CÓMO LLEGUÉ AL PRESENTE (CÓMO LLEGUÉ AL HO´OPONOPONO)

Al McCallister
http://www.hooponopono.com.br

Mi experiencia: un resumen del transcurso de como llegué al Ho’oponopono.

Después de irme a la facultad en Nueva York, en vez de volver a Brasil, yo continué viviendo y trabajando en la Gran Manzana, ya tenía en aquella época muchas preguntas relativas a la religión. Dios, nuestro origen, destino, etc. La ciudad era un hervidero de grupos alternativos exponiendo todo tipo de práctica espiritual existente en el planeta tierra, y probablemente grupos alienígenas también pero no tuve contactos de primer grado con éstos… pero eso también depende del punto de vista.

Como me estaba estableciendo en el mercado de trabajo, como artista yo tenía poco tiempo para dedicarme a esta búsqueda espiritual, pero sentía la necesidad de profundizar en eso en busca de un sentido a la vida. Así aprendí a meditar usando una técnica de un inglés, afincado hacía muchos años en los EE.UU., de observación del flujo de pensamientos sin mezclarse con ellos, ahí es cuando comencé a comprender que los pensamientos no somos nosotros, que ellos vienen de algún lugar y se alojan en la gente formando la base de nuestro ego donde se reproducen, afirman creencias y en general alborotan nuestra cabeza.

¡Cuantas veces actuamos como bomberos apagando un incendio, incendio que nosotros mismos iniciamos intentando arreglar a personas, grupos, el mundo! 30 minutos por la mañana y antes de dormir, esta práctica me mantuvo con los pies en el suelo a la hora de discernir el verdadero valor de todo lo que se presentaba interesante en aquel torbellino de información que hasta hoy es Nueva York, ombligo y sobaco del mundo al mismo tiempo. Leí a Rajneesh, Gurdjieff, Idries Shah, vi a Krishnamurti, en ese momento yo intenté entrar en una orden Sufí, pero acabé volviendo a Brasil y participando 11 años en una secta/centro espírita donde se bebe el té Ayahuasca, té que amplía la percepción de todo, expande la consciencia supuestamente.

En realidad comprendí que esta expansión de consciencia sucede dentro de ciertos parámetros, dentro de los límites de la creencia profesada por el grupo, de su doctrina, y acepta a la persona discípula. Tuve este insight bajo efecto del té, y en este aspecto me fue liberador en aquél momento. Años antes había leído todos los libros escritos por Carlos Castañeda (lo que realmente me motivó a buscar y entrar en este grupo) y allí en la sesión del té me vino nítidamente el encuentro de
Castañeda (durante un viaje sobrenatural) con una entidad que poseía el dominio de un lugar de impresionante conocimiento. Él quedó cautivado por la belleza del lugar y todas las cosas que estaban allí para ser descubiertas, apreciadas, conocidas, y el poder que él adquiriría con este conocimiento.

Esta entidad ofreció a Castañeda todo el conocimiento y poder de aquél lugar a cambio de su alma. En este instante, para mí Castañeda comprendió que su alma, su esencia, tenía un valor que trascendía todo y cualquier conocimiento de “lugares” de poder, de autoridad, de importancia, pues en la esencia, en nuestro interior, se encuentra el Todo. Y en mi situación allí, durante aquella sesión vi claramente que la secta era como una casa con muchas habitaciones, cada habitación tenía en ella objetos, estantes llenos de libros interesantes, y bonitos cuadros por las paredes. En un vistazo reparé que entre los cuadros había una ventana, que antes yo pensaba que era un cuadro más, y al mirar por la ventana un velo se desprendió y vi una realidad mucho más amplia.

El contraste fue muy grande, comprendí que aquella casa donde yo estaba era una construcción fruto de la mente de una persona que nosotros teníamos como “maestro”, y en esta reciprocidad colectiva fortalecíamos la creencia por él elaborada, que venía vinculada al té, e incluso ¡incrementábamos a ella más detalles!. Vi que podía estar años y años allí, fascinado con las historias, los detalles, los “cuadros”, “libros”, y “habitaciones” de aquella infraestructura, toda la vida, social y espiritual girando en torno de aquello, sin entender que una vida real, espiritual, de verdadero descubrimiento y expresión se encontraban en el lado de fuera de aquello.

Comprendí entonces nuestra humanidad, como somos todos parte del Uno, que allí en la secta yo vivía conforme lo que yo creía de aquella doctrina, todo sucedía conmigo dentro de aquellos límites, por mi elección de estar allí. No había nada de errado en esto, no reniego de los años pasados allí, ni critico a los amigos que yo tenía y tengo ahí hasta hoy, pero en mi caso vi que no necesitamos de intermediarios, de vehículos como el té, para llevarnos hasta Dios. En primer lugar porque no existe esta separación. Dios allí y la gente aquí necesitando “evolucionar” para llegar allí. Con esto traté de encontrar la puerta de salida de aquella casa.

El discernimiento entre lo que es inspiración y lo que viene del bando de memorias
del ego no es fácil, incluso con la práctica del Ho’oponopono. Práctica que yo comencé al escuchar dos entrevistas del Dr. Ihaleakala Hew Len, donde él dejó claro que: “la única cosa que necesitamos hacer es la limpieza incesante de las memorias en nuestro subconsciente a través del Ho’oponopono, así abrimos un espacio en nosotros donde la inspiración del Divino nos orienta, con esto tomamos la acción correcta. Así no hay más elecciones. Cuando hay elecciones es porque estamos aún en los límites del intelecto, de las memorias. Un día se descubre que no sabe nada. Ho’oponopono, es simple y sencillo, mostrando el camino.

8 comentarios en “CÓMO LLEGUÉ AL PRESENTE (CÓMO LLEGUÉ AL HO´OPONOPONO)

  1. Jiddu Krishnamurti y las Organizaciones.

    «Quizás recuerden ustedes la historia de cómo el diablo y un amigo suyo estaban paseando por la calle cuando vieron delante de ellos a un hombre que levantaba algo del suelo y, después de mirarlo, se lo guardaba en el bolsillo. El amigo preguntó al diablo:

    «¿Qué recogió ese hombre?» «Recogió un trozo de la Verdad», contestó el diablo. «Ese es muy mal negocio para ti, entonces», dijo su amigo. «Oh, no, en absoluto», replicó el diablo, «voy a dejar que la organice».

    Yo sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. Ese es mi punto de vista y me adhiero a él absoluta e incondicionalmente. La Verdad, al ser ilimitada, incondicionada, inabordable por ningún camino, no puede ser organizada; ni puede formarse organización alguna para conducir o forzar a la gente a lo largo de algún sendero en particular. Si desde el principio entienden eso, entonces verán cuan imposible es organizar una creencia. Una creencia es un asunto puramente individual, y no pueden ni deben organizarla. Si lo hacen, se torna en algo muerto, cristalizado; se convierte en un credo, una secta, una religión que ha de imponerse a los demás. Esto es lo que todo el mundo trata de hacer. La Verdad se empequeñece y se transforma en un juguete para los débiles, para los que están sólo momentáneamente descontentos. La Verdad no puede rebajarse, es más bien el individuo quien debe hacer el esfuerzo de elevarse hacia ella.

    Ustedes no pueden traer la cumbre de la montaña al valle. Si quieren llegar a la cima de la montaña, tienen que atravesar el valle y trepar por las cuestas sin temor a los peligrosos precipicios. Tienen que ascender hacia la Verdad, esta no puede «descender» ni organizarse para ustedes. El interés en las ideas es sostenido principalmente por las organizaciones, pero las organizaciones sólo despiertan el interés desde afuera.

    Fragmento del discurso de disolución de la La Orden de la Estrella de Oriente. (2 de Agosto de 1929)
    http://seaunaluzparaustedmismo.blogspot.com/

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  2. Sr. Carmelo Urso, soy novata en todo esto pero hace unos meses para aca se me ha despertado la curiosidad por todo esto, vivo en N.Y. y quisiera que sitio puedo visitar para aprender a meditar o aprender mas sobre la parte espiritual a sabiendas de que en su mensaje ud. da ha entender que no necesitamos intermediarios yo quisiera mas orientacion, si me puede dar algun dato le agradeceria y ojala sea en español.

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  3. Carmelo …tal vez estoy igual que la persona que te escribio anteriormente …soy nueva en todo esto ..estoy con curiosodad por los temas en general …por supuesto por el de ho’oponopono…quisiera comprar libros que aclaren dudas ..gracias

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