Que inmenso y maravilloso.
Sois el bálsamo que levanta la grandeza de mi Ser.
Que inmenso y mejestuoso.
Sois el portador de mil encuentros, de espejos de nacar y oro, como la luna y el sol.
Que inmenso y amoroso.
Sois el que en su regazo, me mece suave, como la brisa a la flor.
Que inmenso y luminoso.
Sois un sol de mil rayos, que bañan mi alma, para convertirla en vos.
Todo son suspiros desde que nací y
las navidades y fiestas que felíz viví,
con mi familia, amigos y un bello colibí,
Ahora que todo paso agradezco lo sucedido
porque todo fue un suspiro de luz y alegría,
un suspiro de amor en cada noche de luna,
un suspiro de Dios a través de tu corazón.
Dios mío y señor mío.
Estoy en tus sueños y tú estás en los míos.
La luz que tú emana ilumina el sendero de mi vida.
El calor de tu luz, calienta mi espíritu.
Tu misericordia me levanta cuando caigo por mi estupidez.
Carmelo Urso 
» Sois «.
Que inmenso y maravilloso.
Sois el bálsamo que levanta la grandeza de mi Ser.
Que inmenso y mejestuoso.
Sois el portador de mil encuentros, de espejos de nacar y oro, como la luna y el sol.
Que inmenso y amoroso.
Sois el que en su regazo, me mece suave, como la brisa a la flor.
Que inmenso y luminoso.
Sois un sol de mil rayos, que bañan mi alma, para convertirla en vos.
Con cariño y gratitud. Gerardo.
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» Grande «.
¡ Que grande es Dios !,
que diseña tu cuerpo
de instante a instante
para que pueda ver
su creación.
¡ Que grande es Dios !,
que se inspira en su musa
para darle cada día las flores,
frutos y la canción del gorrión.
¡ Que grande es Dios !,
como las estrellas y el sol, y
que habita en un lugar sagrado
que es tu bendito corazón.
Con cariño y gratitud. Gerardo.
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» Suspiro de amor «.
Todo son suspiros desde que nací y
las navidades y fiestas que felíz viví,
con mi familia, amigos y un bello colibí,
Ahora que todo paso agradezco lo sucedido
porque todo fue un suspiro de luz y alegría,
un suspiro de amor en cada noche de luna,
un suspiro de Dios a través de tu corazón.
Con cariño y gratitud. Gerardo.
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«Dios mio, no se orar»
Dios mío y señor mío.
Estoy en tus sueños y tú estás en los míos.
La luz que tú emana ilumina el sendero de mi vida.
El calor de tu luz, calienta mi espíritu.
Tu misericordia me levanta cuando caigo por mi estupidez.
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