ERNESTO MARRERO RAMÍREZ: LA MAGIA DE UN FABULADOR ESPIRITUAL (PARTE 1)

Ernsto Marrero Ramírez: un venezolano que destaca en el mundo de la literatura espiritual
Ernesto Marrero Ramírez: un venezolano que destaca en el mundo de la literatura espiritual

Este amigable paisano caraqueño se ha convertido en un muy leído escritor, cuyas obras llegan tanto al público adulto como a adolescentes y niños. Para ello, emplea dos recursos tan eficaces como ancestrales: el poder de la fábula y la sabiduría espiritual.

Carmelo Urso
entiempopresente4@gmail.com

Ernesto Marrero Ramírez
http://www.ernestomarrero.com

Carmelo Urso: Ernesto, haznos una pequeña semblanza de tus orígenes: dónde naciste y creciste, cómo fue y es tu entorno familiar, qué tipo de cosas te gustaba hacer en tu infancia y adolescencia, qué estudiaste, etc.

Ernesto Marrero Ramírez: Ésta sería una respuesta un poco extensa pero trataré de sintetizar los puntos más importantes, sobre los que me haces referencia.

Nací en Caracas en la antigua clínica Bello Monte y crecí en Baruta, de allí partieron mis orígenes. Soy el menor de cinco hermanos y junto a mis padres se desarrolló mi infancia.

Recuerdo de mi niñez que me gustaba la investigación y que siempre quería escribir un libro. El primer intento fue cuando tenía como nueve años y comencé a investigar sobre los animales, seguramente porque mi papá era muy aficionado a esto y siempre compraba colecciones de libros sobre el mar, la fauna, la pesca, y ese tipo de cosas. Un día decidí escribir un libro sobre las características de los insectos, los disecaba y tomaba sus medidas, pero una noche se me botó formol en las manos y se resecaron mucho. Mi mamá se asustó tanto que me prohibió que prosiguiera con aquel trabajo. Un año más tarde inicié mis investigaciones como químico. Tenía un mini laboratorio que me habían regalado y el cual yo había reforzado con nuevos tubos de ensayo y ciertas sustancias. Pues decidí investigar algunas reacciones químicas y hacer un libro que contuviera los resultados de mis investigaciones. Todo iba marchando de maravilla hasta que un día combiné algunos ácidos y explotó el tubo de ensayo, el líquido cayó en mi ropa y la dañó, afortunadamente no me pasó nada pero mi mamá decidió quitarme el juego y escondérmelo. Bueno, ese fue mi segundo intento fallido de escribir un libro.

Al entrar a bachillerato abandoné esas aspiraciones, hasta que, después de graduarme se empezaron a reavivar esas ideas que estaban dormidas y, entonces, empecé a investigar sobre el área metafísica y paranormal. Me encerraba a leer en mi cuarto todos los libros que conseguía sobre este ámbito, a veces hasta tres días, salía solamente a comer y luego retornaba a mis investigaciones. Tenía un diario donde tomaba muchos apuntes que, en un futuro, iba a servir de semilla para mi oficio de escritor. En ese momento mi madre entró nuevamente en acción y trató de evitar que yo continuara con esta labor tan forzada, comentándome que podía volverme loco. A lo mejor porque había escuchado la historia de Cervantes sobre Don Quijote, quien quedó loco de tanto leer. Pero esta vez no pudo persuadirme porque, a partir de esa época, los libros empezaron a ser mis mejores amigos. A pesar de su falta de apoyo, en mis proyectos, a mi mamá le tengo que agradecer el amor que supo brindarme junto a mi padre y hermanos en un hogar digno. Aunque todavía, después de haberme abocado a escribir y de no vivir bajo el mismo techo, me sigue insistiendo en que no escriba mucho, que descanse y tome vitaminas, porque me puede hacer daño.

Luego entré en la Universidad a estudiar administración, no porque era la carrera de mi devoción sino porque conseguí cupo en la Universidad para estos estudios, aunque muchos de mis compañeros me decían que porque no había estudiado mejor psicología, ya que muchos venían a contarme sus problemas y a pedirme un consejo. Con el transcurrir de los años le tomé cariño a la profesión, en especial cuando me metí con los estudios de gerencia, el surgimiento de la calidad total y todas las corrientes que se derivaron de ésta, donde la filosofía oriental se mezclaba con el pensamiento gerencial. Pero en paralelo continuaba con mis estudios orientalistas, así me formé en el budismo y en el yoga tradicional de la India. Esta perspectiva me llevó a realizar una maestría en filosofía, la cual estoy culminando en los actuales momentos.

Carmelo Urso: ¿Cuándo comenzaste a tener inquietudes literarias? ¿Qué autores y lecturas te ayudaron a consolidar tu vocación de escritor?

Ernesto Marrero Ramírez: Como he venido comentando, mis inquietudes como escritor provienen de la infancia. No obstante, fue a partir de los 17 años que mi vida cambió. Algo me decía que había algo importante que tenía que hacer en la vida pero no sabía que era. Me sentía desubicado y con una inquietud muy grande, en sí, sabía que necesitaba reorientar mi vida pero no sabía hacia donde. En muchas oportunidades he dicho que en la niñez sabemos o tenemos una fuerte inclinación hacia lo que realmente nos gusta, pero nos falta madurar para empezar a hacerlo. Cuando llega la adolescencia lo vamos olvidando y en el momento de ser adultos, y estamos en capacidad de emprender nuestros proyectos, ya no sabemos que queremos.

Así me sucedió a mí y tuve que hurgar en mis recuerdos y retornar a la infancia. En ese instante me visualicé rodeado de libros y tratando siempre de escribir uno. Allí fue cuando me di cuenta de mi vocación, quería ser escritor, entonces comencé.

He leído muchos escritores, pero me cuesta decir que tengo alguno preferido, en mi caso trato de nutrirme de lo mejor que cada uno pueda transmitir.

Por su forma de escribir sencilla pero con un buen mensaje me gustó leer «Juan Salvador Gaviota» de Richard Bach y «El Principito» de Antoine de Saint-Exupéry.

Reconozco que el estilo de Tolkien con «El Señor de los Anillos» me atrapó mucho, pero consideraba que se le podía transmitir un mensaje más profundo a los jóvenes y, a la vez, mantener la emoción y el dinamismo de este tipo de literatura. Lo mismo me sucedió con Lewis en «Narnia» y con Stevenson en «La Isla del Tesoro».

Pero hay un libro que me ayudó mucho a proponerme el reto de ser escritor, aunque reconozco que pocos libros he leído de este autor. Se llama: «Mientras Escribo» de Stephen King. En ese libro, este famoso escritor, cuenta las penurias que tuvo que afrontar para hacer realidad sus sueños y, a la vez, nos explica ciertos tips que pueden ser aprovechados por las personas que quieren llegar a ser escritores.

Carmelo Urso: ¿En qué momento te hiciste consciente de tus inquietudes espirituales? ¿Qué doctrinas, credos o maestros te han ayudado en tu proceso de despertar espiritual?

Ernesto Marrero Ramírez: Desde pequeño me ha acompañado las inquietudes espirituales pero, como lo comenté con anterioridad, a los 17 años sentí que debía cumplir una misión, que tenía algo importante que hacer en este mundo, me dí cuenta que la vida es temporal y por ende, era importante iniciar el camino. En algún momento llegué a leer una frase de Buda que decía: El buscador que inicia el camino resplandece sobre el mundo, y así dí los primeros pasos.

He estudiado muchas corrientes de pensamientos orientales y occidentales: metafísica, parasicología, yoga, budismo, hinduismo, confucionismo, taoísmo y a Krishnamurti, entre otros. También me he paseado por los pensamientos filosóficos de Grecia, la edad media, el modernismo y el post modernismo. Muchos han influido en mi forma de pensar entre ellos puedo citar: al maestro Jesús, Buda, Milarepa, Gandhi, Sócrates, Pitágoras, Platón, San Francisco de Asís, Shopenhauer, el Dalai Lama y muchos más que han dedicado su vida a exaltar la importancia del espíritu, que es eterno, sobre la vida material, que es pasajera.

Carmelo Urso: Hay escritores que jamás se transforman en buscadores espirituales; hay buscadores espirituales que nunca devienen escritores; en tu caso personal, ¿cómo fue el proceso de fusionar tu pasión literaria y tu búsqueda metafísica?

Ernesto Marrero Ramírez: Yo creo que el logro que he alcanzado en la vida parte de un proceso de autoconocimiento. He cambiado el mundo de los números y las finanzas por el de las letras y la conciencia. Mi vida ha estado abocada a esta búsqueda interior, como diría Jung, a encontrar el Self o el sí mismo. En mi caso, los libros y el mundo espiritual estaban juntos, esperándome, sólo los tomé de la mano y los saqué a pasear.

Carmelo Urso: Tus textos más conocidos son, sin duda, los dos volúmenes que constituyen “El Pececito que quería ser Humano”; ¿Cómo y cuándo los empezaste a gestar?; su tono de fábula, ¿es fruto espontáneo de la musa o es un deliberado ejercicio para facilitar la lectura?

Pececito I

«El Pececito que quería ser Humano, nació de una manera espontánea y fue, por así decir, mi trampolín hacía el mundo de la literatura. En la segunda parte si quise plantearme un mundo donde el ser humano le daba más importancia a su evolución interna o espiritual, que a la material, por eso inventé el planeta Oxion, como una evolución de la Tierra. Considero que estos libros fueron una oportunidad que me brindó la vida para expresar un caudal de ideas que habitaban en mi interior y que quería, desesperadamente, darlas a conocer. Aunque ya había tratado de hacerlo con mis dos libros anteriores: «Cantos de Amor y Reflexión» (poemario) y «Una Luz en el Camino» (extractos de mis pensamientos), fue mediante la narrativa que tuve el alcance necesario para llegarle al público. Luego de estas publicaciones surgieron dos libros que se han ubicado dentro de los más vendidos: «La Leyenda del Sabio de la Montaña» y «Cuando Tenga Tiempo, Empiezo», mi libro más reciente.

En sí el estilo que más he trabajado son los cuentos fabulados porque, como lo mencioné con anterioridad, me centro mucho en dejar un mensaje universal y, con este género, he podido llegarle a los niños, a los jóvenes y a los adultos. Me parece que así el mensaje se hace más permeable hacia las diversas etapas de vida del género humano y, además, me gusta mucho.

No obstante, tengo dos proyectos que espero publicar en algún momento, que son: una novela y un tratado filosófico. Con estos estilos trataré de llegarle a un estrato un poco más complejo, que es el intelectual. No tanto por buscar algún tipo de reconocimiento, sino para que mis ideas sean escuchadas por la mayor parte de la sociedad.

El próximo lunes, como es ya habitual, continuaremos con esta entrevista llena de vivencias, anécdotas y sabiduría de Vida. ¡Hasta entonces!

3 comentarios en “ERNESTO MARRERO RAMÍREZ: LA MAGIA DE UN FABULADOR ESPIRITUAL (PARTE 1)

  1. Me encantaria saber desde Mexico donde podemos obtener obras escritas por usted , ya que soy profesora y me encantaria leer sus libros y compartir con mis alumnos por su profundidad de pensamiento a fin de despertar la conciencia interior gracias

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  2. lei tu libro me encanto la fabula del pececito que queria ser humano ,pero me gustaria saber lo que te inspiro a realizar esta historia tan fantastica y llena de sabiduria.

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