VERBO QUE CREA

En el principio era el verbo...

Marvin Martínez

“En el principio era el verbo…”

Al comienzo del tiempo, Dios creó al mundo con la palabra. El poder de la palabra de Dios creó todo; surgió la luz, los mares, las plantas, los animales y el ser humano. Todo, absolutamente todo, fue creado con el poder de La Palabra.

La Palabra es extensión de lo que creamos en la mente, tanto lo “bueno” como lo “malo”, lo negativo y lo positivo. Todo surge en la mente y es proyectado en verbo para transformarse en nuestra realidad individual o colectiva, en nuestro sueño individual y colectivo.

La Palabra crea, pero también puede destruir… depende mucho de cómo la utilicemos; al decir, por ejemplo: “soy incapaz de hacer tal cosa…” inmediatamente creamos una realidad en la que somos incapaces de hacer tal o cual cosa, nos convertimos en seres incapaces. Si al contrario decimos; “Soy extensión creativa de Dios, soy un ser capaz de crear” todo cambia, creamos un realidad diferente, un sueño distinto, positivo, lleno de felicidad para nosotros. La Palabra debe ser utilizada positivamente para crear cosas buenas para nuestra vida, para llevar una buena relación con el prójimo y con nuestro entorno.

Cuando somos niños, en nuestra mente nos instalan ciertos sistemas de creencias para que funcionemos coordinadamente con la realidad colectiva. La religión, la política y la cultura nos marcan pautas para vivir una realidad determinadas por ciertas ideas que son adoptadas al nacer, un mundo creado en función de proyecciones mentales de nuestros antepasados, que va repitiéndose de generación en generación y cambiando ciertos aspectos, pero que siguen conteniendo las mismas bases de otrora. Esto lo hacemos inconscientemente, ya que estamos acostumbrados a vivir esa “realidad”.

La Palabra, pues, juega un papel importante en nuestra vida. Es la base fundamental de lo que hacemos: dependiendo de la carga energética que le coloquemos tendremos resultados a nuestro favor o a en nuestra contra. Una palabras llenas de odio, rencor y malos deseos, nos destruye; si usamos frecuentemente las palabras con una carga negativa nos condenamos a crear una vida seca y vacía, pero si por el contrario decimos palabras con una carga positiva, llena de amor, crearemos para nosotros una vida más feliz y llena de luz.

6 comentarios en “VERBO QUE CREA

  1. Querido Carmelo: Hace unos días recibí un correo de una de mis mentoras espirituales, que habla de los «21 días» es decir, que si puedes pasar 21 días sin quejarte ni criticar a nadie, ya te has quitado el hábito…eso sí, cuando te «resbalas» y vuelves a criticar o a quejarte, tienes que volver a empezar…(el tratamiento puede durar entre 4 meses y un año) Es un buen método para cambiar la forma de hablar, que une el pensamiento con el sentimiento y puede ser enormemente destructivo…Yo ya comencé, y espero lograrlo.

    Un abrazo lleno de luz,

    Clara Inés

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  2. » Te siento «.

    Si la luz que veo,
    me convierte en tí;
    Seré eternamente felíz.

    Si tú voz es mi palabra y mi canción,
    entonaré las más bellas sinfonías,
    que despertarán al gorrión de mi balcón.

    Sí el silencio calla ante tí,
    sabré entonces que eres tú,
    la que crea mi vida y la razón.

    Sí me permites ser tú expresión,
    quedo agradecido sin tiempo y espacio;
    Y desde lo más profundo de mi alma y el corazón.

    Con cariño y gratitud. Gerardo.

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  3. Con la palabra llegamos a todos los sentimientos que un ser pueda sentir, si fuésemos conscientes de lo que una palabra puede hacer en nosotros, seriamos más cuidadosos, al pronunciarla, gracias como siempre, un beso lleno de bellas armonias.

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