PROVERBIOS DE FRANZ TAMAYO

Franz Tamayo
Franz Tamayo

Lo que a uno le daña no siempre es lo que le falta sino lo que le sobra.

No es estrictamente justo decir que la razón es humana; la razón es cósmica.

Cada espíritu tiene su ley en medio de la Ley del Todo.

Todo gran ser humano en una gran idea encarnada.

El tiempo roe y desgasta la vida, con la diferencia que para ciertas vidas es el gusano sobre el fruto y para otras el cincel sobre la piedra.

No hay belleza comparable a la de la verdad.

La alegría es una manifestación de la serenidad.

El sánscrito es el océano de los sonidos.

La ciencia se aprende, la sabiduría no.

Ciertos espíritus caminan lento y llegan tarde, pero llegan.

La palabra «fin» no existe en la naturaleza. Cuando algo acaba es que algo a la vez comienza.

Tiende la mayor luz a borrar fronteras de creencias y enemistades de almas.

Pobreza y riqueza extremas son igual amenaza para las buenas costumbres.

Los animales sólo conocen el presente; los seres humanos pasado y presente; y los dioses el futuro además.

Los peores errores son los que se cometen a sabiendas.

Ciertas vidas tienen la primavera feliz y no más; otras el otoño fecundo y fructuoso; y las menos alcanzan un invierno de incomparable sabiduría.

El ser humano es una brújula cuyo polo está dentro de sí mismo.

Cordura es la razón templada en el corazón.

La verdadera libertad es siempre un hecho interior.

Franz Tamayo
Franz Tamayo

Franz Tamayo (La Paz, 28 de febrero de 1879 — La Paz, 29 de julio de 1956) fue un poeta, político y diplomático, considerado una de las figuras centrales de la literatura boliviana del siglo XX.

Sus principales obras son:

1898 Odas
1905 «Proverbios sobre la vida, el arte y la ciencia»
1917 La Prometheida o las oceánides
1922 Nuevos proverbios
1924 Proverbios sobre la vida, el arte y la ciencia
1927 Los nuevos rubayat
1932 Scherzos
1939 Scopas
1945 Epigramas griegos

Bandera de Bolivia

Un comentario en “PROVERBIOS DE FRANZ TAMAYO

  1. » El Alma «.

    El alma
    se forma de dos esferas,
    una superior y otra inferior.

    En la de abajo,
    está la bendita tierra,
    los elementos, una luna y un sol.

    Arriba
    están los cielos,
    formados por la esencia del amor.

    Une
    el cielo con la tierra,
    y observa siempre a la estrella.

    Ella te guiará día y noche y
    nacerá en tu corazón un sol,
    como la luz de tu eterna realización.

    Con cariño y gratitud.

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