GEORGINA ARTEAGA CARLEBACH: LA ÚNICA ORACIÓN REAL ES LA DEL PERDÓN (SERIE LOS PRINCIPIOS DEL MILAGRO, 11-20)

La única oración que puede operar el cambio es el perdón

Carmelo Urso

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Georgina Arteaga Carlebach

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Principio número 11: “La oración es el vehículo de los milagros. 2Es el medio de comunicación entre lo creado y el Creador. 3Por medio de la oración se recibe amor, y por medio de los milagros se expresaamor”

Carmelo Urso: En el contexto del Curso, el milagro es usualmente entendido como un “cambio de percepción”; ¿podrías aclarar a los lectores y lectoras qué se entiende por percepción y por qué sólo el milagro es capaz de cambiarla? Y de acuerdo a tu experiencia personal, ¿qué tipo de oración es la que nos permite cambiar y espiritualizar
nuestras percepciones, de tal modo que recibamos y expresemos amor?

Georgina Arteaga Carlebach: Percepción lo entiendo como lo que nos hace ver algo, o a alguien, de una determinada forma, y lo que estamos viendo no es mas que una proyección de lo que estamos pensando. Cuando el pensamiento es conducido por el ego (percepción errónea) nos hace ver un mundo en el que la locura parece haberse instalado, un mundo en el que hemos proyectado nuestra propia locura, nos hace observar a las personas de acuerdo a cómo nos observamos a nosotros mismos. Pero cuando al Espíritu Santo le permitimos participar en nuestra vida esto cambia, empezamos a ver todo con los ojos de Cristo, hemos corregido nuestra percepción, y es a través del milagro que precisamente nuestra percepción ha sido modificada.

La única oración que puede operar el cambio es el perdón, es una oración muy especial en la que estamos pidiendo que nuestra mente cambie, que nuestros pensamientos sean modificados para poder vernos y ver al mundo de otra manera, con menos juicios y con más compasión y amor.

Principio número 12: Los milagros son pensamientos. 2Los pensamientos pueden representar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de experiencia. 3Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual.

Carmelo Urso: Ciertamente el Curso expresa que, todos “los milagros son pensamientos”, pero como le resulta a obvio a cualquiera, no todos los pensamientos son milagros (de hecho, muchos de los míos son bastante desagradables). ¿Qué diferencia a un pensamiento milagroso de uno que no lo es?

Por otra parte, según postula el Curso, en el mundo de la percepción (o mundo de la ilusión) contemplamos múltiples “niveles de experiencia”, mientras que desde el Conocimiento de Dios (lo opuesto a la percepción) el Hijo del Padre es incapaz de percibir niveles,separaciones o jerarquías ya que sólo vivencia la Plena Unidad del Todo. Así las cosas, el así llamado “nivel superior o espiritual”, ¿formaría parte del ámbito de la percepción? Y de ser así, ¿cuándo lo espiritual se transforma en verdadero Conocimiento?

Georgina Arteaga Carlebach: La diferencia surge dependiendo de dónde, desde qué visión generamos nuestros pensamientos, recordando que todo en nuestra vida lo es. Somos un Pensamiento de Dios, el mundo real también lo es, y el mundo irreal e ilusorio es un pensamiento proveniente del ego. Los pensamientos son milagrosos cuando surgen de una visión o percepción corregida, es cuando los hacemos desde la visión errónea del ego cuando dejan de serlo. Los milagros surgen precisamente cuando con la ayuda del Espíritu Santo modificamos nuestro sistema de pensamiento de culpa y resentimiento a uno de compasión, perdón y amor, aquí el milagro ha corregido nuestra mente, hemos dado el primer paso, hemos salido del mundo del sueño de pesadilla para entrar al mundo del sueño feliz.

Vista nocturna de Monterrey, México, donde mora Georgina Arteaga Carlebach

De acuerdo al Curso existen dos clases de pensamiento: el del ego que fabrica la irrealidad, y el Pensamiento de Dios que crea la realidad, de hecho vemos que se hace una diferencia, el ego fabrica, Dios crea y nosotros co-creamos con Él. En el mundo fabricado por el ego es en donde los niveles se presentan, porque el ego hace diferencias y con ello fabrica la separación. El mundo que nos enseña el Espíritu Santo es el de la completa Unidad. Cuando hemos corregido nuestra percepción errónea es cuando nos acercamos a nuestro espíritu perfecto, un mundo espiritual, y es desde aquí que podemos trascender el ego y con ello alcanzar el conocimiento. Como verás, todo está dependiendo siempre de un cambio de mente.

Principio número 13. Los milagros son a la vez comienzos y finales, y así, alteran el orden temporal. 2 Son siempre afirmaciones de renacimiento, que parecen retroceder, pero que en realidad van hacia adelante. 3Cancelan el pasado en el presente, y así, liberan el futuro.

Carmelo Urso: ¿Se podría decir, en resumen, que una de las funciones del milagro es centrarnos en el instante presente?

Georgina Arteaga Carlebach: Yo he entendido que los milagros son a la vez comienzos y finales, porque alteran el orden temporal y con ello cancelan el pasado en el presente, siempre en el presente, pero con esto nos aseguran un futuro liberador. Solo el presente nos permite tomar el pasado y sanarlo a través del perdón, al realizar esta acción liberamos nuestro presente y nuestro futuro. El milagro toma aspectos de nuestras experiencias pasadas, la mayoría basadas en la creencia en la culpa que separa, y así se convierte en un comienzo y un final a la vez.

Como verás siempre es el presente, porque sólo desde una mente errónea existe el tiempo lineal, pero en el que nos enseña el Espíritu Santo el tiempo es holográfico, en él dentro de cada parte está el todo, y el todo es el presente continuo, de hecho en una de las Lecciones el Curso nos dice que el guión ya está escrito, la jornada ya está iniciada, y terminará cuando el perdón y el amor santifiquen el mundo, y ese momento ya ha sido fijado, y el tiempo tan solo da la impresión de que se mueve en una sola dirección.

El tiempo del Espíritu Santo es holográfico

Por eso cuando en el presente sanamos un problema con una persona lo estamos haciendo con nosotros mismos, nos perdonamos en el presente y en éste mismo nos liberamos de las ataduras del pasado que el ego condujo, nos liberamos de un añejo pensamiento de que estamos separados de Dios, lo cual es parte de la irrealidad, ya que cada día tenemos la oportunidad de renacer en el sentido de volver a elegir; cada día nos ofrece el regalo del cambio, de tomar nuevas decisiones más amorosas hacia nosotros mismos y hacia el mundo.

Principio número 14: Los milagros dan fe de la verdad. 2Son convincentes porque proceden de la convicción. 3Sin convicción degeneran en magia, que es insensata, y, por lo tanto, destructiva; o más bien, el uso no creativo de la mente.

Carmelo Urso: ¿Qué se entiende, en el contexto del Curso, por magia? ¿Por qué es destructiva? ¿Y cómo “los milagros dan fe de la verdad” cuando operan en el ámbito de la percepción –que es lo contrario a la verdad?

Georgina Arteaga Carlebach: La magia, como la conocemos tradicionalmente, es destructiva porque generalmente lo primero en que incurrimos es que alguien haga algo por nosotros, nos de una pócima que nos libere del miedo o de una carencia que según nosotros tenemos, es decir no estamos convencidos que nosotros mismos somos un pensamiento mágico, tenemos todo para hacer nuestra propia magia, tenemos la fuerza y el poder para generar el cambio de pensamiento y con ello reconocer quiénes somos realmente, podemos cada día pisar un nuevo escalón para ascender al Cielo, del cual en realidad nunca hemos salido.

Los milagros operan en el ámbito en que son necesarios, corrigen nuestra mente, nuestra percepción errónea, nos sacan del error y nos conducen a la verdad. Nos hacen darnos cuenta que el mundo real ha sido nublado por la visión del ego. Al darnos cuenta podemos observar que la verdad no está presente en el mundo irreal, o lo que es lo mismo, el mundo real de Dios no es en el que vivimos cuando solo pensamos que somos cuerpos, porque el mundo que él Creó se encuentra más allá de ellos.

Principio número 15: Todos los días deberían consagrarse a los milagros. 2El propósito del tiempo es que aprendas a usarlo de forma constructiva. 3El tiempo es, por lo tanto, un recurso de enseñanza y un medio para alcanzar un fin. 4El tiempo cesará cuando ya no sea útil para facilitar el aprendizaje.

Carmelo Urso: A qué ámbito pertenece el tiempo, ¿al de la percepción o al del Conocimiento? ¿Tienen los milagros la función de abolir el tiempo? Si el tiempo es un “recurso de enseñanza”, ¿qué es lo que tenemos que aprender de él? Y si el tiempo es “un medio para alcanzar un fin”, ¿cuál es ese fin?

El tiempo lineal solo existe en el mundo de la percepción errónea del ego

Georgina Arteaga Carlebach: Como ya comentamos, el tiempo lineal sólo existe en el mundo de la percepción errónea del ego. Uno de los aspectos que necesitamos considerar es que en el Curso se nos habla de dos tipos de percepciones: la errónea del ego, y la corregida a la que el Espíritu Santo nos mueve y nos conduce, porque a ésta llegamos sólo trascendiendo el ego. El tiempo así se convierte en un recurso de enseñanza porque es aquí dentro del mundo irreal del ego que lo necesitamos en una primera fase, es un fin porque lo utilizamos para sanarnos, que es nuestra finalidad, nuestra meta.

El tiempo presente tiene una muy buena función, ya que nos sirve para que todos los días podemos consagrarlo a los milagros, o sea trabajar permanentemente en el proceso de perdonar, a deshacer el pensamiento de culpa, a soltar la ira y el resentimiento, a entregar nuestros pensamientos al Espíritu Santo para que podamos corregirlos y dejemos de proyectarlos en nuestro hermano. Esto significa estar en alerta para desmenuzar el sistema de pensamiento al que nos conduce el ego, a cada minuto de las 24 horas del día de los 365 días del año. Es un warning permanente, porque con el ego no podemos descuidarnos.

Principio número 16: Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar que dar es tan bienaventurado como recibir. 2Aumentan la fortaleza del que da y simultáneamente le dan fortaleza al que recibe.

Carmelo Urso: De acuerdo al Curso, ¿existe alguna diferencia entre ”dar” y “recibir”? ¿Cómo es que “dar” nos fortalece cuando la evidencia de los sentidos y las enseñanzas del mundo suelen proclamar lo contrario?

Georgina Arteaga Carlebach: Desde la visión del ego sí existe una diferencia entre dar y recibir, para él no es lo mismo, pero desde la Visión del Espíritu Santo, que es la única importante, sí lo es, porque todos somos uno y el mismo, lo que damos es lo mismo que recibimos, por eso al dar nos fortalecemos, porque estamos recibiendo. Por ejemplo cuando lo que damos, lanzamos al exterior, es una forma de ataque, es lo mismo que recibiremos, pero cuando ofrecemos perdón y amor es esto lo que recibimos. Las enseñanzas del mundo del ego nos dicen que si damos algo nos quedamos sin ello, nos hará falta, y así solo decidimos desprendernos de aquello que consideramos que ya no nos es útil.

Lo que damos es lo mismo que recibimos

De hecho, mantenemos pensamientos tan erróneos, que consideramos que siempre debemos solo de dar, y sin humildad alguna no nos abrimos a saber recibir, pero esto es porque al dar estamos ya con un pensamiento de que porque lo hacemos somos mejores que la otra parte, o incluso que si damos Dios nos dará algo como recompensa y por eso debemos hacerlo. El dar y recibir van tan de la mano que cuando hemos corregido nuestra mente solo nos comunicamos sin hacer un análisis de qué daremos a cambio de qué, solo sabemos internamente que siempre nos estamos dando a nosotros mismos.

Principio número 17: Los milagros transcienden el cuerpo. 2Son cambios súbitos al dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal. 3Por eso es por lo que curan.

Carmelo Urso: ¿Cómo lo invisible cura a lo visible? Y si –como dice el Curso- “no somos un cuerpo”, ¿a quién o a qué es lo que acaban por curar los milagros?

Georgina Arteaga Carlebach: Mi amigo Carmelo, este es uno de los principios que al primer momento de su lectura nos da trabajo entenderlo, o al menos a mi no me fue tan fácil cuando lo leí en mis inicios de práctica, pero bueno, a mi ego no le gustaba así que me hacia lenta para comprenderlo.

La verdad lo del cuerpo lo vine asimilando cuando empecé a leer libros de Kenneth Wapnick, por eso siempre recomiendo leerlos. No es fácil entenderlo y menos incorporarlo, porque estamos tan acostumbrados a creer que somos solo un cuerpo, y lo creemos porque es lo que vemos, la mente no la vemos, y en ocasiones ni siquiera nos damos cuenta y comprendemos lo que emana de ella.

Bueno, el milagro trasciende el cuerpo y va más allá del nivel corporal porque el problema nunca está en el cuerpo sino en la mente, el cuerpo no es quien elige y toma decisiones, no es el que se enferma o se sana, es únicamente la mente. De ahí que el milagro lo que sana es la mente, la única parte que está enferma, y requiere ser sanada.

Principio número 18: El milagro es un servicio. 2Es el máximo servicio que le puedes prestar a otro. 3Es una manera de amar al prójimo como a ti mismo, 4en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la de él.

Carmelo Urso: ¿A quién le prestamos servicio con nuestros milagros? ¿Quién es ese “prójimo” al que tengo la posibilidad de amar como a mí mismo? ¿Es alguien diferente de mí?

Georgina Arteaga Carlebach: Lo primero es que un milagro en sí es un servicio, es una manera de ofrecer amor a quienes el miedo les ahoga, va dirigido al nivel de la mente, no de las formas. Con el milagro nos prestamos servicio a nosotros mismos y posteriormente lo extendemos a nuestro hermano. Al amarnos a nosotros mismos podemos extender este amor a los demás (nuestro prójimo), porque ambos somos uno y el mismo, por eso es que en el Curso se habla del Hijo de Dios, y este Hijo somos cada uno e nosotros, somos todos en la Unidad con el Padre, somos parte todos de la Filiación.

Las diferencias solo existen para el ego, para él existen personas más valiosas que otras, mas buenas que otras, más espirituales que otras. La realidad es que la única diferencia que puede llegar a existir es que existen personas que han tomado la decisión de corregir su mente y desean compartirlo. Como comenta Kenneth Wapnick en uno de sus escritos, y comparando la curación con una alfombra, él dice que una alfombra o esta extendida o esta enrollada, pero no está media extendida o media enrollada, así es la curación, o estamos enfermos o hemos sanado.

Principio número 19: Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios. 2Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó. 3Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eternidad, no las del tiempo.

Carmelo Urso: ¿Has tenido –gracias a la vivencia del milagro- la experiencia de que tu mente sea una con la de Dios? ¿Se puede compartir con otros tal experiencia? ¿Qué es la Filiación? Y este Universo que contemplamos a diario con nuestros ojos y nuestros telescopios, ¿forma parte de “la suma de todo lo que Dios creó”?

Georgina Arteaga Carlebach: Gracias a este camino que elegí al decidir realmente pegarme con pegamento de esos que hagas lo que hagas no se pueden separar los objetos, y el mantenerme por años trabajando e incorporando en mi mente y en cada pensamiento las enseñanzas de Un Curso de Milagros® puedo en este mi presente decirte que mantengo mi mente en unidad con mi Padre, y esto fue lo que me motivó después de nueve años de práctica a compartirlo de diversas formas, pero pienso que la más importante de las formas ha sido a través de cada una de mis relaciones.

También te puedo compartir que en ocasiones aún me puedo llegar a separar de Su Pensamiento, porque el ego entra sin aviso o educación alguna; así es él, pero me doy cuenta de inmediato, reacciono, me perdono el error, y me uno nuevamente a mi Padre.

Cada persona que ha llegado a mi vida a través de compartir el Curso ha sido mi maestro, a través de las experiencias de ellos aprendo. El día de hoy en cada ocasión que observo algo que no me gusta en una persona, me siento para observarme, siempre en forma compasiva, y descubrir qué estoy viendo de mí en el espejo que tengo enfrente, para mi esto es unirme a mi hermano, tanto en el error como en la corrección, y en cada ocasión que nos unimos estamos participando en la Filiación. Y aquí tenemos que ser muy atentos para no confundirnos, porque yo he llegado a escuchar en algunos estudiantes de Un Curso de Milagros® que la Filiación es la unión de los “buenitos” que estudiamos el Curso, que somos muy espirituales; ojo con esto porque es lo opuesto, decir esto es participar en la separación, solo que ahora con un ego espiritual.

Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios

El que veamos el mundo como la suma del todo lo que Dios Creó depende de con cual visión lo contemplamos, si nos mantenemos con la visión el ego, bueno ese mundo Dios no lo Creó, pero si lo empezamos a ver con la Visión que nos ofrece el Espíritu Santo, con los ojos del perdón y el amor, entonces nos acercamos a Su Creación.

Principio número 20: Los milagros despiertan nuevamente la conciencia de que el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. 2Estereconocimiento es lo que le confiere al milagro su poder curativo.

Carmelo Urso: ¿Qué es el espíritu? De acuerdo a la visión del Curso, ¿se halla dentro del cuerpo como exponen ciertas doctrinas espirituales? ¿Y para qué curar el cuerpo si no es el altar de la verdad?

Georgina Arteaga Carlebach: Para darte respuesta a esta pregunta voy a utilizar definiciones tanto de la Sección de Clarificación de Términos de Un Curso de Milagros®, como de las que nos ofrece Kenneth Wapnick en su obra Un Curso de Milagros: Una Introducción Básica.

El espíritu es la parte que aún se mantiene en contacto con Dios a través del Espíritu Santo, que al formar parte del ámbito de Dios, es eterno. Es el Pensamiento de Dios que Él creó semejante a Sí Mismo. Es la naturaleza de nuestra verdadera realidad, la cual es incambiable y eterna. Se contrasta con el cuerpo, la encarnación del ego, el cual cambia y muere. La energía del espíritu se activa a través de la mente, de la cual es el equivalente aproximado.

El cuerpo, la encarnación del ego, cambia y muere

Como podemos observar, contactarnos con nuestro espíritu es a través de la mente, del pensamiento de Unidad, es la manifestación de que aceptamos la Voluntad de Dios, aceptamos nuestra perfección y santidad. Su manifestación más profunda es a través del amor.