FUERZA INTERIOR

Dejó salir el árbol que latía en ella...

Francisco Machalskys

franmacha@gmail.com

http://cuentoexpress.wordpress.com/

Hallé una semilla.

La conservé como adorno. Atraía su redondez, su pulimento, su impasible dureza.

Salí de viaje. La ventana quedó abierta. La lluvia mojó la semilla. Regresé; la encontré herida de vida, mostrando una verde sonrisa.

Al sembrarla, dejó salir el árbol que latía en ella.

APRENDIZAJE

De paso en paso, llegaremos a nuestro Destino...

JAHZ

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Temíamos, pero había que seguir adelante. Enfrentamos algo nuevo, el miedo a equivocarse, caer. Decepcionar a los que confían en ti.

Tras unos intentos en falso, nos sentimos preparados.

Dimos con éxito nuestro primer paso.

Los próximos primeros pasos también serán difíciles…

…pero cada uno nos guiará hacia el siguiente…

NÓMADA CÓSMICO

Es un privilegio poder distinguirte en el firmamento...

JAHZ

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Aventurero milenario que recorres con tu órbita elíptica el espacio, conociendo de cerca galaxias, mundos exóticos, astros reyes. Es un privilegio poder distinguirte en el firmamento.

¿Visitarás una vez más nuestro enigmático planeta y nos deslumbrarás con tu efímera estela?

Nómada cósmico, no interrumpas tu viaje…

BOCANADA

Volvé, Cerati...

Francisco Machalskys

franmacha@gmail.com

http://cuentoexpress.wordpress.com

No levantes aún, Gustavo, la misteriosa Persiana Americana. No transites todavía carreteras sin sentido, religiones sin motivo.

La Ciudad de la Furia te vio caer. Expectante, te brinda su Terapia de Amor Intensiva, anhelando escuchar tu Canción Animal, Canción Eterna.

No seas tan cruel; no busques más pretextos.

Vuelve…

¿QUÉ NOS ATRAE DE LO QUE VEMOS?

Los cuatro elementos: agua, aire, fuego, tierra.

Paquita Diez
http://comunicatecontigo.wordpress.com/

El elemento agua, emotivo…

El elemento tierra, poder…

El elemento aire, liviandad, lo sutíl, espíritu…

El elemento fuego, pasión, determinación, coraje…

Poder ver todos los elementos en una imagen, que una imagen pueda reflejar todos estos aspectos de mi Ser.

Nos atrae lo que nos evoca y recuerda quien somos, nos atrae lo que nos inspira algo nuevo, desconocido, lo que nos muestra que hay otros mundos, nos atrae lo que despierta la semejanza entre Dios y yo, lo que nos hace olvidarnos de la brecha, nos atrae lo Real, la Luz, el Amor, la Verdad, la verdadera Libertad de las prisiones de la Ilusión, de la estrechez de los ojos del cuerpo.

Este profundo anhelo nos ha guiado y nos guia a cada instante, este aroma, este perfume mueve nuestros pasos, seguimos las huellas que Jesús nos deja en todo lo que nos rodea, que es la voz de Dios llamando a su Hijo, y caminando, a su vez, trazamos con Él sendas de regreso al Padre, a lo familiar, a nuestra verdadera naturaleza, a la fuente…sendas que acortan y aceleran el tráfico hacia el Reino.

Nos atrae lo que Somos, y somos en Todo.

«EL TIEMPO ES EL RECURSO DE ENSEÑANZA DE LO ATEMPORAL» (Serie Principios del Milagro 11-20)

El tiempo es el recurso de enseñanza de lo atemporal

Carmelo Urso
entiempopresente4@gmail.com

 Paquita Diez

http://comunicatecontigo.wordpress.com/

Principio número 11: “La oración es el vehículo de los milagros. 2Es el medio de comunicación entre lo creado y el Creador. 3Por medio de la oración se recibe amor, y por medio de los milagros se expresa amor”

Carmelo Urso: En el contexto del Curso, el milagro es usualmente entendido como un “cambio de percepción”; ¿podrías aclarar a los lectores y lectoras qué se entiende por percepción y por qué sólo el milagro es capaz de cambiarla? Y de acuerdo a tu experiencia personal, ¿qué tipo de oración es la que nos permite cambiar y espiritualizar nuestras percepciones, de tal modo que recibamos y expresemos amor?

Paquita Diez: La oración, esa acción de comunicarse y establecer contacto con el Creador, es la que llama, evoca o activa el milagro, que es la respuesta o la expresión o la manifestación de esa acción. El milagro es la expresión mas elevada de amor aquí, en el sueño, aunque venga de fuera del tiempo, pero se expresa en el tiempo; en la Eternidad los milagros no son ya mas necesarios.

La percepción viene del sistema de pensamiento del ego, la falsa identidad, y este sistema está limitado, limitado por sus propias ideas. Desde dentro de este sistema no podemos cambiarlo porque está diseñado para crear sólo más de lo mismo, no tiene salida, pues sus bases son equivocadas. El milagro lo logra porque viene de otro sistema externo, limpio , neutro, viene de una mente y una visión más allá de los límites de lo físico, más ampliada. No podemos espiritualizar nuestras percepciones, no podemos ni debemos hacer nada con ellas, sino únicamente estar dispuestos a soltarlas, pedir que se nos muestre la Verdad, la visión de Cristo, el cuadro más grande… como queramos llamarlo. Pero eso no lo hacemos nosotros, eso se nos da, al pedirlo. Es nuestra firme voluntad de quererlo por encima de todo la que nos lo trae, la voluntad de renunciar a todas nuestras ideas a la hora de mirar un acontecimiento, situación o persona. El amor se expresa por sí mismo, pues eso es lo que somos, no podemos forzarlo ni provocarlo, podemos facilitarlo u obstaculizarlo.

Principio número 12: Los milagros son pensamientos. 2Los pensamientos pueden representar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de experiencia. 3Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual.

Carmelo Urso: Ciertamente el Curso expresa que, todos “los milagros son pensamientos”, pero como le resulta obvio a cualquiera, no todos los pensamientos son milagros (de hecho, muchos de los míos son bastante desagradables). ¿Qué diferencia a un pensamiento milagroso de uno que no lo es?

Paquita Diez: Digamos que son pensamientos con distinta frecuencia. Un pensamiento de baja frecuencia no produce apenas nada, un pensamiento elevado puede mover muchas cosas, está más vivo, tiene más poder. Para tener pensamientos elevados entrenamos la mente, una mente sin entrenar no puede lograr nada. El Curso nos da el programa de entrenamiento perfecto para poder producir pensamientos de mayor frecuencia y parar, desenergetizar o dejar de escuchar los pensamientos que no son reales.

Carmelo Urso: Por otra parte, según postula el Curso, en el mundo de la percepción (o mundo de la ilusión) contemplamos múltiples “niveles de experiencia”, mientras que desde el Conocimiento de Dios (lo opuesto a la percepción) el Hijo del Padre es incapaz de percibir niveles, separaciones o jerarquías ya que sólo vivencia la Plena Unidad del Todo. Así las cosas, el así llamado “nivel superior o espiritual”, ¿formaría parte del ámbito de la percepción? Y de ser así, ¿cuándo lo espiritual se transforma en verdadero Conocimiento?

Paquita Diez: Cada vez que tenemos una experiencia en la que trascendemos el cuerpo, lo físico, una experiencia de Unidad con Todo, para eso hacemos todo lo demás, ése es el propósito del entrenamiento, reconocernos en nuestra identidad de obradores de milagros, alquimistas de la mente, salvadores del mundo… Espiritual es todo lo relativo al Espíritu, que es lo que somos. La percepción nos impulsa, nos inspira o nos dirige al Conocimiento, a través de nuestras decisiones (La mente es un mecanismo de decisión) cruzamos cada idea, cada percepción, al otro lado, pidiendo verlo de otra manera, lo real, la verdad. Así llevamos constantemente nuestras percepciones al conocimiento. Reconociendo que estoy equivocado y que tiene que haber otra manera, la de Dios. Negamos el mundo de nuestras ideas y al hacerlo, emerge el mundo Real.

Principio número 13. Los milagros son a la vez comienzos y finales, y así, alteran el orden temporal. 2 Son siempre afirmaciones de renacimiento, que parecen retroceder, pero que en realidad van hacia adelante. 3Cancelan el pasado en el presente, y así, liberan el futuro.

Carmelo Urso: ¿Se podría decir, en resumen, que una de las funciones del milagro es centrarnos en el instante presente?

Paquita Diez: Sí, los milagros solo pueden suceder en el presente pues sólo hay Ahora, el Ahora es el único tiempo real, fuera de ahí todo está basado en referencias de pasado y futuro. Al ser comienzos y finales colapsan el tiempo, lo abolen, son cambios súbitos, donde se revierte todo, y por eso cancelan lo que pasó, al darle un significado totalmente nuevo, y dejan al futuro libre para poder ser lo que es a través de esta nueva mirada.

Principio número 14: Los milagros dan fe de la verdad. 2Son convincentes porque proceden de la convicción. 3Sin convicción
degeneran en magia, que es insensata, y, por lo tanto, destructiva; o más bien, el uso no creativo de la mente.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende, en el contexto del Curso, por magia? ¿Por qué es destructiva? ¿Y cómo “los milagros dan fe de la verdad” cuando operan en el ámbito de la percepción –que es lo contrario a la verdad?

Paquita Diez: Dan fe de la verdad, son convincentes, se experimentan desde la Certeza, cuando suceden la verdad que expresan es tan evidente que no hay manera posible de negarlo, de objetar alguna duda, se hace imposible. El que los reconoce y los puede ver es nuestro verdadero Ser. Operan en la percepción, pero se experimentan en el Ser. Si lo recibimos o experimentamos en la percepción, en la forma, sin la experiencia, los llevamos al mundo de lo limitado, los hacemos similares a la magia, creemos que es algo que hemos hecho nosotros desde nuestro falso y limitado poder o creatividad, y vamos a querer controlarlo, manipularlo a nuestro antojo, sin entregarlo a la Fuente, y vamos a desperdiciarlos, pues los milagros sólo sirven a propósitos de un bien mayor.

Los milagros operan en la percepción, pero se experimentan en el Ser.

Principio número 15: Todos los días deberían consagrarse a los milagros. 2El propósito del tiempo es que aprendas a usarlo de forma constructiva. 3El tiempo es, por lo tanto, un recurso de enseñanza y un medio para alcanzar un fin. 4El tiempo cesará cuando ya no sea útil para facilitar el aprendizaje.

Carmelo Urso: A qué ámbito pertenece el tiempo, ¿al de la percepción o al del Conocimiento? ¿Tienen los milagros la función de abolir el tiempo? Si el tiempo es un “recurso de enseñanza”, ¿qué es lo que tenemos que aprender de él? Y si el tiempo es “un medio para alcanzar un fin”, ¿cuál es ese fin?

Paquita Diez: El tiempo es el recurso de enseñanza de lo atemporal, porque nos creímos separados hubo que enseñarnos desde donde nos creíamos que estábamos. El aprendizaje es que el tiempo no existe, que la separación no ocurrió. Movernos en el tiempo nos puede ayudar a verlo más claro. Por eso cuando esto se consigue el tiempo no es ya mas importante, necesario, es como si el tiempo terminase en un Ahora Eterno. ( Este es el link de un artículo sobre el tiempo de una revista científica que Sara, una hermana de Barcelona colocó en su blog, http://mifuncionaquiesamarte.blogspot.com/2008/07/el-tiempo-no-existe.html por si quieres echarle un vistazo).

Principio número 16: Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar que dar es tan bienaventurado como recibir. 2Aumentan la fortaleza del que da y simultáneamente le dan fortaleza al que recibe.

Carmelo Urso: De acuerdo al Curso, ¿existe alguna diferencia entre ”dar” y “recibir”? ¿Cómo es que “dar” nos fortalece cuando la evidencia de los sentidos y las enseñanzas del mundo suelen proclamar lo contrario?

Paquita Diez: Dar nos fortalece porque si sólo somos Uno, todo lo que percibimos son aspectos o fragmentos de ese Uno que somos, con lo cual sólo podemos y estamos dándonos a nosotros mismos; todo lo que das lo recibes, porque es la acción de estar dando la que te lo trae, lo que activa el recibir, no aquel o aquello a quien das. Recibir, por otro lado es la garantía de que reconoces lo que estás dando, por la ley de causa y efecto… Recuerdo ahora esta frase del Curso que dice, “lo único que falta en una situación es lo que tú no has puesto”; para poder recibir amor, dalo, cuando quieras ser amado, ama. Esta es la forma de funcionar de un Maestro de Dios, de un Obrador de milagros. Así como también la cualidad de lo que damos es que es completo, es todo, hemos perdido la habilidad de dar “un poco” sólo damos del todo, en una acción íntegra.

Principio número 17: Los milagros transcienden el cuerpo. 2Son cambios súbitos al dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal. 3Por eso es por lo que curan.

Carmelo Urso: ¿Cómo lo invisible cura a lo visible? Y si –como dice el Curso- “no somos un cuerpo”, ¿a quién o a qué es lo que acaban por curar los milagros?

Paquita Diez: Los milagros no se proponen curar la ilusión, el cuerpo, son una corrección del error que ha provocado la enfermedad o el sufrimiento. El dolor es una perspectiva errónea, por lo tanto cuando ocurre nos avisa de que algo anda mal, para que podamos pedir el milagro, que cura de raiz, la cura profunda. Digamos que el cuerpo es el mensajero. La mente es la única que puede enfermar, el cuerpo le sigue, por eso es ella la que tiene que sanar. El cuerpo es el efecto, por eso nos proponemos sanar la causa, la mente, el pensamiento.

Principio número 18: El milagro es un servicio. 2Es el máximo servicio que le puedes prestar a otro. 3Es una manera de amar al prójimo como a ti mismo, 4en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la de él.

Carmelo Urso: ¿A quién le prestamos servicio con nuestros milagros? ¿Quién es ese “prójimo” al que tengo la posibilidad de amar como a mí mismo? ¿Es alguien diferente de mí?

Paquita Diez: Es como decía antes, si tienes que dar algo a “alguien”, dáselo todo, dale la máxima expresión, y esto es un milagro, porque es la llamada a algo mas allá de uno mismo, mas allá de mi voluntad pequeñita que tiene intereses invertidos cuando da, quieres darle al otro la Voluntad de Dios, que es la que verdaderamente sabe, la que tiene en cuenta el cuadro más grande, objetivo, neutro, la que realmente le va a ahorrar tiempo o sacar más rápido. Y esta Voluntad es la misma que quieres para ti, por eso quieres lo mismo para el prójimo, no podemos tener dos voluntades distintas pues al estar pasando dentro de la misma mente, esto nos colocaría en una mente dividida, lo cual es la locura, la separación y la muerte.

Vista de la Catedral de Murcia, España, ciudad en la que vive Paquita Diez

Principio número 19: Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios. 2Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó. 3Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eternidad, no las del tiempo.

Carmelo Urso: ¿Has tenido –gracias a la vivencia del milagro- la experiencia de que tu mente sea una con la de Dios? ¿Se puede compartir con otros tal experiencia? ¿Qué es la Filiación? Y este Universo que contemplamos a diario con nuestros ojos y nuestros telescopios, ¿forma parte de “la suma de todo lo que Dios creó”?

Paquita Diez: Sí, todos hemos tenido ese tipo de experiencias en algún momento, a veces reconociéndolo y otras sin darnos cuenta, sin llamarla una experiencia de Unión. Por ejemplo estos momentos de felicidad plena de una madre al dar a luz a su hijo, o un instante de paz absoluto que no sabes de donde viene o porque razón… Muchos han tenido experiencias sin haberlas reconocido como tales, porque la mente estaba sin entrenar para esa visión o esa interpretación. El entrenamiento mental del Curso de Milagros nos dirige directamente a esa experiencia, ése es su propósito, no tendría sentido si simplemente nos dejara en los conceptos, en las ideas, sin aplicarlas, sin la experiencia, no tendría valor. La experiencia se puede compartir, de hecho es lo único que compartimos, es lo único que realmente estamos dando al otro. Sin la experiencia damos conceptos, a veces mas claramente expuestos y otras menos, pero lo conceptos por si mismo no producen la verdadera comunicación, la verdadera transformación. Para que los conceptos tengan vida, tengan ese poder de extender Luz, tienen que haberse hecho verdad primero en nosotros, en el que los da, tienen que haber producido en nosotros una experiencia, tenemos que haberlos aplicado y recibido los resultados y beneficios, que son los que nos dan la garantía y la certeza de que funcionan. Aún así, las palabras del Curso tienen una frecuencia tan alta que siempre nos llegan, alcanzan a la mente recta, pero la experiencia del que las dice está fortaleciendo el mensaje siempre.

Por otra parte, y tratando de contestar a lo que preguntas, es posible que a la hora de contar, de expresar con palabras una experiencia grandiosa que uno haya tenido, las palabras se nos quedan cortas, uno siente que no puede ponerla en palabras, porque dan la forma pero no la cualidad o la esencia. Pero las experiencias son muy personales, lo mas importante no es contarlas, solo el hecho de haberlas tenido, de haberlas vivido, ha creado la Presencia, la “huella” dentro de uno, y eso luego, necesariamente se va a expresar, se va a compartir, porque lo Real es lo único que se comparte, va a encontrar la vía de extensión. La cajera del supermercado un Lunes a la salida del trabajo puede cumplir la función de recordarte toda la Luz que eres, en la forma de tratarte o de simplemente mirarte para recoger tu dinero… la Luz que somos se extiende desde el jardinero podando delicadamente un árbol, o desde el ama de casa pasando el aspirador,  o desde todo lo que hacemos con amor. La forma, el envoltorio, cae, la experiencia queda, permanece.

La Filiación es la unión, la representación de toda la hermandad, de todos los fragmentos. Para explicarlo en el campo de la percepción podríamos decir que como no podemos encontrarnos con Todos los fragmentos dentro del sueño, se nos dan todos aquellos, todas aquellas imágenes digamos representativas, digamos muestra, de la Filiación entera, y cada uno hace su parte, pero en la voluntad, en la acción conjunta, la Filiación se reUne. Y no hace falta que lo hagamos todos y cada uno de los humanos en la Tierra, muchos lo hacemos por cientos, por miles. Yo nunca entro en estos detalles porque no bajo tanto al detalle del funcionamiento del sueño. Solo se que tengo toda la Responsabilidad conmigo misma, con mis hermanos que aparezcan en mi sueño y con Dios, y cumpliendo esto todo lo demás sucede en eso.

Con respecto a la última pregunta, Si, todo es Dios, todo lo que vemos es Dios, porque Dios, el Amor es nuestra última realidad. Los telescopios, los mares, la grandiosidad de la Naturaleza… todo está ahí para hablarnos de la magnificencia de Dios, de su inmensidad, desde una piedra hasta el mas bello arcoiris.

Principio número 20: Los milagros despiertan nuevamente la conciencia de que el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. 2Este reconocimiento es lo que le confiere al milagro su poder curativo.

Carmelo Urso: ¿Qué es el espíritu? De acuerdo a la visión del Curso, ¿se halla dentro del cuerpo como exponen ciertas doctrinas espirituales? ¿Y para qué curar el cuerpo si no es el altar de la verdad?

El Espíritu es el altar de lo Real, de la Verdad, la Certeza de que nuestra verdadera identidad no la confiere el cuerpo sino lo que lo mueve, lo que lo inspira a cada instante. El Espíritu es el aliento, la vida, lo real, el movimiento, el amor, es lo que Es. Saber esto, poder reconocerlo, la pura acción del reconocimiento de esto, es la esencia del milagro, es literalmente como está expresado, es lo que le confiere al milagro su poder curativo. Sin este reconocimiento, el milagro es magia, no se recibe.

No se haya dentro del cuerpo pues el cuerpo no existe, no es real, solo hay Espíritu, la única realidad del cuerpo es que es el vehículo de expresión mientras estemos aquí. Jesús se hizo hombre y habitó entre nosotros, se manifestó en un cuerpo para poder comunicarse con lo que todavía creen que el cuerpo es su identidad. No hay nada más físico que no ser un cuerpo, ésta es la paradoja. Es estar completamente en el cuerpo, con el fin de abandonarlo o trascenderlo completamente. El Curso dice, “el Cuerpo es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura”. ¿Para qué curar el Cuerpo? Porque somos responsables por igual de todo lo que hemos creado, de todos los aspectos, la Responsabilidad es un movimiento, y ese movimiento lo ejecuto por igual en todo lo que hago, cuando pelo patatas en la cocina, cuando pongo unas flores en mi mesa, cuando enseño con ideas y conceptos, cuando cuido mi libro, cuando tomo la medicación que bajo la voluntad de Dios el doctor me ha recomendado, cuando cuido el medioambiente en el que habito… Somos congruentes, y aplicamos lo que predicamos, y si curo mi mente, también cuido su aspecto corporal. Lo que quiere decir este principio no es que el cuerpo no es nada, es que el enfoque ha de estar siempre en el Espíritu, y desde ahí todo son medios, y como medios para este gran Fin, también son sagrados, le cambiamos su valor. No tratamos de curar el cuerpo en sí mismo, pues sabemos que es solo un efecto, pero lo atendemos responsabilizándonos de ese efecto, y en ello curamos o corregimos su causa.

UN AÑO DE COLABORACIONES EN TIEMPO PRESENTE

Al Arca de la Salvación se sube de dos en dos...

Carmelo Urso

https://carmelourso.wordpress.com/

«Al Arca de la Salvación se sube de dos en dos», sentencia sabiamente Un Curso de Milagros. Desde sus inicios,  he visto este blog como eso: como una embarcación en la que lectores y lectoras, divulgadores y divulgadoras espirituales de las más diversas tradiciones y credos podamos compartir vivencias, opiniones y experiencias.

Con infinito agradecimiento, hago visibles aquí los links de aquellos y aquellas que han compartido espacio conmigo durante los últimos doce meses, en este blog En Tiempo Presente.

APROXIMACIÓN AL AMOR INCONDICIONAL EN CLAVE DE POESÍA de OMHALL.

EL AMOR: LA ETERNA LEY CÓSMICA ES IMPERSONAL de Gabriele Wittek

¿QUÉ ES EL AMOR? de Graciela Dattoli

AMAR de Julio Bevione

LA PUERTA DEL CIELO: SÍNTOMAS DE LA ASCENSIÓN ESPIRITUAL (EXTRACTO)

de Karen Bishop

MARIO LIANI CANALIZANDO A KRYON EN CIUDAD DE MÉXICO (Eres un Ser Extraordinario disfrazado de Ordinario)

JESHUA, JESÚS Y CRISTO de Pamela Kribbe.

UN MENSAJE DE NAVIDAD POR JESHUA de Pamela Kribbe

KRYON A TRAVÉS DE MARIO LIANI: “CONECTANDO EL CORAZÓN DEL UNO A TRAVÉS DE GAIA” (Canalizado en Caracas el 15 de agosto de 2009)

CREER COMO JESÚS: LA ESPIRITUALIDAD DEL REINO (Elementos fundantes de nuestra Espiritualidad Latinoamericana) de José María Vigil

MEDITACIÓN DE “APERTURA DEL CANAL CRÍSTICO Y RECEPCIÓN DEL CRISTO” deDomingo Díaz

MI SERVICIO DE HO´OPONOPONO de Yeni Pérez

CÓMO LLEGUÉ AL PRESENTE (CÓMO LLEGUÉ AL HO´OPONOPONO) de Al McCallister

HO´OPONOPONO: UNA DIETA DE PENSAMIENTOS (PARTE II) de Vivi Cervera

INTRODUCCIÓN AL HO´OPONOPONO de Joe Vitale

HO’OPONOPONO: UNA DIETA DE PENSAMIENTOS (PARTE 1) de Vivi Cervera

PESCADOR DE SUEÑOS de JAHZ

CORREDOR de JAHZ

DETRÁS DEL FINO TRAZO de JAHZ

EL RENACER de JAHZ

ASÍ DE AMOROSO ES DIOS de Juan Rodrigo Urso

LLENAS DE AMOR ESTÁN LAS MADRES de Juan Rodrigo Urso

ASÍ USO MIS MANOS de  Juan Rodrigo Urso

CÓMO SE REALIZA LA MEDITACIÓN DE LOS CORAZONES GEMELOS 

¿QUÉ ES LA MEDITACIÓN DE CORAZONES GEMELOS? de Mercedes Navas

YA NO ES TIEMPO DE ORAR, SINO DE TRAER EL PARAÍSO A LA TIERRA de Domingo Díaz

ORIGEN DE LA EMF BALANCING TECHNIQUE®

¿QUÉ ES LA SANACIÓN PRÁNICA? de Mercedes Navas

DANDO RESPUESTA A: “¿PARA QUÉ TE HIZO DIOS?” de Elizabeth Marín

CREDO DEL OPTIMISTA de Christian Larson

MILAGRO TRAS MILAGRO de Nely Gómez

LAS CUATRO VÍAS DEL MILAGRO de Yehuda Berg

LA PARADOJA DEL EGO de Georgina Arteaga Carlebach

SIGUE SIENDO ILUSIÓN de Paquita Diez

UN CURSO DE MILAGROS… ¿QUÉ ES? de Xavier Moya

UNA PINCELADA DE “UN CURSO DE MILAGROS” (EXTRACTO DEL LIBRO “MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS” DE BRENT HASKELL) de Brent Haskell

DANDO RESPUESTA A: «¿PARA QUÉ TE HIZO DIOS?»

¿Para qué nos hizo Dios?
Elizabeth Marin

elimarinh@yahoo.es

Hola Carmelo, en verdad que somos únicos y Dios nos hizo con un propósito.

En el tiempo pasado todo era Luz. En los inicios no existía más nada.

Sólo el aliento del Padre. Él decidió crear y expandió su Luz a través de su aliento. Él insufló la forma de apariencia. Necesitaba dar vida a sus particularidades. Necesitaba expandir su existencia.

Sabía que no seria fácil para esa existencia emergente identificar su procedencia. Sabía que se tendría que enfrentar a las locuras y creaciones individuales y sin embargo lo hizo.

La existencia, entonces, no era sólo Luz, era sobrevivencia, experiencias, individualidades y formas diversas. El hombre físico, una de ellas.

¿Por qué? porque debería volver a la fuente después de transcurrir su experiencia física, mental, emocional y espiritual. De la nada a la nada, de la vida a la muerte, de la ignorancia a la sabiduría.

El juego se repite una y otra vez porque la existencia es eterna. El hombre es eterno y sus experiencias y aprendizajes también.

El camino es individual pero el recorrido no lo es. ¿La diferencia entre uno y otro? El camino eres tú, el recorrido Soy Yo.

Caminas en Mí todo el tiempo y pareces olvidarlo, la idea es que no lo olvides para que puedas integrarte nuevamente al recorrido eterno.

¿Cómo sabes si te integras? Cuando el camino es placentero, cuando consigues alinearte al sendero dispuesto.

Yo te amo incondicionalmente porque Yo soy Tú y te entrego el camino, por qué tú no me amas incondicionalmente mientras lo recorres. Allí está el aprendizaje, ámame incondicionalmente y te integrarás al recorrido plenamente.

¿Cómo amarme incondicionalmente?

Siendo tú mismo, que Soy Yo, siendo amoroso, creativo, respetuoso, siendo amor y sintiendo amor, pero un amor infinito por toda la creación. Entrégate con confianza, pues eres Mi creación.

ORACIÓN ESENIA AL ÁNGEL DEL AGUA

El Ángel del Agua

Tomado de http://aguassagradas.wordpress.com/

Invocación al Ángel del Agua. El que hace que la lluvia caiga sobre las llanuras áridas, quien llena la fuente seca hasta desbordar.

“Te adoramos Agua de Vida.

Desde el Mar Celestial, las Aguas corren y fluyen de las fuentes inagotables.

En mi sangre fluyen mil fuentes puras, vapores, nubes y todas las aguas que se esparcen sobre los Siete Reinos.

Todas las Aguas que el Creador ha hecho son Santas. La voz del Señor está sobre las Aguas, el Dios de Gloria se hace sentir; el Señor está sobre muchas aguas.

Ángel del Agua, mensajero santo de la Madre Terrenal, entra en la sangre que fluye a través de mi, baña mi cuerpo con la lluvia que cae del Cielo y dame el Agua de Vida.”

GEORGINA ARTEAGA-CARLEBACH: «EL MILAGRO NOS IMPULSA FUERA DE LA OSCURIDAD Y NOS TRANSPORTA A LA LUZ DEL AMOR». (Serie Principios del Milagro, 21-30)

El milagro nos impulsa fuera de la oscuridad:transporta a la luz del amor

Principio número 21: “Los milagros son expresiones naturales de perdón. 2Por medio de los milagros aceptas el perdón de Dios al extendérselo a otros”.

Carmelo Urso: En el contexto del Curso, ¿qué significa perdonar? ¿Cuál es la relación entre el milagro y el perdón? ¿En qué se diferencia el perdón del ego y el perdón de ese Dios que es Uno con su Hijo?

Georgina Arteaga-Carlebach: Gracias Carmelo por nuevamente estar aquí contigo y por la oportunidad de compartir. Voy primero a hablar del falso plan de perdón del ego, el cual consiste en que primero veamos en nuestro hermano el error clara y detalladamente, que lo desmenucemos y luego tratemos de pasarlo por alto o lo neguemos. El problema en esto es que, cómo pasar por alto algo a lo que primero le dimos valor y realidad. Cómo pasar por alto el verlo culpable de lo que primero pensamos nos hizo. También es un falso perdón porque primero lo hemos visto culpable, y luego nos ponemos la capa de “buenitos” y decimos: “tú me dañaste, pero como yo soy mejor que tú, soy más bueno que tú, te perdono”.

En el perdón que nos enseña el Espíritu Santo y del cual nos habla este principio, es el perdón verdadero, la única herramienta que nos libera y nos acerca al amor incondicional. El plan del perdón del Espíritu Santo es observar el evento de otra manera, es mirar más allá del error del otro, es no aceptar como verdadero lo que nuestra percepción errónea ve, es distinguir lo falso de la actitud de los cuerpos.
El perdón al que se refiere el Curso es el que nos conduce al Amor de Dios. El milagro es perdón, curación, es el mundo real de Dios, la salvación, la corrección, redención, es el rostro de Cristo, es caminar bajo una percepción verdadera, es Expiación, es la liberación del miedo. El perdón, como lo define el Curso, es perdonarnos los errores, es extender el perdón a nuestro hermano por lo que no ha hecho, porque la realidad es que cada uno de nosotros es quien se daña o se perdona, decide ser feliz o sufrir. Lo que ocurre con los milagros es que cambiamos del odio y ataque del ego al amor que nos enseña el Espíritu Santo, el cual se convierte en la extensión del Amor de Dios hacia nosotros, y luego hacia los demás a través de nosotros.

El verdadero perdón libera el miedo y la culpa, da libertad, poder, amor y paz. Cuando perdonamos no requerimos que los demás cambien, no invertimos nuestra energía en buscar el cambio en el exterior, por el contrario, la invertimos en nuestro propio proceso de cambio. Perdonar no es olvidar lo que aconteció en el pasado, porque además sí pasó. Perdonar es poder observar lo acontecido desde un ángulo diferente, un ángulo desde el que exploramos qué aprendimos, qué nuevas decisiones tomamos para ya no lastimarnos, ya no herirnos y con qué nueva visión de vida continuar caminando.

Principio número 22: “Los milagros se asocian con el miedo debido únicamente a la creencia de que la oscuridad tiene la capacidad de ocultar. 2Crees que lo que no puedes ver con los ojos del cuerpo no existe. 3Esta creencia te lleva a negar la visión espiritual”.

Carmelo Urso: ¿A qué llamamos –en términos del Curso- “la oscuridad”? ¿Y cómo es que el milagro nos permite experimentar lo que “el ojo del cuerpo” no es capaz de ver?

Georgina Arteaga-Carlebach: La oscuridad va relacionada con la culpa, porque es ésta la que no nos permite ver la luz del amor, y cuando habla este principio de los ojos del cuerpo se refiere a que para el ego sólo lo que el cuerpo percibe es verdadero, cuando es lo opuesto, ya que con el cuerpo no vemos, no elegimos no decidimos, es con la mente, es el pensamiento. Los milagros se asocian con el miedo porque es a través de ellos que salimos de la oscuridad de la culpa que el ego nos enseña cuando nos dice que existe el pecado y que somos personas pecadoras. Cuando este erróneo mensaje se graba en nuestra mente creemos que de algún modo podremos protegernos de un castigo que creemos Dios nos enviará. Dios nunca castiga, sólo ama a Su Hijo en perfección. Pero como creemos en la irrealdad del castigo empezamos a defendernos a través de proyectar en forma inconsciente nuestras culpas en el exterior a través del ataque, y al proyectar sobre otra persona, pensamos que podemos esconderla. La «oscuridad» puede equipararse con la palabra «defensa.» El ego enseña que las defensas nos protegen; la oscuridad puede ocultar. Esto, pues, aumenta el miedo de que si renunciamos a la oscuridad, nos expondremos a esta culpa y vamos a tener dificultades. El ego jamás nos dice que las defensas no ocultan: el hecho de que no veamos la culpa no significa que la misma no esté ahí. El milagro nos impulsa fuera de la oscuridad y nos transporta a la luz del amor.

El verdadero perdón libera el miedo y la culpa, da libertad y paz

Principio número 23: “Los milagros reorganizan la percepción y colocan todos los niveles en su debida perspectiva. 2Esto cura ya que toda enferme¬dad es el resultado de una confusión de niveles”.

Carmelo Urso: ¿De qué “niveles” de realidad (o irrealidad) nos habla este principio? Estos niveles, ¿pertenecen al ámbito de la percepción o del Conocimiento de Dios? ¿Qué entendemos aquí por esa “confusión de niveles” que nos enferma? Las jerarquías espirituales –que de alguna manera establecen “niveles” o “grados” de autoridad y evolución entre Arcángeles, Ángeles, Maestros Ascendidos y Guías, ¿pertenecen al ámbito de la percepción o del Conocimiento del Padre?

Georgina Arteaga-Carlebach: : El Conocimiento está en el ámbito del Mundo del Cielo o Mundo de Dios, es el mundo de la pre-separación y Su Creación Unificada, en el cual no hay diferencias o formas y así, excluyente del mundo de la percepción. Sólo en este Mundo del Cielo o Mundo de Dios pueden habitar los Seres de Luz, y cuando decimos que habitan en el plano terrenal estamos tratando de traer lo real a la irrealidad. Porque una cosa es solicitar apoyo de estos Seres, y otra creer que vienen a arreglar algo a un mundo que no existe. Esta es una invención del ego, y sobre todo del ego espiritual. Y cuidado con él.

La percepción el Curso la observa desde dos ángulos: la percepción irreal y la percepción verdadera. En la primera se sitúa el mundo de las formas y las diferencias excluyentes del mundo del conocimiento. Este mundo emana de nuestra creencia en la separación y no tiene realidad verdadera. También es una percepción que viene de la proyección; lo que vemos internamente, lo que vemos dentro de nuestra mente, va a determinar lo que vemos fuera de nosotros, y la interpretación a la que el ego conduce es la del pecado y la culpa que refuerzan la creencia en la realidad de la separación. Cuando corregimos nuestra mente, nuestro pensamiento, la percepción cambia a ser observada como oportunidades para perdonar, para deshacer la creencia en la realidad de la separación, se transforma en una percepción verdadera, que no es otra cosa que ver a través de los ojos de Cristo, la visión que corrige la percepción errónea del ego.

El mundo que vemos dependerá siempre desde qué visión lo vemos: ¿ego o Espíritu Santo? Los milagros reorganizan la percepción de los niveles que están confundidos que son los de la mente. El ego toma el problema de la culpa en nuestras mentes, que es la verdadera enfermedad, y dice que no es la mente la que está enferma, que es el cuerpo el que está enfermo, el mundo está enfermo. Cambia todo del nivel de la mente al nivel del cuerpo. El milagro regresa el problema a donde se originó, y afirma que no es el cuerpo el que está enfermo, es la mente la que lo está. El milagro regresa el problema a donde radica, lo devuelve a la causa (la mente). El Curso es muy enfático al respecto: no hay nada que esté enfermo en el cuerpo. El cuerpo no hace absolutamente nada. El cuerpo es neutral. El cuerpo meramente lleva a cabo los dictados de la mente, no puede sanarse porque jamás ha estado enfermo; es la mente la que está enferma y, por consiguiente, es la mente la que tiene que sanarse. La enfermedad de la mente es la separación, o la culpa; la cura de la mente es el perdón, o la unión. El milagro logra esto al devolver el problema al lugar donde radica.

Lo que vemos dentro de nuestra mente determina lo que vemos fuera de nosotros

Principio número 24: “Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y resucitar a los muertos porque tanto la enfermedad como la muerte son invenciones tuyas, y, por lo tanto, las puedes abolir. 2Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. 3Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. 4Sólo las creaciones de luz son reales”.

Carmelo Urso: Hace tres años, vi morir a mi madre; hace dos, presencié la muerte de mi padre. Si soy honesto, vivo con miedo a morir o a que muera alguno de los míos (especialmente mis hijos). ¿Cómo es que yo he inventado la muerte cuando mis sentidos parecen proclamar que es una fase “natural” del “ciclo de la vida”? ¿Cómo puedo abolir la muerte? Este computador en el que tecleo, este cuestionario que te formulo, este Universo en el que me percibo viviendo ¿son simples episodios de una pesadilla inexistente? ¿Y cómo gestar “creaciones de luz”?

Georgina Arteaga-Carlebach: Los milagros nos capacitan a sanarnos y sanar a otros, porque nosotros mismos somos un milagro, Dios nos Creó capaces de co-crear con Él. Lo que hace el Espíritu Santo es sanar la culpa en nuestras mentes que enfermó al cuerpo al ayudarnos a cambiar de pensamiento acerca de esa culpa que elegimos. Esta es una distinción muy importante que debemos recordar, de modo que no caigamos en la trampa de pedir la ayuda del Espíritu Santo para algo en el mundo material porque Él no opera en el mundo irreal del ego; Él trabaja en nuestras mentes, toma la parte errónea de nuestro pensamiento, y a través del perdón que nos enseña la transforma. No hay mundo. Creer que el Espíritu Santo opera en el mundo de ilusiones es hacerlo a Él tan demente como estamos nosotros, hacer que Él vea un problema donde no existe.

Sobre lo que comentas sobre la visión de la muerte, es una de las enseñanzas del Curso difíciles de asimilar, y más aún de incorporar en nuestra vida. Es un proceso natural que no se trata de abolir, de negar, pero sí de cambiar nuestra idea sobre ésta. Estamos tan educados a pensar que somos sólo cuerpos que la visión de la muerte la vemos como el final de la vida, y como testigo de la separación de nuestro Creador que es Vida. Dentro de la mente errónea si el cuerpo muere entonces tiene que haber vivido, lo que significa que su creador – el ego – tiene que ser real y estar igualmente vivo. La muerte se ve como el castigo extremo por nuestro pecado de separación. Tenemos incluso un proceso de pensamiento incongruente, porque tenemos miedo a la muerte pero a la vez tenemos adicción a ella.

La adicción la practicamos a través de la culpa, la idea del pecado y el castigo, el auto castigo a través de la enfermedad, y este castigo es el que nos hace temer a la muerte, nos da miedo desaparecer. En tanto estemos en este proceso no podremos entrar a la luz, y mucho menos co-crear con Dios, lo que sería gestar creaciones de luz. Dentro de una mente corregida abandonar el cuerpo es observado como dejar atrás éste después que éste haya cumplido su propósito como medio de enseñanza. Recordemos que Dios Creó espíritus perfectos, eternos, inmutables, somos Su Imagen y Semejanza. No voy a decir que esto es fácil de procesar, mentiría yo, pero si podemos al menos observar desde una mente corregida, nos será un poco menos pesado el proceso y nos dará la fuerza para aprender nuestros procesos emocionales. Si cuando un ser amado deja este plano lo observásemos como que sólo es el cuerpo de la persona la que dejaremos de ver (apegos al cuerpo) pero el amor continúa, nos sería más fácil aceptarlo.

Vista de Monterrey, México, donde vive Georgina Arteaga Carlebach

Principio número 25: “Los milagros son parte de una cadena eslabonada de perdón que, una vez completa, es la Expiación. 2La Expiación opera todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo”.

Carmelo Urso: ¿Qué es la Expiación? Si la Expiación opera en “todas las dimensiones del tiempo”, ¿forma parte de la experiencia propia de la percepción?

Georgina Arteaga-Carlebach: Cuando en el Curso se habla de Expiación se refiere a corrección, es para referirse al plan general que surgió con el Espíritu Santo para deshacer el error de creer que estamos separados. El Espíritu Santo fue ubicado en nuestras mentes por Dios, y nos reúne con el Padre que creímos haber abandonado. El Espíritu Santo es el eslabón entre nosotros y Dios, por consiguiente deshace la separación al corregir el error. Así que, podríamos decir que el Espíritu Santo es realmente la expresión del principio de Expiación, que es que la separación jamás ocurrió en verdad. La Expiación es el plan completo de despertar al Hijo de Dios de su sueño de que se separó de su Padre, y el plan se cumple a través del perdón total.

También Expiación es el plan individual que cada uno de nosotros tiene que completar. El Curso dice que nuestra única responsabilidad es aceptar la Expiación para nosotros mismos, quiere decir que debemos aceptar la negación de la realidad de que nos separamos, y la irrealidad de la culpa en las relaciones y situaciones específicas que confrontamos. Expiación, pues, tiene significado en un nivel individual, que es nuestro propio camino particular. Cuando el último Hijo de Dios haya completado su plan, el plan total de la Expiación estará completo. Básicamente, por medio de la elección del milagro escogemos perdonar, y mientras más lo hagamos, más capaces seremos de extender este perdón a los demás. Cuando se complete todo ese proceso o cadena, eso será la Expiación.

Podemos decir que la Expiación forma parte de la experiencia de la percepción corregida, desde una mente que ha podido sanar al haber modificado el pensamiento erróneo de la separación, ha podido liberarse de la culpa, del miedo al castigo, de la adicción al sufrimiento, ha podido reconocer al ego y lo ha debilitado a través del perdón que conduce al amor.

El despertar del Hijo de Dios se cumple a través del perdón total.

Principio número 26: “Los milagros representan tu liberación del miedo. 2″Expiar» significa «des-hacer». 3Deshacer el miedo es un aspecto esencial del poder expiatorio de los milagros”.

Carmelo Urso:En el contexto del Curso, ¿qué es el miedo? ¿Y a qué dimensión de experiencia accedemos cuando lo deshacemos?

Georgina Arteaga-Carlebach: El miedo es una emoción enseñada por el ego, una emoción que contrasta con el amor, que es la emoción que nos dio Dios. Se origina en el esperado castigo por nuestros pecados, y se genera desde el pensamiento de culpa de haber hecho algo malo, algo que cuando Dios se dé cuenta enviará un castigo a Su Hijo. El miedo siempre va a ser el resultado de lo que creemos que nos merecemos y que nos llevará a defendernos proyectando la culpa a otros a través del ataque, lo cual reforzará nuestro sentimiento de vulnerabilidad y de miedo, así establece un círculo interminable de miedo y de defensa.

Salir del miedo inconsciente, porque además no nos damos cuenta de éste, va a requerir conocernos, saber identificar la máscara y la sombra que nos conforman, que ocultan una y otra, y poder encontrar en que etapa de nuestra vida se formaron

Llegar a este punto de reconocimiento y aceptación conduce a tomar nuevas decisiones bastante más sanas, poder poco a poco perdonarse a uno mismo los errores de decisión del pasado, aceptarse y amarse incondicionalmente, tal como Dios nos ama. Cuando lo logramos hemos llegado al punto de encontrar nuestro verdadero Yo, nuestra verdadera Identidad que es amor. Bajo este reconocimiento y aceptación es que podemos ir conociendo y aceptando en forma incondicional a todos los seres que caminan a nuestro lado, sin apegos, sin juicios, sin demandas, sin desear cambiarlos, traspasando las limitaciones que nos ponemos para dar y recibir amor y al hacerlo convertirnos en seres libres, auténticos, en vehículos del amor del Padre.

Esta aceptación incondicional de las personas que nos rodean de la que hablo, no representará en ningún momento permitir conductas dañinas, ponernos como alfombras de alguien, podemos aceptar a la persona tal como es sin convivir con ella, de hecho precisamente porque hacemos esta aceptación honesta es que nos retiramos, para no dañarnos a nosotros mismos y luego voltear a ver a la persona como culpable del daño, proyectándole nuestra decisión irresponsable.

Principio número 27: “Un milagro es una bendición universal de Dios a todos mis hermanos por mediación mía. 2Perdonar es el privilegio de los perdonados”.

Carmelo Urso: ¿Quién es ése que habla y que dice con autoridad “por mediación mía? Si es capaz de mediar por nosotros, ¿es porque se trata de alguien superior a nosotros? ¿Para qué necesitamos su mediación? ¿Por qué nos llama “hermanos”?

Georgina Arteaga-Carlebach: La Única Fuente del milagro es Dios, y se expresa a través de Jesús. Jesús, por ser la manifestación del Espíritu Santo, trae el Amor de Dios a nosotros y de ese modo salva el abismo entre nosotros y el Padre. Jesús, que es quien habla en el Curso, es capaz de mediar por nosotros, sus hermanos, no porque sea o se observe superior a nosotros, ya que de hecho repetidamente en su mensaje nos dice que somos iguales, que no lo veamos a él diferente a nosotros. Necesitamos su mediación, al igual que necesitamos la del Espíritu Santo, porque no sabemos por nosotros mismos recuperar nuestra fuerza y nuestro estado original, no sabemos aún que estamos durmiendo dentro de un sueño de pesadilla que hemos fabricado. Bueno, nos llama hermanos porque desde la visión que Jesús tiene del Padre es así, él reconoce que Dios tiene un Hijo, que es él y es cada uno de nosotros, ya que somos la Unidad.

Jesús a través de su mensaje nos habla repetidamente sobre el perdón, la herramienta única que nos acerca al amor, y señala que es el Espíritu Santo Quien nos la enseñará. Nos dice que a medida que perdonamos, somos perdonados, y esto quiere decir que aceptamos el Amor de Dios. Por supuesto, mientras más aceptemos el auto-perdón, más querremos perdonar a los demás. Es un proceso recíproco. Siempre es importante recordar que los milagros provienen de la Fuente, los hace Jesús, no los hacemos nosotros. Nuestra labor es únicamente limpiar nuestras mentes de aquello que interfiera de modo que él pueda extender su amor a través de nosotros.

Principio número 28: “Los milagros son un modo de liberarse del miedo. 2La revelación produce un estado en el que el miedo ya ha sido abolido. 3Los milagros son, por lo tanto, un medio, y la revelación, un fin”.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende en el Curso por “revelación”? ¿Por qué la “revelación” es un “fin” y el milagro (o cambio de percepción) un “medio”?

Georgina Arteaga-Carlebach: La Revelación es un fin porque nos libera finalmente del miedo que en ocasiones inunda nuestra vida, porque el miedo es un pensamiento desesperante que nos oprime, anula nuestra libertad, nos aleja del pensamiento de amor, es una sensación que en ocasiones podemos llegar a sentir que nos ahoga, nos lanza al vacío, nos lleva al aislamiento. El Curso establece una distinción entre la Revelación, que es la comunicación directa de Dios con Su Hijo, que procede de Él pero que no es recíproca, y el milagro. Cuando tenemos una revelación, no existe absolutamente ningún miedo en nosotros. Algo en nosotros ha efectuado un cambio total, y nos abrimos totalmente a Dios.

Sin embargo, pareciese que no dura en ocasiones, porque si durara, no estaríamos aún aquí. Las revelaciones no son temporales, aunque en ocasiones lo parece, el milagro nos ofrece el medio para llegar a ella. Sólo que el logro tanto del milagro como de la Revelación, requiere una observación permanente, una atención de cada pensamiento que mantenemos, de cada acción que ejecutamos, es una responsabilidad de ser congruentes, porque de no hacerlo volvemos a cualquiera de los asuntos del ego que estén presentes aún, buscando encontrar el momento del descuido para volver a atacar, luego sentirnos culpables y finalmente proyectar todo en nuestro hermano.

Principio número 29: “Los milagros alaban a Dios a través de ti. 2Lo alaban al honrar a Sus creaciones, afirmando así la perfección de las mismas. 3Curan porque niegan la identificación con el cuerpo y afirman la identificación con el espíritu”.

Carmelo Urso: ¿En qué se diferencian las “creaciones de Dios” de las cosas que suele “fabricar” nuestro ego en el mundo de la percepción? ¿Es malo identificarse o cuidar este cuerpo nos acompañará por el resto de la vida? ¿Y cómo opera ese milagro de identificarse “con el espíritu”, “nivel” que los “ojos del cuerpo” son incapaces de ver?

Georgina Arteaga-Carlebach: Todas las Creaciones de Dios son eternas, perfectas, reflejan Su Amor, son verdaderas extensiones de Él, proviene de Su Pensamiento, son extensiones de Su Espíritu, nosotros Su Hijo somos un efecto de Él. La Creación de Dios sólo existe dentro del nivel del conocimiento, de la realidad y la verdad. Por el contrario, lo que el ego hace es fabricar un mundo de sueño de pesadilla, un mundo de separación y desamor, y todo está dentro de la percepción errónea. Estas fabricaciones del ego son siempre imperfectas, reflejan su propia imperfección, contienen la separación entre el hijo y el Padre.

Lo “malo” nos es cuidar el cuerpo, que es el vehiculo del espíritu, yo diría que lo que lo hace negativo es creer que somos un cuerpo, y sólo eso. El cuerpo siempre será utilizado por el sistema de pensamiento que sustentemos, si nuestro pensamiento es de perdón y amor es lo que reflejaremos a través del cuerpo. El milagro lo que nos proporciona es dejar de ver el cuerpo como valiosos por lo que representa, y observarlo como lo que realmente es, un vehículo que no toma decisiones, por lo mismo no se enferma ni se cura, pero sí puede ser el vehículo del perdón y el amor.

Me gustaría también comentar sobre el tema de alabar de la que nos habla este principio. Para el Curso alabar es algo diferente a la sustentación de las ideas judeo-cristianas sobre alabar a Dios. Dios no necesita que nosotros lo alabemos. Él no tiene un ego que requiera que la gente lo alabe. La forma en que el milagro alaba a Dios es simplemente reflejando Su Ser y Su Amor, no con palabras. Una de las formas en que el amor especial se distingue del amor verdadero es que el amor especial es siempre un fenómeno exclusivo, siempre excluye a cierta gente. El Amor de Dios es global; Él no hace excepciones porque no tiene favoritos. Los milagros alaban este Amor de Dios al unir a todas las personas en nuestra mente. Se alaba a Dios al honrar a Sus creaciones, afirmando así la perfección de las mismas. Así cambiamos de la percepción falsa del ego a la percepción correcta del Espíritu Santo que mira más allá del error hacia la verdad, mira más allá de la oscuridad del ego hacia la luz de Cristo que brilla en esa persona.

Principio número 30: “Dado que los milagros reconocen el espíritu, ajustan los nive¬les de percepción y los muestran en su debido lugar. 2Esto sitúa al espíritu en el centro, desde donde puede comunicarse directamente”.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende por “ajustar los niveles de percepción” y mostrarlos “en su debido lugar”? ¿Cómo podemos comunicarnos con el espíritu? ¿Acaso tiene una Voz que podamos escuchar? Y en caso de que la tenga, ¿cómo nos sintonizamos con ella?

Georgina Arteaga-carlebach: El milagro ajusta los niveles de la percepción y coloca cada aspecto en su lugar porque nos muestra en dónde radica el problema, nos muestra que éste no radica en el cuerpo, sino que radica en la mente donde se genera nuestro pensamiento y lo proyecta en determinada forma. En este proceso nos señala que el verdadero problema es nuestro eterno pensamiento de culpa, y ésta genera el miedo que a la vez se establece como una defensa en contra del amor que realmente somos. Por lo tanto, el verdadero centro de nuestro ser no es el ego o es la culpa; es el espíritu. AI liberamos de la culpa deshacemos el miedo y así finalmente entramos en una verdadera comunicación con nuestro espíritu, nuestro ser verdadero, podemos entonces escuchar la Voz de Dios que nos habla desde un espacio eterno, y nos unimos a Su Creación. Esto es sintonizarnos con la Voz de la Fuente.

El Curso nos enseña que el percibir es una interpretación, no un hecho. Vemos lo que queremos ver o lo que necesitamos ver. No podemos cambiar al mundo, pero podemos cambiar cómo verlo, sustituyendo la culpa de nuestros egos, que hemos hecho real, por la realidad de nuestra Identidad como espíritu, la cual el Espíritu Santo nos recuerda constantemente, nos educa para descubrir por qué no vivimos en el amor que es en realidad nuestro estado natural en el que Dios Creó a Su Hijo.