado, de todos los aspectos, la Responsabilidad es un movimiento, y ese movimiento lo ejecuto por igual en todo lo que hago, cuando pelo patatas en la cocina, cuando pongo unas flores en mi mesa, cuando enseño con ideas y conceptos, cuando cuido mi libro, cuando tomo la medicación que bajo la voluntad de Dios el doctor me ha recomendado, cuando cuido el medioambiente en el que habito… Somos congruentes, y aplicamos lo que predicamos, y si curo mi mente, también cuido su aspecto corporal. Lo que quiere decir este principio no es que el cuerpo no es nada, es que el enfoque ha de estar siempre en el Espíritu, y desde ahí todo son medios, y como medios para este gran Fin, también son sagrados, le cambiamos su valor. No tratamos de curar el cuerpo en sí mismo, pues sabemos que es solo un efecto, pero lo atendemos responsabilizándonos de ese efecto, y en ello curamos o corregimos su causa.

GEORGINA ARTEAGA-CARLEBACH: «EL MILAGRO NOS IMPULSA FUERA DE LA OSCURIDAD Y NOS TRANSPORTA A LA LUZ DEL AMOR». (Serie Principios del Milagro, 21-30)

El milagro nos impulsa fuera de la oscuridad:transporta a la luz del amor

Principio número 21: “Los milagros son expresiones naturales de perdón. 2Por medio de los milagros aceptas el perdón de Dios al extendérselo a otros”.

Carmelo Urso: En el contexto del Curso, ¿qué significa perdonar? ¿Cuál es la relación entre el milagro y el perdón? ¿En qué se diferencia el perdón del ego y el perdón de ese Dios que es Uno con su Hijo?

Georgina Arteaga-Carlebach: Gracias Carmelo por nuevamente estar aquí contigo y por la oportunidad de compartir. Voy primero a hablar del falso plan de perdón del ego, el cual consiste en que primero veamos en nuestro hermano el error clara y detalladamente, que lo desmenucemos y luego tratemos de pasarlo por alto o lo neguemos. El problema en esto es que, cómo pasar por alto algo a lo que primero le dimos valor y realidad. Cómo pasar por alto el verlo culpable de lo que primero pensamos nos hizo. También es un falso perdón porque primero lo hemos visto culpable, y luego nos ponemos la capa de “buenitos” y decimos: “tú me dañaste, pero como yo soy mejor que tú, soy más bueno que tú, te perdono”.

En el perdón que nos enseña el Espíritu Santo y del cual nos habla este principio, es el perdón verdadero, la única herramienta que nos libera y nos acerca al amor incondicional. El plan del perdón del Espíritu Santo es observar el evento de otra manera, es mirar más allá del error del otro, es no aceptar como verdadero lo que nuestra percepción errónea ve, es distinguir lo falso de la actitud de los cuerpos.
El perdón al que se refiere el Curso es el que nos conduce al Amor de Dios. El milagro es perdón, curación, es el mundo real de Dios, la salvación, la corrección, redención, es el rostro de Cristo, es caminar bajo una percepción verdadera, es Expiación, es la liberación del miedo. El perdón, como lo define el Curso, es perdonarnos los errores, es extender el perdón a nuestro hermano por lo que no ha hecho, porque la realidad es que cada uno de nosotros es quien se daña o se perdona, decide ser feliz o sufrir. Lo que ocurre con los milagros es que cambiamos del odio y ataque del ego al amor que nos enseña el Espíritu Santo, el cual se convierte en la extensión del Amor de Dios hacia nosotros, y luego hacia los demás a través de nosotros.

El verdadero perdón libera el miedo y la culpa, da libertad, poder, amor y paz. Cuando perdonamos no requerimos que los demás cambien, no invertimos nuestra energía en buscar el cambio en el exterior, por el contrario, la invertimos en nuestro propio proceso de cambio. Perdonar no es olvidar lo que aconteció en el pasado, porque además sí pasó. Perdonar es poder observar lo acontecido desde un ángulo diferente, un ángulo desde el que exploramos qué aprendimos, qué nuevas decisiones tomamos para ya no lastimarnos, ya no herirnos y con qué nueva visión de vida continuar caminando.

Principio número 22: “Los milagros se asocian con el miedo debido únicamente a la creencia de que la oscuridad tiene la capacidad de ocultar. 2Crees que lo que no puedes ver con los ojos del cuerpo no existe. 3Esta creencia te lleva a negar la visión espiritual”.

Carmelo Urso: ¿A qué llamamos –en términos del Curso- “la oscuridad”? ¿Y cómo es que el milagro nos permite experimentar lo que “el ojo del cuerpo” no es capaz de ver?

Georgina Arteaga-Carlebach: La oscuridad va relacionada con la culpa, porque es ésta la que no nos permite ver la luz del amor, y cuando habla este principio de los ojos del cuerpo se refiere a que para el ego sólo lo que el cuerpo percibe es verdadero, cuando es lo opuesto, ya que con el cuerpo no vemos, no elegimos no decidimos, es con la mente, es el pensamiento. Los milagros se asocian con el miedo porque es a través de ellos que salimos de la oscuridad de la culpa que el ego nos enseña cuando nos dice que existe el pecado y que somos personas pecadoras. Cuando este erróneo mensaje se graba en nuestra mente creemos que de algún modo podremos protegernos de un castigo que creemos Dios nos enviará. Dios nunca castiga, sólo ama a Su Hijo en perfección. Pero como creemos en la irrealdad del castigo empezamos a defendernos a través de proyectar en forma inconsciente nuestras culpas en el exterior a través del ataque, y al proyectar sobre otra persona, pensamos que podemos esconderla. La «oscuridad» puede equipararse con la palabra «defensa.» El ego enseña que las defensas nos protegen; la oscuridad puede ocultar. Esto, pues, aumenta el miedo de que si renunciamos a la oscuridad, nos expondremos a esta culpa y vamos a tener dificultades. El ego jamás nos dice que las defensas no ocultan: el hecho de que no veamos la culpa no significa que la misma no esté ahí. El milagro nos impulsa fuera de la oscuridad y nos transporta a la luz del amor.

El verdadero perdón libera el miedo y la culpa, da libertad y paz

Principio número 23: “Los milagros reorganizan la percepción y colocan todos los niveles en su debida perspectiva. 2Esto cura ya que toda enferme¬dad es el resultado de una confusión de niveles”.

Carmelo Urso: ¿De qué “niveles” de realidad (o irrealidad) nos habla este principio? Estos niveles, ¿pertenecen al ámbito de la percepción o del Conocimiento de Dios? ¿Qué entendemos aquí por esa “confusión de niveles” que nos enferma? Las jerarquías espirituales –que de alguna manera establecen “niveles” o “grados” de autoridad y evolución entre Arcángeles, Ángeles, Maestros Ascendidos y Guías, ¿pertenecen al ámbito de la percepción o del Conocimiento del Padre?

Georgina Arteaga-Carlebach: : El Conocimiento está en el ámbito del Mundo del Cielo o Mundo de Dios, es el mundo de la pre-separación y Su Creación Unificada, en el cual no hay diferencias o formas y así, excluyente del mundo de la percepción. Sólo en este Mundo del Cielo o Mundo de Dios pueden habitar los Seres de Luz, y cuando decimos que habitan en el plano terrenal estamos tratando de traer lo real a la irrealidad. Porque una cosa es solicitar apoyo de estos Seres, y otra creer que vienen a arreglar algo a un mundo que no existe. Esta es una invención del ego, y sobre todo del ego espiritual. Y cuidado con él.

La percepción el Curso la observa desde dos ángulos: la percepción irreal y la percepción verdadera. En la primera se sitúa el mundo de las formas y las diferencias excluyentes del mundo del conocimiento. Este mundo emana de nuestra creencia en la separación y no tiene realidad verdadera. También es una percepción que viene de la proyección; lo que vemos internamente, lo que vemos dentro de nuestra mente, va a determinar lo que vemos fuera de nosotros, y la interpretación a la que el ego conduce es la del pecado y la culpa que refuerzan la creencia en la realidad de la separación. Cuando corregimos nuestra mente, nuestro pensamiento, la percepción cambia a ser observada como oportunidades para perdonar, para deshacer la creencia en la realidad de la separación, se transforma en una percepción verdadera, que no es otra cosa que ver a través de los ojos de Cristo, la visión que corrige la percepción errónea del ego.

El mundo que vemos dependerá siempre desde qué visión lo vemos: ¿ego o Espíritu Santo? Los milagros reorganizan la percepción de los niveles que están confundidos que son los de la mente. El ego toma el problema de la culpa en nuestras mentes, que es la verdadera enfermedad, y dice que no es la mente la que está enferma, que es el cuerpo el que está enfermo, el mundo está enfermo. Cambia todo del nivel de la mente al nivel del cuerpo. El milagro regresa el problema a donde se originó, y afirma que no es el cuerpo el que está enfermo, es la mente la que lo está. El milagro regresa el problema a donde radica, lo devuelve a la causa (la mente). El Curso es muy enfático al respecto: no hay nada que esté enfermo en el cuerpo. El cuerpo no hace absolutamente nada. El cuerpo es neutral. El cuerpo meramente lleva a cabo los dictados de la mente, no puede sanarse porque jamás ha estado enfermo; es la mente la que está enferma y, por consiguiente, es la mente la que tiene que sanarse. La enfermedad de la mente es la separación, o la culpa; la cura de la mente es el perdón, o la unión. El milagro logra esto al devolver el problema al lugar donde radica.

Lo que vemos dentro de nuestra mente determina lo que vemos fuera de nosotros

Principio número 24: “Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y resucitar a los muertos porque tanto la enfermedad como la muerte son invenciones tuyas, y, por lo tanto, las puedes abolir. 2Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. 3Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. 4Sólo las creaciones de luz son reales”.

Carmelo Urso: Hace tres años, vi morir a mi madre; hace dos, presencié la muerte de mi padre. Si soy honesto, vivo con miedo a morir o a que muera alguno de los míos (especialmente mis hijos). ¿Cómo es que yo he inventado la muerte cuando mis sentidos parecen proclamar que es una fase “natural” del “ciclo de la vida”? ¿Cómo puedo abolir la muerte? Este computador en el que tecleo, este cuestionario que te formulo, este Universo en el que me percibo viviendo ¿son simples episodios de una pesadilla inexistente? ¿Y cómo gestar “creaciones de luz”?

Georgina Arteaga-Carlebach: Los milagros nos capacitan a sanarnos y sanar a otros, porque nosotros mismos somos un milagro, Dios nos Creó capaces de co-crear con Él. Lo que hace el Espíritu Santo es sanar la culpa en nuestras mentes que enfermó al cuerpo al ayudarnos a cambiar de pensamiento acerca de esa culpa que elegimos. Esta es una distinción muy importante que debemos recordar, de modo que no caigamos en la trampa de pedir la ayuda del Espíritu Santo para algo en el mundo material porque Él no opera en el mundo irreal del ego; Él trabaja en nuestras mentes, toma la parte errónea de nuestro pensamiento, y a través del perdón que nos enseña la transforma. No hay mundo. Creer que el Espíritu Santo opera en el mundo de ilusiones es hacerlo a Él tan demente como estamos nosotros, hacer que Él vea un problema donde no existe.

Sobre lo que comentas sobre la visión de la muerte, es una de las enseñanzas del Curso difíciles de asimilar, y más aún de incorporar en nuestra vida. Es un proceso natural que no se trata de abolir, de negar, pero sí de cambiar nuestra idea sobre ésta. Estamos tan educados a pensar que somos sólo cuerpos que la visión de la muerte la vemos como el final de la vida, y como testigo de la separación de nuestro Creador que es Vida. Dentro de la mente errónea si el cuerpo muere entonces tiene que haber vivido, lo que significa que su creador – el ego – tiene que ser real y estar igualmente vivo. La muerte se ve como el castigo extremo por nuestro pecado de separación. Tenemos incluso un proceso de pensamiento incongruente, porque tenemos miedo a la muerte pero a la vez tenemos adicción a ella.

La adicción la practicamos a través de la culpa, la idea del pecado y el castigo, el auto castigo a través de la enfermedad, y este castigo es el que nos hace temer a la muerte, nos da miedo desaparecer. En tanto estemos en este proceso no podremos entrar a la luz, y mucho menos co-crear con Dios, lo que sería gestar creaciones de luz. Dentro de una mente corregida abandonar el cuerpo es observado como dejar atrás éste después que éste haya cumplido su propósito como medio de enseñanza. Recordemos que Dios Creó espíritus perfectos, eternos, inmutables, somos Su Imagen y Semejanza. No voy a decir que esto es fácil de procesar, mentiría yo, pero si podemos al menos observar desde una mente corregida, nos será un poco menos pesado el proceso y nos dará la fuerza para aprender nuestros procesos emocionales. Si cuando un ser amado deja este plano lo observásemos como que sólo es el cuerpo de la persona la que dejaremos de ver (apegos al cuerpo) pero el amor continúa, nos sería más fácil aceptarlo.

Vista de Monterrey, México, donde vive Georgina Arteaga Carlebach

Principio número 25: “Los milagros son parte de una cadena eslabonada de perdón que, una vez completa, es la Expiación. 2La Expiación opera todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo”.

Carmelo Urso: ¿Qué es la Expiación? Si la Expiación opera en “todas las dimensiones del tiempo”, ¿forma parte de la experiencia propia de la percepción?

Georgina Arteaga-Carlebach: Cuando en el Curso se habla de Expiación se refiere a corrección, es para referirse al plan general que surgió con el Espíritu Santo para deshacer el error de creer que estamos separados. El Espíritu Santo fue ubicado en nuestras mentes por Dios, y nos reúne con el Padre que creímos haber abandonado. El Espíritu Santo es el eslabón entre nosotros y Dios, por consiguiente deshace la separación al corregir el error. Así que, podríamos decir que el Espíritu Santo es realmente la expresión del principio de Expiación, que es que la separación jamás ocurrió en verdad. La Expiación es el plan completo de despertar al Hijo de Dios de su sueño de que se separó de su Padre, y el plan se cumple a través del perdón total.

También Expiación es el plan individual que cada uno de nosotros tiene que completar. El Curso dice que nuestra única responsabilidad es aceptar la Expiación para nosotros mismos, quiere decir que debemos aceptar la negación de la realidad de que nos separamos, y la irrealidad de la culpa en las relaciones y situaciones específicas que confrontamos. Expiación, pues, tiene significado en un nivel individual, que es nuestro propio camino particular. Cuando el último Hijo de Dios haya completado su plan, el plan total de la Expiación estará completo. Básicamente, por medio de la elección del milagro escogemos perdonar, y mientras más lo hagamos, más capaces seremos de extender este perdón a los demás. Cuando se complete todo ese proceso o cadena, eso será la Expiación.

Podemos decir que la Expiación forma parte de la experiencia de la percepción corregida, desde una mente que ha podido sanar al haber modificado el pensamiento erróneo de la separación, ha podido liberarse de la culpa, del miedo al castigo, de la adicción al sufrimiento, ha podido reconocer al ego y lo ha debilitado a través del perdón que conduce al amor.

El despertar del Hijo de Dios se cumple a través del perdón total.

Principio número 26: “Los milagros representan tu liberación del miedo. 2″Expiar» significa «des-hacer». 3Deshacer el miedo es un aspecto esencial del poder expiatorio de los milagros”.

Carmelo Urso:En el contexto del Curso, ¿qué es el miedo? ¿Y a qué dimensión de experiencia accedemos cuando lo deshacemos?

Georgina Arteaga-Carlebach: El miedo es una emoción enseñada por el ego, una emoción que contrasta con el amor, que es la emoción que nos dio Dios. Se origina en el esperado castigo por nuestros pecados, y se genera desde el pensamiento de culpa de haber hecho algo malo, algo que cuando Dios se dé cuenta enviará un castigo a Su Hijo. El miedo siempre va a ser el resultado de lo que creemos que nos merecemos y que nos llevará a defendernos proyectando la culpa a otros a través del ataque, lo cual reforzará nuestro sentimiento de vulnerabilidad y de miedo, así establece un círculo interminable de miedo y de defensa.

Salir del miedo inconsciente, porque además no nos damos cuenta de éste, va a requerir conocernos, saber identificar la máscara y la sombra que nos conforman, que ocultan una y otra, y poder encontrar en que etapa de nuestra vida se formaron

Llegar a este punto de reconocimiento y aceptación conduce a tomar nuevas decisiones bastante más sanas, poder poco a poco perdonarse a uno mismo los errores de decisión del pasado, aceptarse y amarse incondicionalmente, tal como Dios nos ama. Cuando lo logramos hemos llegado al punto de encontrar nuestro verdadero Yo, nuestra verdadera Identidad que es amor. Bajo este reconocimiento y aceptación es que podemos ir conociendo y aceptando en forma incondicional a todos los seres que caminan a nuestro lado, sin apegos, sin juicios, sin demandas, sin desear cambiarlos, traspasando las limitaciones que nos ponemos para dar y recibir amor y al hacerlo convertirnos en seres libres, auténticos, en vehículos del amor del Padre.

Esta aceptación incondicional de las personas que nos rodean de la que hablo, no representará en ningún momento permitir conductas dañinas, ponernos como alfombras de alguien, podemos aceptar a la persona tal como es sin convivir con ella, de hecho precisamente porque hacemos esta aceptación honesta es que nos retiramos, para no dañarnos a nosotros mismos y luego voltear a ver a la persona como culpable del daño, proyectándole nuestra decisión irresponsable.

Principio número 27: “Un milagro es una bendición universal de Dios a todos mis hermanos por mediación mía. 2Perdonar es el privilegio de los perdonados”.

Carmelo Urso: ¿Quién es ése que habla y que dice con autoridad “por mediación mía? Si es capaz de mediar por nosotros, ¿es porque se trata de alguien superior a nosotros? ¿Para qué necesitamos su mediación? ¿Por qué nos llama “hermanos”?

Georgina Arteaga-Carlebach: La Única Fuente del milagro es Dios, y se expresa a través de Jesús. Jesús, por ser la manifestación del Espíritu Santo, trae el Amor de Dios a nosotros y de ese modo salva el abismo entre nosotros y el Padre. Jesús, que es quien habla en el Curso, es capaz de mediar por nosotros, sus hermanos, no porque sea o se observe superior a nosotros, ya que de hecho repetidamente en su mensaje nos dice que somos iguales, que no lo veamos a él diferente a nosotros. Necesitamos su mediación, al igual que necesitamos la del Espíritu Santo, porque no sabemos por nosotros mismos recuperar nuestra fuerza y nuestro estado original, no sabemos aún que estamos durmiendo dentro de un sueño de pesadilla que hemos fabricado. Bueno, nos llama hermanos porque desde la visión que Jesús tiene del Padre es así, él reconoce que Dios tiene un Hijo, que es él y es cada uno de nosotros, ya que somos la Unidad.

Jesús a través de su mensaje nos habla repetidamente sobre el perdón, la herramienta única que nos acerca al amor, y señala que es el Espíritu Santo Quien nos la enseñará. Nos dice que a medida que perdonamos, somos perdonados, y esto quiere decir que aceptamos el Amor de Dios. Por supuesto, mientras más aceptemos el auto-perdón, más querremos perdonar a los demás. Es un proceso recíproco. Siempre es importante recordar que los milagros provienen de la Fuente, los hace Jesús, no los hacemos nosotros. Nuestra labor es únicamente limpiar nuestras mentes de aquello que interfiera de modo que él pueda extender su amor a través de nosotros.

Principio número 28: “Los milagros son un modo de liberarse del miedo. 2La revelación produce un estado en el que el miedo ya ha sido abolido. 3Los milagros son, por lo tanto, un medio, y la revelación, un fin”.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende en el Curso por “revelación”? ¿Por qué la “revelación” es un “fin” y el milagro (o cambio de percepción) un “medio”?

Georgina Arteaga-Carlebach: La Revelación es un fin porque nos libera finalmente del miedo que en ocasiones inunda nuestra vida, porque el miedo es un pensamiento desesperante que nos oprime, anula nuestra libertad, nos aleja del pensamiento de amor, es una sensación que en ocasiones podemos llegar a sentir que nos ahoga, nos lanza al vacío, nos lleva al aislamiento. El Curso establece una distinción entre la Revelación, que es la comunicación directa de Dios con Su Hijo, que procede de Él pero que no es recíproca, y el milagro. Cuando tenemos una revelación, no existe absolutamente ningún miedo en nosotros. Algo en nosotros ha efectuado un cambio total, y nos abrimos totalmente a Dios.

Sin embargo, pareciese que no dura en ocasiones, porque si durara, no estaríamos aún aquí. Las revelaciones no son temporales, aunque en ocasiones lo parece, el milagro nos ofrece el medio para llegar a ella. Sólo que el logro tanto del milagro como de la Revelación, requiere una observación permanente, una atención de cada pensamiento que mantenemos, de cada acción que ejecutamos, es una responsabilidad de ser congruentes, porque de no hacerlo volvemos a cualquiera de los asuntos del ego que estén presentes aún, buscando encontrar el momento del descuido para volver a atacar, luego sentirnos culpables y finalmente proyectar todo en nuestro hermano.

Principio número 29: “Los milagros alaban a Dios a través de ti. 2Lo alaban al honrar a Sus creaciones, afirmando así la perfección de las mismas. 3Curan porque niegan la identificación con el cuerpo y afirman la identificación con el espíritu”.

Carmelo Urso: ¿En qué se diferencian las “creaciones de Dios” de las cosas que suele “fabricar” nuestro ego en el mundo de la percepción? ¿Es malo identificarse o cuidar este cuerpo nos acompañará por el resto de la vida? ¿Y cómo opera ese milagro de identificarse “con el espíritu”, “nivel” que los “ojos del cuerpo” son incapaces de ver?

Georgina Arteaga-Carlebach: Todas las Creaciones de Dios son eternas, perfectas, reflejan Su Amor, son verdaderas extensiones de Él, proviene de Su Pensamiento, son extensiones de Su Espíritu, nosotros Su Hijo somos un efecto de Él. La Creación de Dios sólo existe dentro del nivel del conocimiento, de la realidad y la verdad. Por el contrario, lo que el ego hace es fabricar un mundo de sueño de pesadilla, un mundo de separación y desamor, y todo está dentro de la percepción errónea. Estas fabricaciones del ego son siempre imperfectas, reflejan su propia imperfección, contienen la separación entre el hijo y el Padre.

Lo “malo” nos es cuidar el cuerpo, que es el vehiculo del espíritu, yo diría que lo que lo hace negativo es creer que somos un cuerpo, y sólo eso. El cuerpo siempre será utilizado por el sistema de pensamiento que sustentemos, si nuestro pensamiento es de perdón y amor es lo que reflejaremos a través del cuerpo. El milagro lo que nos proporciona es dejar de ver el cuerpo como valiosos por lo que representa, y observarlo como lo que realmente es, un vehículo que no toma decisiones, por lo mismo no se enferma ni se cura, pero sí puede ser el vehículo del perdón y el amor.

Me gustaría también comentar sobre el tema de alabar de la que nos habla este principio. Para el Curso alabar es algo diferente a la sustentación de las ideas judeo-cristianas sobre alabar a Dios. Dios no necesita que nosotros lo alabemos. Él no tiene un ego que requiera que la gente lo alabe. La forma en que el milagro alaba a Dios es simplemente reflejando Su Ser y Su Amor, no con palabras. Una de las formas en que el amor especial se distingue del amor verdadero es que el amor especial es siempre un fenómeno exclusivo, siempre excluye a cierta gente. El Amor de Dios es global; Él no hace excepciones porque no tiene favoritos. Los milagros alaban este Amor de Dios al unir a todas las personas en nuestra mente. Se alaba a Dios al honrar a Sus creaciones, afirmando así la perfección de las mismas. Así cambiamos de la percepción falsa del ego a la percepción correcta del Espíritu Santo que mira más allá del error hacia la verdad, mira más allá de la oscuridad del ego hacia la luz de Cristo que brilla en esa persona.

Principio número 30: “Dado que los milagros reconocen el espíritu, ajustan los nive¬les de percepción y los muestran en su debido lugar. 2Esto sitúa al espíritu en el centro, desde donde puede comunicarse directamente”.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende por “ajustar los niveles de percepción” y mostrarlos “en su debido lugar”? ¿Cómo podemos comunicarnos con el espíritu? ¿Acaso tiene una Voz que podamos escuchar? Y en caso de que la tenga, ¿cómo nos sintonizamos con ella?

Georgina Arteaga-carlebach: El milagro ajusta los niveles de la percepción y coloca cada aspecto en su lugar porque nos muestra en dónde radica el problema, nos muestra que éste no radica en el cuerpo, sino que radica en la mente donde se genera nuestro pensamiento y lo proyecta en determinada forma. En este proceso nos señala que el verdadero problema es nuestro eterno pensamiento de culpa, y ésta genera el miedo que a la vez se establece como una defensa en contra del amor que realmente somos. Por lo tanto, el verdadero centro de nuestro ser no es el ego o es la culpa; es el espíritu. AI liberamos de la culpa deshacemos el miedo y así finalmente entramos en una verdadera comunicación con nuestro espíritu, nuestro ser verdadero, podemos entonces escuchar la Voz de Dios que nos habla desde un espacio eterno, y nos unimos a Su Creación. Esto es sintonizarnos con la Voz de la Fuente.

El Curso nos enseña que el percibir es una interpretación, no un hecho. Vemos lo que queremos ver o lo que necesitamos ver. No podemos cambiar al mundo, pero podemos cambiar cómo verlo, sustituyendo la culpa de nuestros egos, que hemos hecho real, por la realidad de nuestra Identidad como espíritu, la cual el Espíritu Santo nos recuerda constantemente, nos educa para descubrir por qué no vivimos en el amor que es en realidad nuestro estado natural en el que Dios Creó a Su Hijo.

SOFÍA URBANSKI: «JESUCRISTO NO ES SUPERIOR A NOSOTROS, PERO FUE EL PRIMERO EN COMPLETAR EL PLAN DE EXPIACIÓN» (Serie Principios del Milagro, 21-30)

Sofía Urbanski

Principio número 21: “Los milagros son expresiones naturales de perdón. 2Por medio de los milagros aceptas el perdón de Dios al extendérselo a otros”.

Carmelo Urso: En el contexto del Curso, ¿qué significa perdonar? ¿Cuál es la relación entre el milagro (también llamado cambio de percepción) y el perdón?

Sofía Urbanski: El punto central de enseñanza de UCDM es que sólo el Amor es real y el miedo es una ilusión. En nuestro inconciente albergamos la Falsa creencia de ser culpables (Velo de pecado=error) por habernos separado de nuestra fuente=Dios=Amor lo cual nos lleva a esperar un castigo (Miedo); esto a su vez nos lleva a experimentar dolor (nos autocastigamos). Necesitamos deshacer el sentimiento de culpa para poder lograr volver al Amor (nadie nos lo impide, solo nuestras ceencias falsas=ego=falso yo).

El sentimiento (inconsciente) de culpabilidad es muy fuerte, lo cual nos lleva a proyectarlo fuera de nosotros, pareciendo que los demás nos hacen daño y asi consideramos a todo y todos separados de nosotros y culpables.

El perdón, de acuerdo a UCDM, es corregir nuestra percepción (como interpretamos los hechos), reconociendo que en realidad perdonamos nuestras propias proyecciones, por lo tanto el daño que pensamos se nos habia infligido nunca sucedió y en consecuencia nos perdonamos a nosotros mismos. Es importante mencionar que el proceso de perdón implica reconocer la verdad y elegir cambiar de percepción con la ayuda del Espíritu Santo, quien se encarga de llevar a cabo su obra de curación en nosotros (aceptar la corrección del error de pensamiento=expiación).

Carmelo Urso: ¿En qué se diferencia el perdón del ego (esa parte de nosotros que se cree separada del Padre) y el perdón de ese Dios que es Uno con su Hijo?

Sofía Urbanski: El perdón del ego proclama que el daño=pecado es real, al pecador se le considera culpable y por lo tanto es justo que se le castigue. Bajo esta premisa, el perdón aquí es una manera sutil de atacar, bajo el disfraz de una actitud bondadosa (Sigo creyendo que eres culpable pero como soy muy bueno/a “te perdono”); esto sólo refuerza la creencia en nosotros de que somos culpables y tampoco merecemos perdón a nuestros pecados=errores.

Y en lo referente al “perdón de Dios”, este apela a la naturaleza de la realidad, donde cualquier error=pecado es imposible, siendo ésta la causa de la corrección de la percepción del obrador de milagros.

Principio número 22: “Los milagros se asocian con el miedo debido únicamente a la creencia de que la oscuridad tiene la capacidad de ocultar. 2Crees que lo que no puedes ver con los ojos del cuerpo no existe. 3Esta creencia te lleva a negar la visión espiritual”.

Carmelo Urso: ¿A qué llamamos –en términos del Curso- “la oscuridad”?

Sofía Urbanski: A esa nube oscura/turbia dentro de nosotros que envuelve nuestra falsa creencia de culpabilidad y apoya el mundo de la percepcion. El ego nos incita a pensar que reconocer al projimo como un amigo/hermano nos lleva a experimentar que ya no tendremos a nadie sobre quien proyectar nuestra culpa y esta se quedara con nosotros y nos destruira, es por ello que experimentamos miedo y alzamos barreras para proteger este systema de pensamiento. La oscuridad se siente amenazada por el milagro al este ser luz. (Aquí es importante remarcar que la oscuridad está relacionado con lo que queremos mantener oculto, y por lo tanto, con el inconsciente).

Carmelo Urso: ¿Y cómo es que el milagro nos permite experimentar lo que “el ojo del cuerpo” no es capaz de ver?

Sofía Urbanski: Creemos que si no vemos un problema, éste no existe, si cubro mi culpa… ésta no esta ahi. Lo cual nos aleja de la visión espiritual. Mas si apelamos a la verdad (obramos milagros), podemos tener atisbos de ver con la vision del Espiritu Santo. (No hay pruebas físicas de la presencia del Espíritu Santo. Sin embargo, las consecuencias de seguir su dirección muestran que está ahí).

Principio número 23: “Los milagros reorganizan la percepción y colocan todos los niveles en su debida perspectiva. 2Esto cura ya que toda enferme­dad es el resultado de una confusión de niveles”.

Carmelo Urso: ¿De qué “niveles” de realidad (o irrealidad) nos habla este principio?

Sofía Urbanski: Se refiere a niveles de la irrealidad que son los niveles de la mente y del cuerpo. Nuestra mente esta enferma (separacion=culpa=enfermedad.)

Carmelo Urso: Estos niveles, ¿pertenecen al ámbito de la percepción o del Conocimiento de Dios?

Sofía Urbanski: Estos niveles pertenecen al ámbito de la percepción.

Carmelo Urso: ¿Qué entendemos aquí por esa “confusión de niveles” que nos enferma?

Sofía Urbanski: Con referencia a la enfermedad, el ego nos dice que no es la mente la que está enferma –es el cuerpo. El milagro reconoce que la enfermedad se encuentra en la mente y que el cuerpo no tiene la capacidad de hacer nada (este es neutro) y sólo recibe órdenes de nuestra mente.

Carmelo Urso: Las jerarquías espirituales –que de alguna manera establecen “niveles” o “grados” de autoridad y evolución entre Arcángeles, Ángeles, Maestros Ascendidos y Guías, ¿pertenecen al ámbito de la percepción o del Conocimiento del Padre?

Sofía Urbanski: Del conocimiento.

Principio número 24: “Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y resucitar a los muertos porque tanto la enfermedad como la muerte son invenciones tuyas, y, por lo tanto, las puedes abolir. 2Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. 3Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. 4Sólo las creaciones de luz son reales”.

Carmelo Urso: Hace tres años, vi morir a mi madre; hace dos, presencié la muerte de mi padre. Si soy honesto, vivo con miedo a morir o a que muera alguno de los míos (especialmente mis hijos). ¿Cómo es que yo he inventado la muerte cuando mis sentidos parecen proclamar que es una fase “natural” del “ciclo de la vida”?

Sofía Urbanski: La idea ilusoria de que la muerte existe es sólo un testigo último de que el cuerpo es real, que nos separamos de nuestro Creador y de que el ego por ende también existe. Esto tambien el ego lo concibe como el máximo castigo por nuestro pecado de separación.

Carmelo Urso: ¿Cómo puedo abolir la muerte?

Sofía Urbanski: Si nosotros decidimos creer que la muerte existe (lo cual la hace “real” para nosotros en este plano) también podemos cambiar de idea, por medio del perdón, lo cual nos llevará a aceptar la correccion del error de creer que pecamos (que nos separamos) y así al reconocer que no somos culpables, no esperaremos un castigo y aceptaremos ya sin miedo regresar a nuestra fuente=al Amor paso último que da Dios y nos despierta del sueno en su totalidad.

Carmelo Urso: Este computador en el que tecleo, este cuestionario que te formulo, este Universo en el que me percibo viviendo, ¿son simples episodios de una pesadilla inexistente?

Sofía Urbanski: Sí

Carmelo Urso: ¿Y cómo gestar “creaciones de luz”?

Sofía Urbanski: Aquí sólo podemos “fabricar”, lo cual pertenece a la mente. Crear no es posible en este mundo porque eso pertenece al nivel del Espíritu, la creación sigue su curso en la eternidad mas allá del tiempo y del espacio donde yace nuestro verdadero Ser.

Principio número 25: “Los milagros son parte de una cadena eslabonada de perdón que, una vez completa, es la Expiación. 2La Expiación opera todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo”.

Carmelo Urso: ¿Qué es la Expiación?

Sofía Urbanski: Es el plan de corrección del Espíritu Santo para deshacer el ego y sanar la creencia en la separación; actúa tanto a nivel individual como colectivo.

Carmelo Urso: Si la Expiación opera en “todas las dimensiones del tiempo”, ¿forma parte de la experiencia propia de la percepción?

Sofía Urbanski: Sí, ocurre sólo en el ámbito de la percepción y cualquier corrección que se haga actúa en todas las dimensiones del tiempo.

Principio número 26: “Los milagros representan tu liberación del miedo. 2″Expiar» significa «des-hacer». 3Deshacer el miedo es un aspecto esencial del poder expiatorio de los milagros”.

Carmelo Urso: En el contexto del Curso, ¿qué es el miedo?

Sofía Urbanski. El miedo es la emoción del ego, la cual contrasta con el amor, que es la emoción que Dios nos dio. El miedo se origina en el esperado castigo que provoca el sentimiento de culpa por creer que pecamos. El terror que nos causa el esperar el castigo nos hace defendernos por medio de la proyeccion del ego, atacando a los demás y así refuerza nuestra sensación de vulnerabilidad y de miedo, creando un círculo vicioso de miedo y defensa.

Carmelo Urso: ¿Y a qué dimensión de experiencia accedemos cuando lo deshacemos?

Sofía Urbanski: Los niveles pertenecen al ámbito de la mente. Las dimensiones son niveles, por lo que cuando se deshace el error, éstos desaparecen y sólo se reconoce el conocimiento, que no tiene niveles.

Principio número 27: “Un milagro es una bendición universal de Dios a todos mis hermanos por mediación mía. 2Perdonar es el privilegio de los perdonados”.

Carmelo Urso: ¿Quién es ése que habla y que dice con autoridad “por mediación mía?

Sofía Urbanski: Jesucristo.

Carmelo Urso: Si es capaz de mediar por nosotros, ¿es porque se trata de alguien superior a nosotros?

Sofía Urbanski. No, Jesucristo no es superior a nosotros, pero fue el primero en completar el plan de expiación (a través de la resurrección), lo cual lo capacitó para que se hiciera cargo de todo el plan.

Jesucristo fue el primero en completar el plan de expiación

Carmelo Urso: ¿Para qué necesitamos su mediación?

Sofía Urbanski. Jesús se identificó con la conciencia Crística y ahora nos incita a reconocerlo como modelo a seguir y ser la ayuda siempre presente cuando lo invocamos en nuestro deseo de perdonar.

Carmelo Urso: ¿Por qué nos llama “hermanos”?

Sofía Urbanski: Porque es el Hijo de Dios al igual que todos nosotros como parte de la Filiacion=Unicidad=Uno.

Principio número 28: “Los milagros son un modo de liberarse del miedo. 2La revela­ción produce un estado en el que el miedo ya ha sido abolido. 3Los milagros son, por lo tanto, un medio, y la revelación, un fin”.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende en el Curso por “revelación”?

Sofía Urbanski: La comunicacion directa de Dios hacia Su Hijo la cual refleja la forma original de comunicacion presente en nuestra creacion.

Carmelo Urso: ¿Por qué la “revelación” es un “fin” y el milagro (o cambio de percepción) un “medio”?

Sofía Urbanski: El milagro es la herramienta (medio) con la cual deshacemos el miedo=falta de Amor, para entonces se ha efectuado un cambio total y nos abrimos totalmente a Dios (el fin que perseguimos). La revelación es un fin porque no tiene otro propósito en sí mismo. El milagro sí tiene un propósito, que es producir un cambio. La revelación no cambia nada, puesto que es una experiencia fuera del tiempo, donde no es posible ningún cambio.

Principio número 29: “Los milagros alaban a Dios a través de ti. 2Lo alaban al honrar a Sus creaciones, afirmando así la perfección de las mismas. 3Curan porque niegan la identificación con el cuerpo y afirman la identifi­cación con el espíritu”.

Carmelo Urso: ¿En qué se diferencian las “creaciones de Dios” de las cosas que suele “fabricar” nuestro ego en el mundo de la percepción?

Sofía Urbanski: En que las creaciones de Dios son, eternas, ilimitadas, inmutables, de luz.

Las creaciones de Dios son, eternas, ilimitadas, inmutables, de luz.

Carmelo Urso: ¿Es malo identificarse o cuidar este cuerpo nos acompañará por el resto de la vida?

Sofía Urbanski: No es malo cuidar este cuerpo que habitamos en esta vida, lo confuso surge cuando pensamos que “somos” ese cuerpo y negamos nuestra verdadera esencia. El cuerpo es sólo un vehículo que nos sirve como transporte y medio de comunicación en esta dimensión.

Carmelo Urso: ¿Y cómo opera ese milagro de identificarse “con el espíritu”, “nivel” que los “ojos del cuerpo” son incapaces de ver?

Sofía Urbanski. Alabar a Dios significa únicamente afirmar Su Voluntad a través del amor en las relaciones. No significa alabarle en términos del ego. (T4-VII/6) Significa inclusión total. Esto quiere decir que en esa alabanza no se perciben especialismos ni diferencia alguna, puesto que sólo así puede apreciarse la perfecta igualdad de los Hijos de Dios. Es esa identificación con la verdadera identidad la que cura, al excluir de la percepción cualquier identificación con el cuerpo.

Principio número 30: “Dado que los milagros reconocen el espíritu, ajustan los nive­les de percepción y los muestran en su debido lugar. 2Esto sitúa al espíritu en el centro, desde donde puede comunicarse directa­mente”.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende por “ajustar los niveles de percepción” y mostrarlos “en su debido lugar”?

Sofía Urbanski: Ver el Principio #23.

Carmelo Urso: ¿Cómo podemos comunicarnos con el espíritu?

Sofía Urbanski. El Espíritu se comunica desde el centro una vez que los niveles de percepción han sido corregidos y no suponen un obstáculo para la verdadera comunicación. La mente trata de comunicarse habitualmente desde la superficie de la conciencia, en la cuál sólo existen errores y reacciones a las percepciones externas. Eso pone en marcha el mecanismo del ego, el cuál es siempre reactivo.

Carmelo Urso: ¿Acaso el Espíritu tiene una Voz que podamos escuchar?

Sofía Urbanski: En ocasiones sí, se manifiesta de esa manera o en otras ocasiones se puede manifestar por medio de experiencias de amor, dicha, paz etc.

Carmelo Urso: ¿Cómo nos sintonizamos con ella?

Sofía Urbanski: La Voz del Espiritu Santo está dentro de cada uno de nosotros, tenemos que ir hacia adentro, sintonizarnos con esa vibración, es un proceso que puede ser diferente para cada uno de nosotros, pero la expiación nos quita los obstáculos para poderlo lograr.

MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO (el fin de la percepción)

Mi Reino no es de este mundo, enseñó sin cesar
Mi Reino no es de este mundo, enseñó sin cesar

Dedicado a mi amigo mexicano Oscar Adip

Carmelo Urso

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entiempopresente4@gmail.com

Durante tres años –antes de ser crucificado- enseñó sin cesar: “Mi Reino no es de este mundo”.

Reiteró su prédica en los mundos de los Maestros Ascendidos y los Arcángeles.

No cambió de opinión al contemplar el mismísimo rostro del Padre.

Persistió…

…hasta que dejó de percibir rostros, Reinos, mundos…

GEORGINA ARTEAGA CARLEBACH: LA ÚNICA ORACIÓN REAL ES LA DEL PERDÓN (SERIE LOS PRINCIPIOS DEL MILAGRO, 11-20)

La única oración que puede operar el cambio es el perdón

Carmelo Urso

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http://lablogoteca.20minutos.es/carmelo-urso-en-tiempo-presente-11984/0/

Georgina Arteaga Carlebach

Si quieres leer la primera entrevista de Georgina, pincha aquí:


https://carmelourso.wordpress.com/2009/11/29/georgina-arteaga-carlebach-todo-lo-que-procede-del-amor-es-un-milagro-serie-los-principios-del-milagro-no-1-10/

Principio número 11: “La oración es el vehículo de los milagros. 2Es el medio de comunicación entre lo creado y el Creador. 3Por medio de la oración se recibe amor, y por medio de los milagros se expresaamor”

Carmelo Urso: En el contexto del Curso, el milagro es usualmente entendido como un “cambio de percepción”; ¿podrías aclarar a los lectores y lectoras qué se entiende por percepción y por qué sólo el milagro es capaz de cambiarla? Y de acuerdo a tu experiencia personal, ¿qué tipo de oración es la que nos permite cambiar y espiritualizar
nuestras percepciones, de tal modo que recibamos y expresemos amor?

Georgina Arteaga Carlebach: Percepción lo entiendo como lo que nos hace ver algo, o a alguien, de una determinada forma, y lo que estamos viendo no es mas que una proyección de lo que estamos pensando. Cuando el pensamiento es conducido por el ego (percepción errónea) nos hace ver un mundo en el que la locura parece haberse instalado, un mundo en el que hemos proyectado nuestra propia locura, nos hace observar a las personas de acuerdo a cómo nos observamos a nosotros mismos. Pero cuando al Espíritu Santo le permitimos participar en nuestra vida esto cambia, empezamos a ver todo con los ojos de Cristo, hemos corregido nuestra percepción, y es a través del milagro que precisamente nuestra percepción ha sido modificada.

La única oración que puede operar el cambio es el perdón, es una oración muy especial en la que estamos pidiendo que nuestra mente cambie, que nuestros pensamientos sean modificados para poder vernos y ver al mundo de otra manera, con menos juicios y con más compasión y amor.

Principio número 12: Los milagros son pensamientos. 2Los pensamientos pueden representar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de experiencia. 3Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual.

Carmelo Urso: Ciertamente el Curso expresa que, todos “los milagros son pensamientos”, pero como le resulta a obvio a cualquiera, no todos los pensamientos son milagros (de hecho, muchos de los míos son bastante desagradables). ¿Qué diferencia a un pensamiento milagroso de uno que no lo es?

Por otra parte, según postula el Curso, en el mundo de la percepción (o mundo de la ilusión) contemplamos múltiples “niveles de experiencia”, mientras que desde el Conocimiento de Dios (lo opuesto a la percepción) el Hijo del Padre es incapaz de percibir niveles,separaciones o jerarquías ya que sólo vivencia la Plena Unidad del Todo. Así las cosas, el así llamado “nivel superior o espiritual”, ¿formaría parte del ámbito de la percepción? Y de ser así, ¿cuándo lo espiritual se transforma en verdadero Conocimiento?

Georgina Arteaga Carlebach: La diferencia surge dependiendo de dónde, desde qué visión generamos nuestros pensamientos, recordando que todo en nuestra vida lo es. Somos un Pensamiento de Dios, el mundo real también lo es, y el mundo irreal e ilusorio es un pensamiento proveniente del ego. Los pensamientos son milagrosos cuando surgen de una visión o percepción corregida, es cuando los hacemos desde la visión errónea del ego cuando dejan de serlo. Los milagros surgen precisamente cuando con la ayuda del Espíritu Santo modificamos nuestro sistema de pensamiento de culpa y resentimiento a uno de compasión, perdón y amor, aquí el milagro ha corregido nuestra mente, hemos dado el primer paso, hemos salido del mundo del sueño de pesadilla para entrar al mundo del sueño feliz.

Vista nocturna de Monterrey, México, donde mora Georgina Arteaga Carlebach

De acuerdo al Curso existen dos clases de pensamiento: el del ego que fabrica la irrealidad, y el Pensamiento de Dios que crea la realidad, de hecho vemos que se hace una diferencia, el ego fabrica, Dios crea y nosotros co-creamos con Él. En el mundo fabricado por el ego es en donde los niveles se presentan, porque el ego hace diferencias y con ello fabrica la separación. El mundo que nos enseña el Espíritu Santo es el de la completa Unidad. Cuando hemos corregido nuestra percepción errónea es cuando nos acercamos a nuestro espíritu perfecto, un mundo espiritual, y es desde aquí que podemos trascender el ego y con ello alcanzar el conocimiento. Como verás, todo está dependiendo siempre de un cambio de mente.

Principio número 13. Los milagros son a la vez comienzos y finales, y así, alteran el orden temporal. 2 Son siempre afirmaciones de renacimiento, que parecen retroceder, pero que en realidad van hacia adelante. 3Cancelan el pasado en el presente, y así, liberan el futuro.

Carmelo Urso: ¿Se podría decir, en resumen, que una de las funciones del milagro es centrarnos en el instante presente?

Georgina Arteaga Carlebach: Yo he entendido que los milagros son a la vez comienzos y finales, porque alteran el orden temporal y con ello cancelan el pasado en el presente, siempre en el presente, pero con esto nos aseguran un futuro liberador. Solo el presente nos permite tomar el pasado y sanarlo a través del perdón, al realizar esta acción liberamos nuestro presente y nuestro futuro. El milagro toma aspectos de nuestras experiencias pasadas, la mayoría basadas en la creencia en la culpa que separa, y así se convierte en un comienzo y un final a la vez.

Como verás siempre es el presente, porque sólo desde una mente errónea existe el tiempo lineal, pero en el que nos enseña el Espíritu Santo el tiempo es holográfico, en él dentro de cada parte está el todo, y el todo es el presente continuo, de hecho en una de las Lecciones el Curso nos dice que el guión ya está escrito, la jornada ya está iniciada, y terminará cuando el perdón y el amor santifiquen el mundo, y ese momento ya ha sido fijado, y el tiempo tan solo da la impresión de que se mueve en una sola dirección.

El tiempo del Espíritu Santo es holográfico

Por eso cuando en el presente sanamos un problema con una persona lo estamos haciendo con nosotros mismos, nos perdonamos en el presente y en éste mismo nos liberamos de las ataduras del pasado que el ego condujo, nos liberamos de un añejo pensamiento de que estamos separados de Dios, lo cual es parte de la irrealidad, ya que cada día tenemos la oportunidad de renacer en el sentido de volver a elegir; cada día nos ofrece el regalo del cambio, de tomar nuevas decisiones más amorosas hacia nosotros mismos y hacia el mundo.

Principio número 14: Los milagros dan fe de la verdad. 2Son convincentes porque proceden de la convicción. 3Sin convicción degeneran en magia, que es insensata, y, por lo tanto, destructiva; o más bien, el uso no creativo de la mente.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende, en el contexto del Curso, por magia? ¿Por qué es destructiva? ¿Y cómo “los milagros dan fe de la verdad” cuando operan en el ámbito de la percepción –que es lo contrario a la verdad?

Georgina Arteaga Carlebach: La magia, como la conocemos tradicionalmente, es destructiva porque generalmente lo primero en que incurrimos es que alguien haga algo por nosotros, nos de una pócima que nos libere del miedo o de una carencia que según nosotros tenemos, es decir no estamos convencidos que nosotros mismos somos un pensamiento mágico, tenemos todo para hacer nuestra propia magia, tenemos la fuerza y el poder para generar el cambio de pensamiento y con ello reconocer quiénes somos realmente, podemos cada día pisar un nuevo escalón para ascender al Cielo, del cual en realidad nunca hemos salido.

Los milagros operan en el ámbito en que son necesarios, corrigen nuestra mente, nuestra percepción errónea, nos sacan del error y nos conducen a la verdad. Nos hacen darnos cuenta que el mundo real ha sido nublado por la visión del ego. Al darnos cuenta podemos observar que la verdad no está presente en el mundo irreal, o lo que es lo mismo, el mundo real de Dios no es en el que vivimos cuando solo pensamos que somos cuerpos, porque el mundo que él Creó se encuentra más allá de ellos.

Principio número 15: Todos los días deberían consagrarse a los milagros. 2El propósito del tiempo es que aprendas a usarlo de forma constructiva. 3El tiempo es, por lo tanto, un recurso de enseñanza y un medio para alcanzar un fin. 4El tiempo cesará cuando ya no sea útil para facilitar el aprendizaje.

Carmelo Urso: A qué ámbito pertenece el tiempo, ¿al de la percepción o al del Conocimiento? ¿Tienen los milagros la función de abolir el tiempo? Si el tiempo es un “recurso de enseñanza”, ¿qué es lo que tenemos que aprender de él? Y si el tiempo es “un medio para alcanzar un fin”, ¿cuál es ese fin?

El tiempo lineal solo existe en el mundo de la percepción errónea del ego

Georgina Arteaga Carlebach: Como ya comentamos, el tiempo lineal sólo existe en el mundo de la percepción errónea del ego. Uno de los aspectos que necesitamos considerar es que en el Curso se nos habla de dos tipos de percepciones: la errónea del ego, y la corregida a la que el Espíritu Santo nos mueve y nos conduce, porque a ésta llegamos sólo trascendiendo el ego. El tiempo así se convierte en un recurso de enseñanza porque es aquí dentro del mundo irreal del ego que lo necesitamos en una primera fase, es un fin porque lo utilizamos para sanarnos, que es nuestra finalidad, nuestra meta.

El tiempo presente tiene una muy buena función, ya que nos sirve para que todos los días podemos consagrarlo a los milagros, o sea trabajar permanentemente en el proceso de perdonar, a deshacer el pensamiento de culpa, a soltar la ira y el resentimiento, a entregar nuestros pensamientos al Espíritu Santo para que podamos corregirlos y dejemos de proyectarlos en nuestro hermano. Esto significa estar en alerta para desmenuzar el sistema de pensamiento al que nos conduce el ego, a cada minuto de las 24 horas del día de los 365 días del año. Es un warning permanente, porque con el ego no podemos descuidarnos.

Principio número 16: Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar que dar es tan bienaventurado como recibir. 2Aumentan la fortaleza del que da y simultáneamente le dan fortaleza al que recibe.

Carmelo Urso: De acuerdo al Curso, ¿existe alguna diferencia entre ”dar” y “recibir”? ¿Cómo es que “dar” nos fortalece cuando la evidencia de los sentidos y las enseñanzas del mundo suelen proclamar lo contrario?

Georgina Arteaga Carlebach: Desde la visión del ego sí existe una diferencia entre dar y recibir, para él no es lo mismo, pero desde la Visión del Espíritu Santo, que es la única importante, sí lo es, porque todos somos uno y el mismo, lo que damos es lo mismo que recibimos, por eso al dar nos fortalecemos, porque estamos recibiendo. Por ejemplo cuando lo que damos, lanzamos al exterior, es una forma de ataque, es lo mismo que recibiremos, pero cuando ofrecemos perdón y amor es esto lo que recibimos. Las enseñanzas del mundo del ego nos dicen que si damos algo nos quedamos sin ello, nos hará falta, y así solo decidimos desprendernos de aquello que consideramos que ya no nos es útil.

Lo que damos es lo mismo que recibimos

De hecho, mantenemos pensamientos tan erróneos, que consideramos que siempre debemos solo de dar, y sin humildad alguna no nos abrimos a saber recibir, pero esto es porque al dar estamos ya con un pensamiento de que porque lo hacemos somos mejores que la otra parte, o incluso que si damos Dios nos dará algo como recompensa y por eso debemos hacerlo. El dar y recibir van tan de la mano que cuando hemos corregido nuestra mente solo nos comunicamos sin hacer un análisis de qué daremos a cambio de qué, solo sabemos internamente que siempre nos estamos dando a nosotros mismos.

Principio número 17: Los milagros transcienden el cuerpo. 2Son cambios súbitos al dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal. 3Por eso es por lo que curan.

Carmelo Urso: ¿Cómo lo invisible cura a lo visible? Y si –como dice el Curso- “no somos un cuerpo”, ¿a quién o a qué es lo que acaban por curar los milagros?

Georgina Arteaga Carlebach: Mi amigo Carmelo, este es uno de los principios que al primer momento de su lectura nos da trabajo entenderlo, o al menos a mi no me fue tan fácil cuando lo leí en mis inicios de práctica, pero bueno, a mi ego no le gustaba así que me hacia lenta para comprenderlo.

La verdad lo del cuerpo lo vine asimilando cuando empecé a leer libros de Kenneth Wapnick, por eso siempre recomiendo leerlos. No es fácil entenderlo y menos incorporarlo, porque estamos tan acostumbrados a creer que somos solo un cuerpo, y lo creemos porque es lo que vemos, la mente no la vemos, y en ocasiones ni siquiera nos damos cuenta y comprendemos lo que emana de ella.

Bueno, el milagro trasciende el cuerpo y va más allá del nivel corporal porque el problema nunca está en el cuerpo sino en la mente, el cuerpo no es quien elige y toma decisiones, no es el que se enferma o se sana, es únicamente la mente. De ahí que el milagro lo que sana es la mente, la única parte que está enferma, y requiere ser sanada.

Principio número 18: El milagro es un servicio. 2Es el máximo servicio que le puedes prestar a otro. 3Es una manera de amar al prójimo como a ti mismo, 4en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la de él.

Carmelo Urso: ¿A quién le prestamos servicio con nuestros milagros? ¿Quién es ese “prójimo” al que tengo la posibilidad de amar como a mí mismo? ¿Es alguien diferente de mí?

Georgina Arteaga Carlebach: Lo primero es que un milagro en sí es un servicio, es una manera de ofrecer amor a quienes el miedo les ahoga, va dirigido al nivel de la mente, no de las formas. Con el milagro nos prestamos servicio a nosotros mismos y posteriormente lo extendemos a nuestro hermano. Al amarnos a nosotros mismos podemos extender este amor a los demás (nuestro prójimo), porque ambos somos uno y el mismo, por eso es que en el Curso se habla del Hijo de Dios, y este Hijo somos cada uno e nosotros, somos todos en la Unidad con el Padre, somos parte todos de la Filiación.

Las diferencias solo existen para el ego, para él existen personas más valiosas que otras, mas buenas que otras, más espirituales que otras. La realidad es que la única diferencia que puede llegar a existir es que existen personas que han tomado la decisión de corregir su mente y desean compartirlo. Como comenta Kenneth Wapnick en uno de sus escritos, y comparando la curación con una alfombra, él dice que una alfombra o esta extendida o esta enrollada, pero no está media extendida o media enrollada, así es la curación, o estamos enfermos o hemos sanado.

Principio número 19: Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios. 2Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó. 3Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eternidad, no las del tiempo.

Carmelo Urso: ¿Has tenido –gracias a la vivencia del milagro- la experiencia de que tu mente sea una con la de Dios? ¿Se puede compartir con otros tal experiencia? ¿Qué es la Filiación? Y este Universo que contemplamos a diario con nuestros ojos y nuestros telescopios, ¿forma parte de “la suma de todo lo que Dios creó”?

Georgina Arteaga Carlebach: Gracias a este camino que elegí al decidir realmente pegarme con pegamento de esos que hagas lo que hagas no se pueden separar los objetos, y el mantenerme por años trabajando e incorporando en mi mente y en cada pensamiento las enseñanzas de Un Curso de Milagros® puedo en este mi presente decirte que mantengo mi mente en unidad con mi Padre, y esto fue lo que me motivó después de nueve años de práctica a compartirlo de diversas formas, pero pienso que la más importante de las formas ha sido a través de cada una de mis relaciones.

También te puedo compartir que en ocasiones aún me puedo llegar a separar de Su Pensamiento, porque el ego entra sin aviso o educación alguna; así es él, pero me doy cuenta de inmediato, reacciono, me perdono el error, y me uno nuevamente a mi Padre.

Cada persona que ha llegado a mi vida a través de compartir el Curso ha sido mi maestro, a través de las experiencias de ellos aprendo. El día de hoy en cada ocasión que observo algo que no me gusta en una persona, me siento para observarme, siempre en forma compasiva, y descubrir qué estoy viendo de mí en el espejo que tengo enfrente, para mi esto es unirme a mi hermano, tanto en el error como en la corrección, y en cada ocasión que nos unimos estamos participando en la Filiación. Y aquí tenemos que ser muy atentos para no confundirnos, porque yo he llegado a escuchar en algunos estudiantes de Un Curso de Milagros® que la Filiación es la unión de los “buenitos” que estudiamos el Curso, que somos muy espirituales; ojo con esto porque es lo opuesto, decir esto es participar en la separación, solo que ahora con un ego espiritual.

Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios

El que veamos el mundo como la suma del todo lo que Dios Creó depende de con cual visión lo contemplamos, si nos mantenemos con la visión el ego, bueno ese mundo Dios no lo Creó, pero si lo empezamos a ver con la Visión que nos ofrece el Espíritu Santo, con los ojos del perdón y el amor, entonces nos acercamos a Su Creación.

Principio número 20: Los milagros despiertan nuevamente la conciencia de que el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. 2Estereconocimiento es lo que le confiere al milagro su poder curativo.

Carmelo Urso: ¿Qué es el espíritu? De acuerdo a la visión del Curso, ¿se halla dentro del cuerpo como exponen ciertas doctrinas espirituales? ¿Y para qué curar el cuerpo si no es el altar de la verdad?

Georgina Arteaga Carlebach: Para darte respuesta a esta pregunta voy a utilizar definiciones tanto de la Sección de Clarificación de Términos de Un Curso de Milagros®, como de las que nos ofrece Kenneth Wapnick en su obra Un Curso de Milagros: Una Introducción Básica.

El espíritu es la parte que aún se mantiene en contacto con Dios a través del Espíritu Santo, que al formar parte del ámbito de Dios, es eterno. Es el Pensamiento de Dios que Él creó semejante a Sí Mismo. Es la naturaleza de nuestra verdadera realidad, la cual es incambiable y eterna. Se contrasta con el cuerpo, la encarnación del ego, el cual cambia y muere. La energía del espíritu se activa a través de la mente, de la cual es el equivalente aproximado.

El cuerpo, la encarnación del ego, cambia y muere

Como podemos observar, contactarnos con nuestro espíritu es a través de la mente, del pensamiento de Unidad, es la manifestación de que aceptamos la Voluntad de Dios, aceptamos nuestra perfección y santidad. Su manifestación más profunda es a través del amor.

LOS 50 PRINCIPIOS DEL MILAGRO: UNA INTERPRETACIÓN POR FERNANDO MASTROIANNI (PARTE 3)

Todos somos Uno

30.- Dado que los milagros reconocen el espíritu, ajustan los niveles de percepción y los muestran en su debido lugar. Esto sitúa al espíritu en el centro, desde donde puede comunicarse directamente.

Interpretación:

El milagro nos muestra el preciso nivel donde se encuentra “el problema”, en un error de pensamiento, en la mente y no en el cuerpo.

Nos muestra que el problema es nuestra idea de culpabilidad, más allá de la forma que adopta. Nos permite ver que todo aparente problema, no es más que un error de pensamiento. Esto es lo que genera la sensación de ausencia de amor en nosotros, un amor que creemos perdido. Allí es adonde debe acudir el amor del Espíritu Santo en nuestra ayuda para rectificar la forma errónea en que nos percibimos. En ese Amor verdadero está nuestra esencia. Ahí el espíritu ocupa el papel central.

Los milagros deben inspirar gratitud, no reverencia


31.- Los milagros deben inspirar gratitud, no reverencia. Debes dar gracias a Dios por lo que realmente eres. Los Hijos de Dios son santos y los milagros honran su santidad que ellos pueden ocultar, mas nunca perder.

Interpretación:

Debemos sentirnos agradecidos por la magnificencia del milagro, este maravilloso y majestuoso regalo de parte de nuestro Padre hacia nosotros, Sus Hijos. Sólo un amor ilimitado, profundo e incondicional, una expresión de Amor verdadero y auténtico puede traernos este regalo. Con el Padre, es con el único que hemos de tener reverencia o gratitud, pues es el verdadero artífice de un estado de consciencia latente en todos nosotros, estado que ante un “mínimo de buena voluntad” aflora para guiarnos de regreso al hogar.

32.- Yo inspiro todos los milagros, que en realidad son intersecciones. Interceden a favor de tu santidad y santifican tus percepciones. Al ubicarte más allá de las leyes físicas te elevan a la esfera del orden celestial. En ese orden tú eres perfecto.

Interpretación:

Jesús es la fuente de todos los milagros. Al optar por el milagro que es escuchar la voz de Dios, de Jesús, del Espíritu Santo, en lugar de la del Ego, estamos propiciando su intervención. Al invocar su intervención, pasamos del plano terrenal a actuar en el plano celestial, donde se recuerda nuestra perfección y se corrige la percepción sobre cualquier error que suponemos haber cometido.

Esta intervención es la convocatoria a nuestro “interprete”, quién juega su papel utilizando todo lo de este mundo y lo re-interpreta, lo re-codifica en nombre de Dios y de su reino, a favor de nuestra paz.

33.- Los milagros te honran porque eres digno de ser amado. Desvanecen las ilusiones que albergas a cerca de ti mismo y perciben la luz en ti. De esta forma, al liberarte de tus pensadillas, expían tus errores. Al liberar a tu mente de la prisión de tus ilusiones te restauran la cordura.

Interpretación:

Nuevamente, como ya mencionamos, el milagro corrige la percepción acerca de quiénes somos. De esta manera se corrigen todos los errores que creemos haber cometido, y desaparecen las ilusiones que son los efectos de dichos errores.

34.- Los milagros le devuelven a la mente su llenura. Al expiar su sensación de carencia establecen perfecta protección. La fortaleza del espíritu no da cabida a intromisiones.

Interpretación:

Al corregir la percepción en vuestra mente, re-aparece algo que siempre ha estado allí, que es parte de nuestro estado natural del Ser, la plenitud, la sensación de abundancia.

Sólo habíamos colocado una cortina frente a nuestra sensación de plenitud, pero jamás desapareció.

35.- Los milagros son expresiones de amor pero puede que no siempre tengan efectos observables.

Interpretación:

Los milagros siempre ocurren, aunque en el plano material no siempre veamos sus efectos. Esto nos hace pensar, de guiarnos por los ojos del cuerpo, que nada está pasando. No obstante, el milagro está ocurriendo en el verdadero plano donde debe ocurrir, en la mente. La corrección se da en la mente no el plano físico donde intentar corregir algo, es simplemente creer en la magia y dejar todo igual.

Imagen satelital de Ciudad de México, donde enseña Fernando Mastroianni

36.- Los milagros son ejemplos de recto pensar que armonizan tus percepciones con la verdad tal como Dios la creó.

Interpretación:

Recto pensar o mentalidad recta alude a pensar a través del Espíritu Santo, nuestro Maestro Interno, la Voz que habla por Dios dentro de nosotros desde la eternidad.

La Verdad tal como Dios la creó, es que todos somos Uno. Somos el mismo Hijo de Dios manifestado en muchos cuerpos, unidos por una Única mente.

37.- Un milagro es una corrección que yo introduzco en el pensamiento falso. Actúa como catalizador, disolviendo la percepción errónea y reorganizándola debidamente. Esto te coloca bajo el principio de la Expiación, donde la percepción sana. Hasta que esto no ocurra no podrás conocer el Orden Divino.

Interpretación:

Nuevamente, este principio nos habla de la intervención de Cristo, del Espíritu Santo en la corrección de la percepción acerca de quiénes somos. Al des-hacer, de la mano del Espíritu Santo, y con el perdón genuino y verdadero como eje central, todos los errores que creemos haber cometido, están siendo expiados, caminando hacia una percepción correcta.

38.- El Espíritu Santo es el mecanismo de los milagros. Él reconoce las creaciones de Dios así como tus ilusiones. Separa lo verdadero de lo falso mediante Su capacidad para percibir totalmente en vez de selectivamente.

Interpretación:

El Espíritu Santo si se lo permitimos, sin interponer obstáculos (expectativas, deseos personales de que las cosas sean a nuestra manera, sueños, ap-egos a la forma, a los tiempos), re-interpreta absolutamente todo lo que hemos hecho en este mundo, todas nuestras relaciones y las evalúa en nombre de la Verdad de Dios, mostrándonos amorosamente, qué es verdad y qué es ilusión. Así una vez iniciado el camino de los milagros vemos “encajar” cada cosa en su lugar y en ocasiones, vemos desaparecer todo tipo de rituales, hábitos, costumbres y creencias. El sólo hecho de que desaparezcan, nos da la pauta de la irrealidad de éstos. Nada real puede ser amenazado”.

El Espíritu Santo trabaja en este mundo de pasado, presente y futuro desde la Eternidad. Al guiarnos, evalúa cada situación, cada relación, cada cosa que hemos fabricado, sabiendo con exactitud cuál de todas ellas “juega a favor” de nuestra paz, cuál da testimonio de nuestra verdadera Identidad y cuál no. A estas últimas, simplemente las des-hace amorosamente.

39.- El milagro elimina el error porque el Espíritu Santo lo identifica como falso o irreal. Esto es lo mismo que decir que al percibirse la luz la oscuridad desaparece automáticamente.

Interpretación:

Expiar, corregir, eliminar, des-hacer son todos sinónimos de lo que hace el Espíritu Santo. No hay diferentes errores, todos son parte del único error que nunca cometimos, pero que creemos real, el error de percibirnos separados de Dios.

40.- El milagro reconoce que todo el mundo es tu hermano así como mi hermano también. Es una manera de percibir la marca universal de Dios.

Interpretación:

El milagro nos recuerda que todos somos Uno, el Unigénito Hijo de Dios. Cada uno de nosotros unidos como parte de la Filiación, a través de una misma Mente, y Cristo unido a nosotros como uno más en esa mente que compartimos.

El milagro corrige la percepción de la separación. Nos recuerda la unicidad. Nos habla de comunión de mente, de pensamiento compartido. Esa es la marca universal de Dios.

“El problema” es un error de pensamiento en la mente y no en el cuerpo

41.- El contenido perceptual de los milagros es la plenitud. De ahí que puedan corregir o redimir la errada percepción de carencia.

Interpretación:

El milagro al corregir la percepción de separación, nos recuerda que somos parte de un todo íntegro, de una unidad que jamás se dividió a pesar de que los ojos del cuerpo muestren otra cosa. Al percibirnos separados de Dios, la idea de carencia se adentra en la mente, ya que la carencia es la idea que engendró al ego y al mundo de las formas. Separados de Dios, nos sentimos carentes, lejos de casa, lejos del amor, nos percibimos en el miedo. Lejos del hogar todo nos indica que las cosas dependen sólo de nosotros.

Todo en este mundo de ilusiones, nos habla de que “algo nos falta”. Esta idea de carencia el mundo la trata de suplir en el plano material, siguiendo una premisa del ego de “busca pero no halles”, pero realmente se encuentra en el plano de la mente. Allí trabaja el milagro corrigiendo donde verdaderamente está el problema, llevándonos amorosamente al estado de plenitud.

42.- Uno de los mayores beneficios que se deriva de los milagros es su poder para liberarte de tu falso sentido de aislamiento, privación y carencia.

Interpretación:

La idea de separación nos hace percibirnos divididos, aislados y carentes.

Esta carencia la proyectamos en los demás, y creemos que son los responsables de todo lo que nos acontece, de todo lo que carecemos, de todo lo que nos falta.

El milagro nos permite percibir correctamente, y ver que somos los únicos responsables a través de nuestros pensamientos, de todo cuanto nos acontece, y por lo tanto, que nadie nos priva de nada ni nos ha tratado injustamente.

La idea de separación nos hace percibirnos divididos, aislados y carentes.


43.- Los milagros surgen de un estado mental milagroso, o de un estado de estar listo para ellos.

Interpretación:

Estar listo para el milagro, es desear por encima de todo el Reino de los Cielos, desear ser feliz por sobre todas las cosas. Es una decisión. Es haber entregado al Espíritu Santo todo aquello que nos perturba, que nos mueve nuestra paz interior, nuestras situaciones conflictivas, sin excepción, con absoluta confianza, sin guardarnos nada para resolverlo nosotros (en secreto) por nuestra cuenta. Es entregar, soltar, toda angustia, toda aflicción con la profunda convicción de que el poder de Dios está detrás de ello para corregir absolutamente cualquier pensamiento erróneo de miedo.

Este estado de confianza plena, sinónimo de amor absoluto y auténtico, que el mundo ve como aparente “despreocupación” o “dejadez”, es el ámbito donde se produce el milagro.

Los milagros son expresiones de una conciencia interna de Cristo y de haber aceptado Su Expiación.

Conciencia de Cristo, nos habla de un Cristo que somos todos. Una mente Crística que todos compartimos. La parte de nuestra mente unida desde la Creación a la Divinidad, a la Fuente.

Generalmente asociamos a Cristo con Jesús. Jesús el hombre, era parte del Cristo, de la Mente del Hijo de Dios que formamos todos quienes integramos la Filiación.

El Cristo en nosotros es esa parte de la Mente Divina que nos une, que permanece intacta en nosotros, donde el Cristo, el Espíritu Santo lleva a cabo su misión de conducirnos de regreso a casa. Él es, quien realiza el milagro.

45.- Un milagro nunca se pierde. Puede afectar a mucha gente que ni siquiera conoces y producir cambios inimaginables en situaciones de las que ni siquiera eres consciente.

Interpretación:

El milagro tiene un alcance insospechado. Al producirse en la mente, al no “verlo” con los ojos del cuerpo, no percibimos en ocasiones su verdadero alcance. El milagro es un cambio que nosotros con ese “mínimo de buena voluntad”, entregándolo todo, y colaborando en no interponer obstáculos, para que Cristo haga el trabajo de llevarnos de vuelta a casa, producimos un cambio enorme, maravilloso en la mente UNO, en la mente que nos mantiene unidos desde la eternidad como Hijo de Dios a todos y a todo. Los efectos de esa corrección en nuestro pensamiento, en ocasiones, no los podemos observar, pero es un hecho que se dieron, que a alguna parte de la Filiación ayudaron a sanar.

Al producirse en el plano de la mente, y al ser el Hijo de Dios de una misma mente, estamos llegando a rincones infinitos. Cada vez que realizamos un cambio en nuestra percepción, de alguna manera estamos moviendo la percepción universal hacia un mayor despertar.

46.- El Espíritu Santo es el medio de comunicación más elevado. Los milagros no entrañan ese tipo de comunicación debido a que son medios temporales de comunicación. Cuando retornes a la forma original de comunicación con Dios, por revelación directa, los milagros dejarán de ser necesarios.

Interpretación:

El trabajo del Espíritu Santo como “mediador” entre Dios y su hijo, cesará cuando hayamos culminado el proceso de Expiación. Allí retomaremos a la comunicación directa con Dios, sin la necesidad de intervención del Espíritu Santo como nexo.

El milagro nos ayuda a corregir la percepción en el camino hacia Dios, ese es su alcance, su propósito. El milagro sólo tiene sentido en este mundo, donde la idea ilusoria de separación, aun existe.

47.- El milagro es un recurso de aprendizaje que reduce la necesidad de tiempo. Establece un intervalo temporal fuera de lo normal que no está sujeto a las leyes usuales del tiempo. En ese sentido es intemporal.

Interpretación:

El milagro es la corrección de la percepción que nos permite “ahorrar” una cantidad insospechada de tiempo a través de su manifestación.

Al entregar, soltar cada situación vivida que nos angustia, propiciamos el des-hacimiento de la culpa, una culpa pesada que al cargarla a través del tiempo, demora, deteriora, corroe y hace lento nuestro tránsito de regreso a casa.

El perdón, el des-hacimiento del error de separación, colapsa el tiempo, lo acelera y desacelera e introduce en el tiempo intervalos que la mente racional, lógica, no alcanza a comprender. Este es el efecto que el Espíritu Santo logra en tiempo a través del milagro.

48.- El milagro es el único recurso que tienes a tu inmediata disposición para controlar el tiempo. Sólo la revelación lo trasciende al no tener absolutamente nada que ver con el tiempo.

Interpretación:

La revelación nos conecta directamente con Dios, a diferencia del milagro que se da a través del Espíritu Santo como intermediario.

La experiencia de la revelación es una experiencia en la que sentimos la presencia de Dios directamente, es breve, efímera, fugaz, y es un acto recordatorio donde por un instante todo se paraliza, todo se transforma, todo brilla, todo reluce. La experiencia de la revelación es contundente, hace desaparecer el tiempo.

El milagro es un acto de corrección, de rectificación, de percepción, este es el verdadero objetivo del Curso de Milagros, no la revelación. Si bien con Dios todo puede acontecer-

49.- El milagro no distingue entre diferentes grados de percepción errónea. Es un recurso para sanar la percepción que es eficaz independientemente del grado o dirección del error.

Interpretación:

En eso radica su verdadera imparcialidad. El milagro corrige todo error sin poner énfasis o detenerse en grados, niveles, tipos o clases de ilusión.

Un error de percepción es un error, sin importar del tipo que sea. El único que ve niveles y grados es el ego. El milagro corrige toda ilusión por igual, sin distinguir grado alguno.

Detenerse a evaluar grados en los errores, la dinámica del ego, hace que caigamos en la trampa de pensar que en el mundo hay algunas cosas que son mejores que otras, algunos errores peores que otros, y algunos que merecen perdón y otros castigo. Esto es dar realidad al error, cosa que el milagro no hace.

El milagro des-hace toda ilusión por igual al acercar luz a la oscuridad, sin dar realidad a nada que no lo tenga. Evalúa todo a través del Espíritu Santo bajo la óptica de lo que es verdad, según el plan de Dios y de Su Reino.

Nada que no sea verdad es conservado en el milagro. Toda ilusión es des-hecha imparcialmente.

50.- El milagro compara lo que tú has hecho con la creación, aceptando como cierto lo que concuerda con ella, y rechazando como falso lo que no.

Nada que no sea verdad es conservado en el milagro, como mencionamos en el principio anterior. Todo lo que hacemos para unirnos a nuestros hermanos tiene que ver con la Creación. Todo lo que hacemos para separarnos aun más, tiene que ver con el mundo de la ilusión. El milagro sólo conserva, aquello que tiene que ver con nuestra esencia, con la verdad. La maestría del Espíritu Santo si se lo permitimos sin interponer obstáculos, con “cosas” que queramos conservar “para nosotros”, evalúa y conserva aquello que sirve en nuestra vida a Dios, y a Su plan, lo otro lo ilumina y muestra que nunca existió.

LOS 50 PRINCIPIOS DEL MILAGRO: UNA INTERPRETACIÓN POR FERNANDO MASTROIANNI (PARTE 2)

Dar es tan bienaventurado como recibir

16.- Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar que dar es tan bienaventurado como recibir. Aumentan la fortaleza del que da y simultáneamente le dan fortaleza al que recibe.

Interpretación:

Como nos señala Jesús en Un Curso de Milagros, “dar y recibir son parte de una misma cosa”. Cuando doy, es a mi mismo a quien doy, considerando que todos somos parte de la Mente Uno, la Mente del Hijo de Dios. Por lo tanto, recibiré exactamente aquello que ofrezca al mundo y a mis hermanos.

17.- Los milagros trascienden el cuerpo. Son cambios súbitos al dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal. Por eso es por lo que curan.

Interpretación:

Los milagros, trascienden el cuerpo ya que se producen en un nivel que está más allá de este, se producen a nivel de la mente, donde realmente puede haber cambio, a nivel del pensamiento.

Curan realmente ya que trabajan sobre la causa del “problema“, no sobre el efecto.

Al corregir la percepción acerca de quiénes somos, a nivel de la mente, el cuerpo, una herramienta que en esencia es “neutra” se pone al servicio del Espíritu Santo y da testimonio de la corrección de pensamiento a través de su salud y fortaleza.

Los milagros trascienden el cuerpo

18.- El milagro es un servicio. Es el máximo servicio que le puedes prestar a otro. Es una manea de amar al prójimo como a ti mismo, en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la de él.

Interpretación:

Al corregir la percepción sobre nosotros, corregimos la percepción sobre los demás, reconociéndoles como parte de la Filiación.
Dice Un Curso de Milagros: “no puedes reconocer a tu Creador si pierdes de vista a la Creación”. Por lo tanto la única forma de llegar a Dios es a través de su Creación, reconociendo en cada persona, en cada hermano, a una parte inseparable de la Filiación.

La ofrenda que podemos hacer a Quién nos otorgó el regalo de la vida eterna, es tener una percepción correcta, acertada de su Creación, bendecirla y dar testimonio de nuestra unicidad.
Por esta razón, el máximo regalo que podemos hacer a nuestros semejantes, y a nosotros mismos, es reconocerles y reconocernos como parte del Todo al que pertenecemos.

19.- Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios. Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó. Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de le eternidad, no las del tiempo.

Interpretación:

El milagro, el cambio de percepción acerca de Quiénes somos, realizado por el Espíritu Santo, propicia un cambio de percepción en nosotros y nos invita amorosamente a cambiar de percepción acerca de “aquel” que tenemos frente. Al verle como parte nuestra, sanamos su percepción errónea, sanando la nuestra.

Como efecto de esta corrección, se produce un verdadero colapso en el tiempo, ya que sanamos el pasado y proyectamos un futuro libre completamente de culpabilidad.

El milagro refleja la ley de la eternidad, no es la eternidad, pues el milagro opera en el mundo del tiempo, no de lo eterno. El milagro es necesario aquí en el mundo de tiempo y espacio. En el cielo no se necesita.

20.- Los milagros despiertan nuevamente la consciencia de que el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. Este reconocimiento es lo que confiere al milagro su poder curativo.
Interpretación:

Este principio nos recuerda el verdadero poder que se encuentra en la mente, en el espíritu, no en el cuerpo, en lo físico. El cuerpo sólo obedece a la mente que le envía a buscar testimonio de la voz que ha decidido escuchar. El milagro tiene poder curativo ya que trabaja con la mente superior o espíritu, no con la mente inferior, el cuerpo.

21.- Los milagros son expresiones naturales de perdón. Por medio del milagro aceptas el perdón de Dios al extendérselo a otros.
Interpretación:

Volvemos a la ley de Causa y Efecto, y a su esencia: dar y recibir es en verdad lo mismo.

Dios no perdona, pues nunca juzga. Lo que se acepta es el Amor de Dios al verlo en cada hermano, al ver la perfección en cada persona con quién entramos en contacto. Este es el concepto de impecabilidad en la visión, con el que tengo que ver a mi hermano.

Sólo ver en él la marca universal de Dios. Nada más puede considerarse visión. Nada más es válido si realmente deseo ver la verdad.

Los milagros son expresiones naturales de perdón, la manifestación más elevada del amor en este mundo. A través del amor del perdón, un amor auténtico, cambiamos la percepción acerca de nosotros corrigiendo el único error que jamás cometimos, el pensar que estamos separados de nuestra Fuente

Los milagros son expresiones naturales de perdón, la manifestación más elevada del amor en este mundo.

22.- Los milagros se asocian con el miedo debido únicamente a la creencia de que la oscuridad tiene la capacidad de ocultar. Crees que lo que no puedes ver con los ojos del cuerpo no existe. Esta creencia te lleva a negar la visión espiritual.
Interpretación:

Creemos que el no ver la imagen pecaminosa que consciente o inconscientemente hemos forjado de nosotros, ésta permanecerá oculta. Lo cierto es que, al proyectarla en otros, la atacamos perpetuándola y reforzándola de esta manera en nosotros. Por lo tanto la oscuridad o falta de visión correcta, nada puede ocultar en verdad, sólo disimular o distraer la visión.

No ver un problema con los ojos del cuerpo, trasladándolo al exterior y proyectándolo sobre otros, no logra, que dicho problema desaparezca. Por otra parte si decidimos ver con los ojos del cuerpo, y darle realidad a lo que estos muestran, estaremos restando todo el valor y veracidad que la visión espiritual nos ofrece.

23.- Los milagros reorganizan la percepción y colocan todos los niveles en su debida perspectiva. Esto cura ya que toda enfermedad es el resultado de una confusión de niveles.
Interpretación:

Los milagros corrigen la percepción acerca de nosotros, de quiénes somos, de nuestro linaje, de nuestra herencia, corrigiendo a su vez la percepción que tenemos sobre todo lo demás. Al corregir, revalorizamos todo, basados en una visión diametralmente opuesta a la distorsión que traíamos.

Vista de Ciudad de México, donde enseña Fernando Mastroianni

La curación se produce como efecto de ver todo bajo un nuevo lente. Ponemos en orden la relación mente-cuerpo jerarquizando nuevamente la importancia de la mente sobre el cuerpo, y viendo el cuerpo como lo que es, un instrumento de comunicación al servicio de la mente que lo dirige.

24.- Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y resucitar a los muertos porque tanto la enfermedad como la muerte son invenciones tuyas, y, por lo tanto, las puedes abolir. Tu mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. Solo las creaciones de luz son reales.

Interpretación:

Como resultado de corregir la percepción acerca de quiénes somos, pasamos de un estado de culpabilidad a uno de inocencia, a través de la aplicación del perdón, a todo aquello que lejos de juzgar decidimos aceptar y bendecir.

Esto como efecto permite una nueva visión, sobre todos los temas, entre ellos la enfermedad y la muerte.

Ambos conceptos, al corregir nuestra percepción desaparecen, otorgándoles el verdadero rango de ilusiones. Pues “nada real puede ser amenazado”.

25.- Los milagros son parte de una cadena eslabonada de perdón, que una vez completa, es la Expiación. La Expiación opera todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo.

Interpretación:

La Expiación como el Curso de Milagros lo señala, la única responsabilidad que debemos aceptar para nosotros mismos, constituye el des-hacer el error de percibirnos separados. Su herramienta básica para des-hacer dicho error es el perdón, y su campo de acción, las relaciones personales.

A través del perdón, corregimos la percepción de estar separados del Padre, lo que acarrea la gran culpabilidad que sentimos, pasando a un estado natural de inocencia del cual nunca realmente nos hemos apartado.

A través del perdón, corregimos la percepción de estar separados

Al perdonar nuestro único error en el ahora, perdonando en el momento presente a todos y todo cuanto parece acontecer, dicho perdón, “cierra” puertas abiertas de sucesos pasados, en ese mismo orden de pensamiento, y nos proyecta a un futuro donde estos temas ya solucionados y perdonados, no vuelven a aparecer como asignaturas pendientes a resolver.

De esta manera el milagro “colapsa” el tiempo, operando en todas sus dimensiones. La Expiación opera todo el tiempo, ya que es aplicable a todo cuanto nos ocurre sin excepción.

26.- Los milagros representan tu liberación del miedo. “Expiar” significa “des-hacer”. Deshacer el miedo es un aspecto esencial del poder expiatorio de los milagros.

Interpretación:

El milagro es una corrección, corrección de percepción que nos acerca al amor, des-haciendo el miedo. Des-hacer también puede interpretarse como “no –hacer”, es decir, una vez que entregamos una situación que no estamos percibiendo correctamente, que altera nuestro estado de paz mental, al Espíritu Santo, si le dejamos actuar sin intromisiones, Él con todo el poder de Dios, des-hace el error de manera magistral, sin descuidar ningún detalle.

27.- Un milagro es una bendición universal de Dios a todos mis hermanos por mediación mía. Perdonar es el privilegio de los perdonados.

Interpretación:

Jesús nuestro modelo a seguir como el primero de todos nosotros que completó el proceso de Expiación, es la mente Crística, la manifestación del Espíritu Santo, el Nexo, el Intermediario entre Dios y cada uno de nosotros, es quién verdaderamente propicia el milagro, no nosotros.

Nuestro papel es simplemente, despejar el camino de obstáculos para que Él lleve a cabo su ejecución, y esto lo hacemos a través de perdonar todos aquellos eventos y personas que convocamos a nuestra experiencia. De esta forma quitamos cualquier obstáculo para el trabajo de Jesús.

28.- Los milagros son un modo de liberarse del miedo. La revelación produce un estado en el que el miedo ya ha sido abolido. Los milagros son, por lo tanto, un medio, y la revelación, un fin.

Interpretación:

Revelación y milagro son experiencias diferentes.

Durante la revelación no existe el miedo en absoluto, la manifestación de Dios en nosotros es total. Es una experiencia de plenitud absoluta, una experiencia que no es duradera, por el contrario es pasajera, fugaz. De no ser así, no estaríamos más en este plano.

Por el contrario el milagro es una experiencia propia de “esta etapa” de sueño.

El milagro es una experiencia propia de este estado de consciencia, donde aún debemos usar el tiempo, soltar, entregar al Espíritu Santo todo aquello que nos perturba la paz, para trascender el miedo.

El milagro es una forma de liberarse del miedo

29.- Los milagros alaban a Dios a través de ti. Lo alaban al honrar a Sus creaciones, afirmando así la perfección de las mismas. Curan porque niegan la identificación con el cuerpo y afirman la identificación con el espíritu.

Interpretación:

El milagro es la corrección de la percepción acerca de quiénes somos. Se logra al ver únicamente al Espíritu Santo en cada hermano, al ver perfección en cada uno de nosotros y no debilidad ni vulnerabilidad. Ésta por otra parte es la verdadera empatía.

De esta manera lo reforzamos tanto en él como en nosotros. Así se produce el milagro, la corrección de percepción en ambos, en nosotros y en el hermano que tenemos frente, en la experiencia. Así, a través del milagro nos vemos como lo que verdaderamente somos, espíritu invulnerable, fuerte, ilimitado, una expresión de la divinidad, espíritu teniendo una experiencia en lo corporal, y no un cuerpo en una experiencia espiritual.

30.- Dado que los milagros reconocen el espíritu, ajustan los niveles de percepción y los muestran en su debido lugar. Esto sitúa al espíritu en el centro, desde donde puede comunicarse directamente.

Interpretación:

El milagro nos muestra el preciso nivel donde se encuentra “el problema”, en un error de pensamiento, en la mente y no en el cuerpo.
Nos muestra que el problema es nuestra idea de culpabilidad, más allá de la forma que adopta. Nos permite ver que todo aparente problema, no es más que un error de pensamiento. Esto es lo que genera la sensación de ausencia de amor en nosotros, un amor que creemos perdido. Allí, a donde debe acudir el amor del Espíritu Santo en nuestra ayuda para rectificar la forma errónea en que nos percibimos. En ese Amor verdadero está nuestra esencia. Ahí el espíritu ocupa el papel central.